Introducción:
Este tipo
de poesía
hay que
encuadrarla
dentro de
la poesía
de la isla
de Lesbos,
que por
sus
características
especiales,
tanto en
el
contenido
como en la
forma,
merece un
trato
aparte
dentro de
la lírica
arcaica.
En los
siglos VII
y VI a Cr.
florece en
este lugar
una
cultura
propia y
brillante
que tiene
en la
lírica uno
de sus
mejores
componentes
con Alceo
y Safo.
Antes de
estos se
conocen
dos
famosos
músicos
lesbios:
Terpandro
y Arión.
La poesía
y el canto
aparecen
en
principio
muy
ligados a
ceremonias
religiosas
y
rituales,
de
carácter
popular.
La parte
más
característica
de la
poesía de
Alceo y
Safo es
monodia,
compuesta
en cortas
estrofas y
en
variados
pero
simples
metros,
cantada y
acompañada
de
instrumentos
de cuerda.
-
Es una
poesía
depurada,
de gusto
aristocrático
y
refinado
que sabe
valorar
la
sencillez,
sin
artificios.
-
Es más
personal
que el
resto de
la lírica
arcaica,
tanto en
autor
como en
tema.
-
Está
escrita
en
dialecto
local
lesbio,
lo que
contribuye
a darle
mayor
naturalidad
y
sinceridad.
a.
Instrumentos
de
acompañamiento
de la
lírica
monódica:
En el
helenismo
la
expresión
“lírico”
tiene un
sentido
muy
concreto :
poesía
cantada al
son de la
lira. Los
alejandrinos
reúnen a
los poetas
de lírica
monódica y
coral
realizando
creaciones
en las que
se supone
como
acompañamiento
un
instrumento
de cuerdas
que podía
ser la
lira (lura),la
cítara (kiqariV),
o una
especie de
laud (formigx),
ya solo,
ya con
flauta (auloV).
b.
Ocasiones
de
interpretación.
Como se ha
citado
anteriormente
es una
poesía
ligada a
las
ceremonias
religiosas
y
rituales,
de
carácter
popular, y
el marco
de
interpretación
lo
constituían
las
procesiones
religiosas,
los
concursos
de todo
tipo, las
fiestas en
honor del
vencedor
en los
grandes
juegos
etc, para
recordar
antiguos
mitos y
cantar las
glorias
presentes
de la
patria.
c.
ANACREONTE.
Separado
de la
lírica
lesbia por
más de
medio
siglo,
Anacreonte
se mueve
en un
mundo
diverso,
donde han
desaparecido
los
ideales
aristocráticos
de Alceo y
Safo, y en
el que la
presión de
los persas
obligó a
los
habitantes
jonios de
su ciudad
( Teos) a
marchar a
las costas
tracias,
donde este
poeta
inicia sus
primeros
versos.
Más tarde
Anacreonte
dirige sus
pasos a la
corte de
Polícrates
en Samos,
de donde
parte
hacia
Atenas con
el tirano
Hiparco.
Aquí el
marco su
la poesía
lo
constituye
el
distinguido
simposio,
muy de
moda en la
época de
las
tiranías,
en el que
se concede
gran
importancia
al
refinamiento
de los
modales en
el
banquete.
Si Alceo
recitaba
poesía del
arsenal en
su círculo
de
combatientes,
Anacreonte
nada
quiere
saber de
rencillas
y guerras.
Él mismo
dice que
desea
cantar los
dones de
Afrodita y
los
alegres
placeres
de la
fiesta,
que
presentan
un
carácter
netamente
erótico.
Sus versos
reflejan
la dulzura
d la vida
con tal
intensidad
que en
ocasiones
llega a
ser dolor.
Revela su
originalidad
tanto en
expresiones
metafóricas,
como en el
uso de
abundantes
epítetos.
El sentido
del poeta
por lo
delicado y
frágil se
expresa en
los versos
que
compara a
la
juventud
esquiva
con el
pequeño
corzo que,
abandonado
por la
madre,
anda por
el bosque
lleno de
temor.
Los
alejandrinos
conocían
cantos,
elegías y
yambos de
Anacreonte,
y
publicaron
sus poemas
en cinco
libros. Su
arte no
admite
continuadores
y quienes
lo
intentaron
convirtieron
su gracia
en
simpleza,
su placer
por la
vida en
debilidad
por el
vino y el
amor. Sus
poemas
fueron
compuestos
hasta la
época
bizantina
y sesenta
de ellos
están
recopilados
en
manuscritos
detrás de
la
Antología
palatina.
d.
ALCEO. Su
actividad
política.
Parece
haber
nacido
hacia el
630 a.C.,
en la
ciudad de
Mitilene,
poco
después
del
desmoronamiento
de la
monarquía,
y vivió la
lucha de
las
familias
nobles por
el poder.
Él
pertenece
a la
aristocracia
eólica,
por eso su
poesía es
el reflejo
inmediato
de una
vida
entregada
a la
acción
política
en medio
de las
luchas
civiles.
Fue
desterrado
dos veces.
Representa
el ideal
homérico
del honor
y la
gloria,
pero
asimilado
a los
nuevos
tiempos de
luchas de
partidos e
intereses
personales.
Es
apasionado
y violento
en los
ataques a
sus
enemigos
políticos,
ensañándose
en la
presentación
de sus
defectos
físicos y
morales.
Vemos en
diferentes
ocasiones
a Alceo
junto a
Pítaco en
las luchas
que libró
Mitilene
con Atenas
por Sigeo
en la
entrada
del
Helesponto.
Este
Pítaco
siempre
tuvo
mejores
virtudes
bélicas
que Alceo,
quién no
siempre
participó
en las
contiendas.
En otros
poemas
canta y
se lamenta
de los
sufrimientos
del
destierro
y es
seguro que
visitó
varios
países. La
rivalidad
entre
Alceo y
Pítaco
terminó
posiblemente
con la
victoria
del
segundo,
aunque
éste le
concedió
el indulto
por
preferir
el perdón
a la
venganza.
Hay una
imagen, la
de la nave
cuya
salvación
o pérdida
simbolizan
la de la
patria,
que ya
había
tratado
Arquiloco,
que Alceo
desarrolla
en forma
de
alegoría
extensa y
que tendrá
una larga
historia
posterior
como
alegoría
de la nave
del
estado.
Alceo no
se refiere
al Estado
en el
sentido
del
habitante
posterior
de la
polis,
sino a la
suerte que
corre su
partido y
a las
penurias
que hay
que
soportar
en la
lucha por
el poder.
En otro
orden de
cosas la
vida de
Alceo
transcurrió
entre el
arsenal de
armamento
de su casa
y una sala
contigua
donde se
celebraban
alegres
banquetes,
pues lucha
y bebida
están
siempre
unidas. En
sus formas
de vida,
esta
aristocracia
eólica es
la
heredera
del mundo
homérico,
aunque
tampoco
aquí se
observa
una
perspectiva
de
existencia
más allá
de la
muerte.
Por último
decir que
solo con
reservas
se puede
caracterizar
su lírica
como
poesía de
clase, ya
que lo es
en la
medida en
que todos
los
conceptos
que se
manejan
vienen
marcados
por la
actividad
de una
clase
social
determinada,
pero de
otra parte
el poeta
nunca se
preocupa
de exhibir
en sus
poemas los
valores
que forman
y guían
esta
clase.
e.-
El
problema
de la
personalidad
de SAFO.
En cuanto
a Safo, su
fama ya
desde la
antigüedad
ha
mezclado
pronto
realidad
con
leyenda,
ignorándose
incluso la
fecha de
su
nacimiento
y muerte.
Pocos son
los datos
seguros :
parece de
la misma
edad que
Alceo; de
familia
noble (su
padre
Escamandrónimo,
su madre
Cleis, sus
hermanos
Lárico y
Caraxo,
todos
estos
datos no
extraídos
de sus
poemas y
por lo
tanto
puras
conjeturas);
casada, al
parecer,
con hombre
rico, y
tenia una
hija; fue
desterrada
a Sicilia
hacia el
600 a Cr.,
pero
regresó
pronto; la
mayor
parte de
su vida la
pasó en
Lesbos, a
cuya vida
social y
ciudadana
está muy
ligada.
Una fuente
muy
singular
para la
vida de
Safo es la
carta a
Faón, que
Ovidio
hace
escribir a
la poetisa
en sus
Heroidas.
Sobre su
muerte fue
concebida
de forma
novelada
por
Menandro
en La
Leucadia,
diciendo
de ella
que saltó
del
elevado
risco a
las
profundidades.
Casi toda
su poesía
está
dedicada a
muchachas,
excepto
alguna
dirigida a
sus
hermanos y
quizá a
Alceo.
Según la
tradición,
escribió
nueve
libros de
odas,
epitalamios,
elegías e
himnos, de
los que
solo una
pequeña
parte nos
ha
llegado.
El tema
principal
de sus
poemas era
el amor,
expresado
siempre
con una
natural
sencillez,
a veces
con
ternura, a
veces con
pasión. En
todos los
casos es
siempre
algo
íntimo y
sentido,
un
verdadero
eros,
sin
trivialidades.
Sus poemas
de amor,
apenas con
adornos,
tienen la
inmediatez
y
espontaneidad
de algo
sentido,
en los que
la persona
se muestra
en su
totalidad,
con cuerpo
y
espíritu,
con placer
y dolor.
Eros es
lo más
bello, lo
más
deseable,
pero
también lo
más duro e
irresistible.
Para ella
Afrodita
es la
diosa más
importante,
como
dadora de
gracia y
belleza a
todo lo
que la
posee.
Parece que
dirigió un
círculo de
jóvenes
muchachas,
a las que
inició en
la música,
la poesía
y en el
culto de
Afrodita.
Conservamos
dos poemas
dedicados
a la
diosa, uno
de los
cuales
adopta la
estructura
de
petición,
pero el
tono no es
solemne,
sino de
amistosa
intimidad.
Conservamos
también
poemas más
formales,
compuestos
para
festividades
religiosas
o rituales
como el
Lamento de
Adonis,
amante de
Afrodita,
dios de la
vegetación
ligado a
cultos
antiguos,
o los
epitalamios
o cantos
de boda.
Escribe en
su
dialecto
lesbio
autóctono,
utilizado
con tal
sencillez
y
perfección,
que muchos
de sus
fragmentos
nos han
llegado a
través de
gramáticos
como
ilustraciones
de ese
dialecto.
Utilizó
metros
variados,
de los que
especialmente
uno, la
llamada
estrofa
sáfica, va
ligado a
su nombre.
Su poesía
fue muy
admirada
ya en la
antigüedad;
en la
época
helenística
y romana
se le
elevó a la
categoría
de décima
musa.
Poetas
latinos
como
Catulo y
Ovidio
conocen su
poesía y
la imitan.
La calidad
e
intensidad
de su
poesía
amorosa
siempre se
ha
valorado
mucho por
traspasar
las
fronteras
del
tiempo.
Estrofa
Sáfica
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