José A. Ordóñez | Oviedo www.lne.es 26/05/2012

Los numerosos vestigios imperiales que se conservan en la región confirman la importancia que tenía el agua en la vida de las ciudades de la época.

¿Cómo era la vida en la Asturias romana? Completada la conquista militar del territorio por las legiones y, por tanto, anulada la encarnizada resistencia de las tribus indígenas, arrancó un proceso de romanización del que quedan numerosos vestigios hoy en día. Son restos de villas, ciudades, termas y otros elementos que remiten a una sociedad fuertemente compartimentada en clases sociales, desde la senatorial hasta la de los esclavos. Sus usos y costumbres, especialmente los relacionados con el agua, aspecto esencial de la cultura imperial, se abordan en el fascículo de la colección «Asturias monumental» que LA NUEVA ESPAÑA entrega mañana, gratuitamente, con el periódico del día. Se trata de la tercera y última entrega dedicada a analizar la huella dejada por Roma en la región.

Gijón, uno de los grandes enclaves romanos del territorio que hoy ocupa Asturias, contó con termas desde comienzos del siglo II. Llama la atención, entre otras muchas cosas, el sistema de calefacción que se utilizaba hace 19 siglos, basado en el denominado hipocausto, un horno en el que se producía aire caliente que mantenía el suelo de la habitación a buena temperatura. Estas termas contaban con seis estancias: un pasillo, un vestuario dotado con calefacción, un «frigidarium» con piscina de agua fría, y un «caldarium», con recinto para baños de agua caliente. Parte de estas instalaciones se extendían bajo la actual iglesia de San Pedro. Además de en Gijón, hay restos de termas o baños de la época romana en Valduno (Las Regueras) y en Puelles (Villaviciosa), entre otros.

Y es que no sólo Gijón tiene impronta romana. Excavaciones recientes han puesto de manifiesto que Oviedo también comparte ese pasado. Cabe resaltar, por ejemplo, que cerca de la calle Cimadevilla había una fuente, sin que se haya aclarado todavía si era de servicio público o si, por el contrario, pertenecía a alguna villa. El puente romano de Colloto, sobre el río Nora, fue un importante lugar de paso, tanto para la ruta hacia el Oriente, como para ir a Lucus Asturum, una ciudad que se corresponde con Lugo de Llanera. Citada también por Ptolomeo, aparece en el Anónimo de Rávena, un itinerario latino del siglo VII, pero basado en otros anteriores.

El actual concejo de Lena tuvo una notable presencia romana. En el Museo Arqueológico de Asturias se conserva un mosaico proveniente de Memoriana, que se identifica hoy con Mamorana, en la parroquia de Castiello. En Memoriana había una «mansio», que eran una especie de paradas oficiales incluidas en las principales calzadas y pagadas por el Gobierno. Es posible que Valduno también fuera una «mansio» en la ruta que conducía a Lucus Augusti, actual Lugo.

Bajo el dominio de Roma, los antiguos castros pierden su carácter indígena y pasan a ser centros administrativos de las nuevas autoridades. Un buen ejemplo de ello es, por ejemplo, el Chao Samartín. Asturias, mientras tanto, se va salpicando de villas y asentamientos rurales que sustituyen a los castros. Veranes es la villa romana mejor conocida de la región, gracias a las intensas excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento.

Las excavaciones realizadas junto a la iglesia parroquial de Valduno han sacado a la luz los vestigios de unas termas romanas en bastante buen estado de conservación. Hasta el momento, los arqueólogos no han podido confirmar si corresponden a una «mansio» o a una villa, y si, por tanto, se trataba de instalaciones de uso privado o abiertas al público.

FUENTE: http://www.lne.es/asturias/2012/05/26/bano-romano-asturias/1247647.html