OTR/PRESS | Grecia 03/02/2009

Las excavaciones llevadas a cabo por un equipo de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) en el Monte Lykaion, en Arcadia, una región del Peloponeso griego, ha dado lugar a un hallazgo que podría explicar los orígenes de la religión en la Antigua Grecia.

El doctor David Gilman Romano y su equipo han descubierto evidencias de que el culto al dios Zeus pudo nacer en el Monte Lykaion hace 3.200 años -entre el 1.390 y el 1.291 antes de Cristo-, durante la época de la civilización micénica en las tierras griegas. Si así fuera, Zeus sería una de las pocas herencias de dicha civilización que sobrevivieron a las migraciones dorias que se produjeron a finales del segundo milenio antes de Cristo.

El poeta griego Calímaco escribió en el siglo IV antes de nuestra Era un largo himno al dios Zeus en el que se preguntaba ‘¿Cómo debemos cantar sobre él? ¿Cómo señor de Dicte o de Lykaion? Mi alma está en duda’. El doctor Gilman Romano, investigador de la sección mediterránea del Museo de la Universidad de Pensilvania, asegura que puede responder, en parte, a las dudas que en su día tuvo el poeta nacido en Cirene, la actual Libia, hace más de 2.300 años: a Zeus se le puede denominar señor del Monte Lykaion, porque es allí donde nació el culto al dios hace 3.200-3.400 años.

Las excavaciones arqueológicas que el investigador ha llevado a cabo en el Monte Lykaion en los últimos años parecen demostrar que el culto al ‘rey’ del panteón de la mitología griega se originó en este lugar, según informaciones del Museo de la Universidad de Pensilvania recogidas por otr/press. Las evidencias que confirmarían que Zeus ‘nació’ en el Peloponeso han sido halladas en la cima Sur del Monte, donde, según la mitología, vivió Pelasgo, hijo de Gea (la Tierra) primer hombre que habitó la Arcadia y padre de Licaón, que inició el culto a ‘Zeus Lykaion’, cuyo altar se hallaba en ese lugar.

Cerca de una quincea de vasijas de origen micénico, junto a pequeñas figuras animales y humanas y otra miniatura de un hacha de doble filo aparecieron en aquel lugar. Los investigadores también encontraron allí huesos calcinados de animales, principalmente cabras y ovejas, otro indicador de los sacrificios que se llevaban a cabo en el lugar en honor a Zeus. «Esta nueva evidencia sugiere con contundencia que libaciones y fiestas tenían lugar en lo alto de la montaña» durante el periódico micénico de la civilización arcaica griega «entre 3.300 y 3.400 años» antes de la época actual.

RASTROS MICÉNICOS
Uno de los hechos más llamativos de este importante hallazgo arqueológico es que se trata de una de las pocas evidencias del mundo griego que demuestran que rasgos de la civilización micénica sobrevivieron a la llegada de los dorios. Este pueblo, cuyo origen todavía se discute -aunque se especula con la posibilidad de que proviniesen de los Balcanes- sacudió por completo la vida en el Egeo, hasta tal punto que su migración -o invasión, otro aspecto en discusión por los historiadores- eliminó la mayor parte de rastros de la civilización micénica, el mayor periodo de esplendor de la Grecia arcaica.

Este periodo, entre XIV y XII siglos antes de nuestra Era, coincide con la escritura Lineal B, en el que cada uno de los signos representa a una sílaba y que precedió al posterior idioma griego, según algunas hipótesis. De hecho, se han encontrado documentos escritos con este tipo de signos que mencionan a Zeus como una deidad recibiendo las ofrendas de los mortales. Otras pruebas mencionan una altar a cielo abierto y un ‘temenos’ (o terreno sagrado sin más construcción que un pequeño altar donde depositar las ofrendas al dios) que bien podría ser el Monte Lykaion.

MÁS INFO: UA experts help find pre-Zeus religion in Greece