Natalia Cano | (Almedinilla) Córdoba www.elmundo.es 03/11/2011

Una de romanos. El pueblo cordobés de Almedinilla posee los restos arqueológicos de una sorprendente villa romana. La visita a la misma, así como al museo donde atesora valiosas piezas de arte, culmina con la recreación de una cena romana.

A unos cien kilómetros de la ciudad omeya, en el sur de la mancomunidad de la Subbética, al pie de de la sierra de Albayate y regadas por las aguas del río Caicena, donde Córdoba se junta con las provincias de Granada y Jaén, se encuentra Almedinilla. Este pequeño pueblo cordobés es una mina en cuanto a patrimonio arqueológico se refiere.

Es tal la importancia en este campo que casi toda la oferta gira en torno a su conjunto arqueológico formado por el poblado íbero del Cerro de La Cruz y la Villa Romana de El Ruedo, ambos declarados Bien de Interés Cultural. Junto con el Museo Histórico-Arqueológico forman parte del Ecomuseo del río Caicena, una propuesta para investigar mantener, conservar y divulgar esta riqueza cultural.

El banquete
Hace años que en Almedinilla se vienen organizando cenas a la romana, desde que aparecieron los restos de una espléndida villa en El Ruedo datada entre los siglos I y VI y presidida por el inquietante bronce de Hypnos, el dios del sueño, hijo de la noche y hermano gemelo de la muerte.

Para disfrutar de este singular destino nada mejor que disfrutar de las jornadas gastronómicas dentro del paquete ‘Un día en la Bética romana’. Se trata de una actividad singular que se conserva en el recuerdo. Consiste en un almuerzo o cena realizada con el recetario de Marco Gavius Apicius (siglo I) que se disfruta después de la visita guiada a la Villa Romana de El Ruedo, al poblado íbero del Cerro de La Cruz y al Museo Histórico-Arqueológico.

De este modo se mantiene la presentación, las peculiaridades y el ritual del banquete romano. En el transcurso de la celebración se realizan diversas interpretaciones teatrales a través de la expresión corporal (pantomima romana) que relatan y escenifican diversos mitos y leyendas relacionados con el dios Hypnos, sobre particulares pasajes de la literatura de entonces.

La anfitriona de la casa, vestida con una holgada túnica escarlata recibe a sus invitados y alzando enérgicamente su copa de vino invoca: «¡Gozad con esta comida y que los dioses os sean propicios!». Esta actividad tiene una duración aproximada de tres horas.

Más información en www.almedinillaturismo.es

FUENTE: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/02/andalucia/1320263089.html