a.-
La vida de
Tucídides.
Los datos
de la
biografía
de
Tucídides,
hijo de
Oloro, son
escasos.
Solo
sabemos
con
exactitud
lo que nos
ha llegado
a través
de él
mismo: que
fue
elegido
como
estratego
en 424
a.C., año
en que
también
fue
desterrado
de Atenas
por no
haber
acudido a
tiempo en
auxilio de
la ciudad
de
Anfípolis,
conquistada
por el
general
espartano
Brásidas.
Su fecha
de
nacimiento
pudo estar
en torno
al 454
a.C.ya que
debería
tener los
treinta
años para
ser
nombrado
estratego.
Los datos
sobre su
muerte son
aún más
confusos.
Ciertas
fuentes
afirman
que muere
en Atenas,
otras que
ocurrió en
Tracia
tras la
guerra del
Peloponeso.
Lo cierto
es que
antes de
morir
regresó a
Atenas en
el 404 y
su tumba
se
encontraba
entre las
de la
familia de
Cimón,
hijo de
Milcíades,
vencedor
de
Maratón.
Aristócrata
de
nacimiento
y bien
dotado
económicamente
recibió
una
educación
acorde a
su rango y
asimiló
las
enseñanzas
de los
movimientos
filosóficos
y
retóricos
de su
tiempo. No
es un
historiador
casualmente
ya que,
por
tradición
familiar,
estaba muy
versado en
la vida
pública.
Su niñez y
juventud
coinciden
con la
época de
mayor
esplendor
de Atenas.
Seguramente
pasó la
mayor
parte de
su exilio
en sus
posesiones
auríferas
de Tracia,
aunque
también
pudo
realizar
viajes por
los
escenarios
de la
guerra.
Murió
hacia el
400 a.C.
b.-
Naturaleza
y génesis
de la obra
de
Tucídides.
Su
Historia
está
dividida
en ocho
libros, y
su
finalidad
es contar
la Guerra
del
Peloponeso.
Una
síntesis
podría ser
la
siguiente:
-
Libro
I.
Afirmación
de la
superior
importancia
de esta
guerra
respecto
a las
anteriores.
Recorrido
por la
historia
primitiva
de
Grecia.
Exposición
de su
metodología
histórica.
Antecedentes
de la
guerra.
-
Libros
II, III,
IV y V.
Guerra
Arquidámica,
que
recibe el
nombre
del rey
espartano
Arquidamo.
Invasión
del Ática
por los
espartanos
en 431
hasta la
paz de
Nicias.
Tregua y
reanudación
de la
guerra.
-
Libros
VI y VII.
Expedición
a Sicilia
de los
atenienses.
Desastre
ateniense.
-
Libro
VIII.
Descripción
de la
segunda
etapa de
la
guerra,
hasta el
411, en
que se
interrumpe,
quizá
porque al
autor le
sorprendió
la muerte
antes de
terminar
la
redacción
final.
En los
orígenes
de esta
obra,
Tucídides
cuenta con
los
logógrafos
jonios y
Heródoto
como
precedentes
en su
quehacer
histórico,
pero las
diferencias
con ellos
son
notables.
En primer
lugar era
insólito
escribir
una obra
de
historia
contemporánea,
pues sus
antecesores
narraron
las
glorias
del
pasado. En
cuanto a
las
fuentes,
Tucídides
afirma que
describe
los
acontecimientos
vividos
por él
mismo o
tras haber
examinado
con
cuidado
sus
informaciones.Por
último,
Tucídides
excluye lo
divino del
curso de
los
acontecimientos,
pues el
motor de
la
historia
no es la
“envidia”
de los
dioses,
sino la
lógica
interna de
los hechos
de los
hombres.
Dentro de
los hechos
presentes
que
pretende
narrar
destacan
los
políticos
y
militares,
pues
excluye de
su
narración
toda
manifestación
sobre la
vida
intelectual
y
artística
de Atenas.
c.-
La
ideología
de
Tucídides.
Tucídides
y el
imperialismo
ateniense.
Relación
de la
ideología
de
Tucídides
con la de
otros
intelectuales
contemporáneos,
en
particular
los
sofistas.
A
diferencia
de
Heródoto,
cuya
concepción
de la
historia
es
eminentemente
religiosa,
Tucídides
explica
los hechos
desde un
punto de
vista
humano.
Para él la
fuerza
motriz de
la
historia
es la
inteligencia
(gnwmh),
cuyas
decisiones
están
determinadas
por
cuestiones
políticas,
económicas
y
militares,
manteniéndose
al margen
de las
normas
religiosas.
Junto a
ella esta
la
fortuna
(tuch),
considerada
no como
potencia
divina,
sino como
lo
imprevisible
que surge
en el
acontecer
histórico.
Tucídides
considera
elemento
constante
del
proceso
histórico
a la
naturaleza
humana. Se
caracteriza
por su
aspiración
a la
libertad.
Estos
deseos,
elevados a
un nivel
general,
se
manifiestan
en el odio
del pueblo
sometido
hacia su
opresor;
en la
ambición
de poder;
en la
imposición
de la ley
del más
fuerte
sobre el
débil,
para el
que de
nada
sirven las
apelaciones
a la
justicia,
ya que por
encima de
todo se
imponen
razones de
conveniencia
y
utilidad;
en la
envidia
del éxito,
etc.
La
inteligencia,
pues, rige
los
destinos
de los
pueblos y
actúa por
móviles no
sometidos
a la moral
y la
religión,
pero eso
no implica
que todas
las
decisiones
humanas
procedan
de un
razonamiento
equilibrado,
sino que a
veces
actúan el
apasionamiento,
la
imprudencia
o la
precipitación.
El
pensamiento
del
historiador
coincide
con el
modo de
actuación
política
de
Pericles,
a quién
considera
idóneo
para
realizar
la guerra,
mantener
el imperio
ateniense
y buscar
el bien de
la ciudad.
Este
equilibrio
no fueron
capaces de
mantenerlo
sus
sucesores,
a los
cuales
critica
violentamente,
y tras su
fracaso
político y
militar,
Tucídides
elogió el
nuevo
régimen
moderado
que se
estableció
en Atenas
en 411
a.C.
Pero la
crítica de
Tucídides
no solo se
dirige
contra la
actuación
ateniense,
sino que
se
extiende
también a
los
excesos
cometidos
por los
espartanos.
Y es que
en este
autor se
constata
aún la
línea de
la antigua
tradición,
en la que
se
resaltaban
los
valores
morales
como el
amor a la
patria, a
la
justicia,
al bien
común,etc.
A pesar
del
egoísmo y
la envidia
del ser
humano se
puede
conseguir
un mundo
mejor.
Con
respecto a
su
relación
con los
sofistas
decir que
estuvo
influido
por ellos
en su
aplicación
de la
crítica
racional
al
análisis
del mundo
que le
rodea.
Pretende
hacer con
su
historia
verdadera
ciencia,
algo que
dure
siempre y
no solo
compuesto
para
deleitar
los oídos
de unos
cuantos.
Comparte
con los
sofistas
un
escepticismo
crítico en
relación a
aquel amor
a la
tradición
y a las
creencias
de
Heródoto,
que tanto
difiere de
la
realidad,
y que
configuró
su
pensamiento
pragmático
de la
historia.
d.-
El método
historiográfico
de
Tucídides.
Los
discursos
en la obra
de
Tucídides.
El
propósito
de
Tucídides
de exponer
la
estricta
verdad de
lo que
ocurrió,
hizo que
los
métodos
empleados
en su
investigación
difieran
de los
utilizados
por
Heródoto.Tucídides
contó con
la ventaja
de relatar
hechos
contemporáneos
y de poder
manejar
mayor
número de
fuentes
que
Heródoto,
pero
incluso
cuando se
remonta al
pasado
aplica una
crítica
racional
que
asegure la
verdad de
lo que
afirma.
Este
criterio
de
verosimilitud,
basado en
la idea de
progreso
económico
y militar
de las
ciudades,
es el que
le lleva a
afirmar la
superioridad
del
presente
sobre el
pasado, y
a
considerar
más
importante
la guerra
del
Peloponeso
que la
legendaria
guerra de
Troya.
Él realiza
una
exhaustiva
búsqueda
de datos
para que
los hechos
narrados
sean
objetivos
e inserta
en su obra
solo
aquellos
que
superan su
examen
crítico.
Pero
profundiza
aún más y,
partiendo
de sucesos
particulares,
pretende
extraer
las
interioridades
que
subyacen
en cada
uno de
ellos,
elevándolas
a la
categoría
de
principios
generales,
para que
las
posteriores
generaciones
actúen
conforme a
ellos en
situaciones
semejantes.
Planifica
los
acontecimientos
de acuerdo
con un
riguroso
ordenamiento
cronológico
por años,
dejando el
sistema
tradicional
basado en
el nombre
del
funcionario
epónimo de
los
contendientes.
* Por otro
lado
abundan
los
discursos
puestos en
boca de
los
personajes
que
intervienen,
los cuales
cumplen
una doble
función:
tratan de
expresar
la verdad
política,
es decir,
los
móviles
que mueven
a los
distintos
personajes,
y también
sirven
para la
dramatización
de su
relato.
Pero
además
sirven al
autor para
introducir
sus
propias
ideas, con
lo que se
pone en
tela de
juicio su
objetividad.
Su
cometido
se
manifiesta
sobre todo
en
aquellos
que,
siendo
contrapuestos,
exponen
las
motivaciones
de ambos
contendientes.
e.-
La lengua
y el
estilo de
Tucídides.
Formalmente
su estilo
es conciso
y directo,
de gran
intensidad
de ideas,
lo que
dificulta
su
comprensión
y sobre
todo su
traducción
cuidada.
Es el
creador de
la prosa
ática, el
que la
elevó a
categoría
literaria,
pero en su
lengua aún
quedan
huellas de
la
influencia
de la
prosa
jonia,
especialmente
de los
logógrafos
y
Heródoto.
A causa de
su largo
destierro
su prosa
ática es
un tanto
arcaica y
algunos de
sus rasgos
son:
-
abuso de
expresiones
nominales
-
frecuencia
de
nombres
abstractos
-
substantivación
de
participios,
adjetivos
e
infinitivos
-
acumulación
de
participios,
etc.
En cuanto
al estilo,
se pueden
observar
diferencias
entre las
partes
narrativas,
donde
resalta la
expresión
simple,
sencilla y
precisa, y
aquellas
otras,
especialmente
los
discursos,
en las que
concentra
su
pensamiento
político,
donde el
lenguaje
es denso,
con
expresiones
oscuras
difíciles
de
comprender.
En su
narración
contrastan
los
periodos
largos, a
veces
seleccionados
por
oraciones
parentéticas,
con otras
frases
inesperadamente
cortas que
, por su
densidad,
contribuyen
a
dificultar
la
comprensión
del texto. |