Durante las excavaciones que se llevan a cabo en la Región V de Pompeya, los arqueólogos han localizado detrás de la Casa del Larario dos nuevas estancias con camas y una serie de objetos que arrojan nueva luz sobre cómo era la vida cotidiana de los antiguos romanos en aquella desaparecida ciudad.

J. M. Sadurní www.historia.nationalgeographic.com.es 19/09/2022

Pompeya no para de dar sorpresas a los arqueólogos. El pasado mes de agosto, la Superintendencia de Pompeya anunció un increíble descubrimiento en la Casa del Larario, una mansión situada en la Región V de Pompeya, una zona que está en los últimos años está siendo excavada exhaustivamente y que ha proporcionado importantes hallazgos, entre ellos una taberna que conserva unas magníficas pinturas.

El nuevo este descubrimiento, que fue anunciado a principios de agosto, consistía en una serie de sencillas habitaciones en las que se habían conservado algunos muebles repletos de objetos: una cama muy sencilla con tan solo dos travesaños en los que aún podían verse las cuerdas trenzadas, una mesa auxiliar redonda de tres patas, un baúl sobre el que cayeron los restos de las vigas y los tablones del techo del piso superior, un plato de terra sigillata (un tipo de cerámica rojiza muy apreciada), una preciosa lucerna con dos bocas en la que se representa al dios Júpiter montado sobre un águila y un armario de madera con al menos cinco baldas caídas.

UN DESCUBRIMIENTO SORPRENDENTE

Cuando se hicieron públicos estos hallazgos, las excavaciones aún seguían en marcha. Ahora, los arqueólogos han desvelado el resultado de estos trabajos y han revelado lo que escondía la parte inferior del armario que quedó parcialmente carbonizado y sepultado por la devastadora erupción del Vesubio. Tras retirar las pequeñas ánforas y los platos de vidrio de los estantes superiores salieron a la luz varios recipientes de terra sigillata y varias botellitas de vidrio rotas. «Es un verdadero tesoro no por su valor material, sino por la imagen que proporciona de la vida cotidiana en la antigua Pompeya», ha señalado Gabriel Zuchtriegel, el director del parque arqueológico.

Pero no son estos los únicos hallazgos que se han llevado a cabo en la zona. Los arqueólogos acaban de anunciar que se han localizado además otras dos pequeñas habitaciones que pertenecían a otro edificio situado justo detrás de la Casa del Larario. En una de ellas, que los arqueólogos han llamado Ambiente 16, mediante la aplicación de la técnica de los calcos de yeso (que consiste en rellenar con escayola el hueco que deja la materia orgánica al descomponerse), se ha podido recuperar el mobiliario completo, así como parte del falso techo que colapsó tras la erupción.

LA CUÑA POMPEYANA

El estudio de los moldes sugiere que en la sala, de unos trece metros cuadrados y que servía como dormitorio, había dos grandes camas con unos cabeceros decorados. La primera de ellas, de unos 2,20 x 1,20 metros, era más grande que las tres identificadas el año pasado en la llamada «habitación de los esclavos«, descubierta en la villa suburbana de Civita Giuliana, y que conservaba restos de tela, probablemente del colchón, y una manta enrollada de manera desordenada. En esta villa también se localizaron los cuerpos de dos hombres a quienes al parecer no dio tiempo de escapar de la erupción, y en las cuadras aparecieron asimismo los restos de caballos enjaezados, preparados también para salir huyendo.

Por otra parte, sobre la segunda cama que ocupaba la estancia se descubrió parte del falso techo de madera, que colapsó durante la erupción. Su mal estado no ha permitido a los arqueólogos reconstruir completamente la estructura, sin embargo lo que sí han logrado es documentar la decoración del cabecero de madera, formado por finas placas de hueso con diferente motivos decorativos como capiteles jónicos o hojas lanceoladas. Los trabajos ha revelado asimismo que al pie de una de las camas había los restos de la base de un cesto de mimbre, un pequeño armario cuadrangular y una cuña de madera para poder nivelar las patas de la cama en caso de necesidad.

El ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, ha manifestado tras conocer este magnifico descubrimiento: «Pompeya no deja de asombrarnos y es una bellísima historia de recuperación, la demostración de que si Italia trabaja en equipo e invierte en los jóvenes, la investigación y la innovación alcanza resultados extraordinarios». Y es que los arqueólogos están convencidos de que Pompeya aún esconde innumerables misterios por revelar.

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