Cristóbal Macías, Universidad de Málaga http://seec-malaga.blogspot.com 06/05/2008

Tal vez la primera pregunta que habría que plantearse es si realmente es necesario emplear Internet como apoyo para la enseñanza de unas materias tan específicas como las nuestras, materias que todavía dependen mucho del texto impreso sobre soporte papel.

La pregunta no es baladí. Si esa misma pregunta la planteáramos en lo que a la investigación se refiere:¿Es necesario el uso de Internet para la investigación? La respuesta sería indudable: no sólo es necesario, sino que hoy por hoy es imprescindible. En efecto, en el terreno de la investigación, hasta los más recalcitrantes al empleo de las Nuevas Tecnologías están convencidos de la utilidad de la Red. En primer lugar, como herramienta de comunicación, sobre todo, a través del correo electrónico (todavía con poca penetración a nivel universitario de una herramienta tan eficaz como el blog).

Luego, para la búsqueda de información bibliográfica: catálogos online de bibliotecas, repertorios bibliográficos electrónicos (algunos digitalizados a partir del soporte papel, como el célebre Année Philologique). Asimismo, para la obtención de artículos y trabajos de investigación publicados en soporte electrónico: cada vez son más las revistas en soporte papel que optan por colgar de la Red no sólo sus sumarios e índices, sino incluso los trabajos a texto completo, al menos, los correspondientes a los números antiguos. Eso sin contar con que cada vez más son las revistas que en todos los campos del saber están optando exclusivamente por el formato electrónico.

Por el contrario, si planteamos la pregunta de la necesidad de Internet en el terreno de la enseñanza, las respuestas ya no serán tan unánimes. Todavía si esa pregunta la planteamos a profesores de Secundaria y Bachillerato, es muy posible que haya más unanimidad en considerar que al menos un uso limitado es conveniente. Incluso, a este nivel, es muy fácil encontrar auténticos tecnófilos que cometen, involuntariamente, el error de considerar casi más importante la herramienta que el contenido; o por mejor decir, de supeditar los contenidos a las nuevas herramientas informáticas que constantemente van surgiendo.

Que en la Secundaria y en Bachillerato esto sea así se explica porque es a ese nivel donde más esfuerzo se ha hecho por parte de las autoridades académicas para poner al día los conocimientos informáticos de los docentes. Desde hace al menos diez años, la oferta formativa de los Centros de Profesores incluye en cualquier disciplina los obligados cursos de TIC.

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