1. LA POESÍA ÉPICA

1.2 La Ilíada y la Odisea: temática. El héroe homérico

La Ilíada es un poema épico en torno a la legendaria guerra de Troya. Su fondo histórico es innegable hoy día, sobre todo tras el hallazgo del estrato denominado” TROYA VIIa “por el arqueólogo Schliemann, que se ha identificado con la Troya Homérica, y narra la conquista de esta ciudad por los griegos.

El tema inmediato de la obra es el enfrentamiento entre Agamenón y Aquiles -dos héroes griegos- y sus consecuencias, enmarcado dentro de otra acción más general como es la guerra de Troya. Ambas están admirablemente entretejidas y mezcladas con todo el aparato divino.

En el Canto I se presenta  la cólera de Aquiles motivada por la pérdida de la esclava Briseida, arrebatada por Agamenón, que le habia correspondido en el reparto de un botín y la petición de ayuda a su madre Tetis, una semidiosa, quién logra de Zeus la promesa de vengar la afrenta que Agamenón ha infringido a su hijo, haciendo que los griegos sufran descalabros. Este plan de Zeus no se cumplirá hasta el Canto XI, mientras tanto tienen lugar diversas descripciones, revistas de tropas, proezas de caudillos griegos y troyanos, escenas en el palacio de Troya ( por ejemplo la despedida de Héctor y Andrómaca del Canto VI ) o en el campamento griego, disputas entre los dioses favoreciendo a unos u otros, etc.

La retirada de Aquiles de la guerra no supone inmediatamente una derrota de los griegos, sino que hasta el Canto VI son más bien los troyanos los que pasan apuros. Trás una serie de alternativas y viendose la situación insostenible para los griegos, en el Canto XI deciden enviar una embajada a Aquiles para rogarle que vuelva al combate, prometiéndole a su esclava y otros regalos, pero éste se niega.

En los Cantos siguientes alternan las victorias griegas y troyanas de acuerdo con las ayudas de los diferentes dioses. Por fin ,en el Canto XVI, Aquiles permite a Patroclo, su amigo y compañero, que intervenga en la batalla, y logra alejar a los troyanos de las naves griegas ocasionando una gran matanza de enemigos, pero éste cae a manos de Héctor, hijo de Príamo ( rey de Troya ) y hermano de Paris, ayudado por Apolo. Cuando Aquiles se entera de la muerte de Patroclo, en el Canto  XVIII, desesperado decide volver al combate con afán de venganza, y así se llega al punto culminante de la acción, que es la muerte de Héctor, en el Canto XXII. En el Canto XXIII se narran los funerales de Patroclo  y los juegos fúnebres celebrados en su honor. La obra termina en el Canto XXIV donde el rey Príamo  se humilla ante Aquiles suplicándole que le devuelva el cadaver de su hijo Héctor. No obstante la guerra continua, pero los datos que nos han llegado de ella son fragmentarios.

En la Ilíada, la guerra de Troya , que transcurre en su noveno año, se nos presenta casi con la novedad del primer dia : así la narración de los contingentes de ambos ejércitos, en el Canto II ( Catálogo de las naves ); o el duelo entre Paris, raptor de Helena, y Menelao, esposo enamorado de ella, en el Canto III; o bien las intervenciones de otros caudillos como Diomedes, Ayax, Ulises, Idomeneo, ect, cuyas apariciones constituyen auténticas “novelitas” o narraciones aparte.

En la narración abundan, además, pasajes descriptivos, por ejemplo de la “copa de Néstor” o del “escudo de Aquiles”, que hacen crecer el suspense, por un lado, e introducen cierto relax en el clima tenso de las luchas. No obstante el conjunto de la obra refleja cierta unidad, por ejemplo con la idea siempre presente de que Troya caerá y será arrasada, hecho que coincide con el desmoronamiento y muerte de Héctor.

El tema central de la Odisea es el accidentado regreso de Ulises de Troya, perseguido por Poseidón, su llegada a Itaca y la venganza de los pretendientes ávidos de ocupar su puesto en el trono y en el corazón de su esposa. Es un tema típico de relatos populares en muchas literaturas, que en el caso de la Odisea parece que el personaje de Ulises, como protagonista de la leyenda del héroe que regresa, es muy antiguo, conocido sin duda antes de la guerra de Troya. Este tema se iría ampliando con material folklórico de distintas procedencias, así se han encontrado semejanzas con la epopeya babilónica, o con las leyendas hititas y egipcias. Esta historia del retorno y venganza de un héroe y sus aventuras fabulosas se integra dentro del ciclo troyano, haciendo que su protagonista, Ulises, fuese uno de los héroes aqueos que vuelven a su patria trás la toma de Troya.

La Odisea, bajo su forma actual, se compone de tres conjuntos épicos:

1) La Telemaquia (Cantos I-IV) especie de prólogo donde se narra la leyenda del regreso de los aqueos de la guerra de Troya. la tardanza de Ulises, la dificil situación creada en Itaca, y los viajes de Telémaco en busca de noticias sobre su padre.

2) Los relatos en la corte de Alcinoo (Cantos V-XIII) adonde Ulises ha llegado en su largo peregrinar. Aquí relata Ulises todas las aventuras de su viaje desde la caída Troya, y tiene lugar la decisión de los dioses de acabar con las penalidades del héroe y dejarle arribar a su patria. En esta narración se encuentran los elementos más antiguos del folklore primitivo y está llena de evocaciones legendarias : los cíclopes, las sirenas, la bajada a los infiernos, las vacas del Sol devoradas por  los compañeros de Ulises, etc.

3) La matanza de los pretendientes (Cantos XIII- XXIV), antes de la cual se produce la vuelta de Ulises a Ítaca, el regreso de Telémaco, el progresivo reconocimiento del héroe por sus leales, actitud insolente de los pretendientes, hasta que se llega , en el Canto XXII, al punto culminante de la acción con la victoria de Ulises, como un mendigo, en la prueba del arco y la posterior matanza de los que asediaban a su esposa  y su patrimonio. En el Canto XXIII se produce el reconocimiento del héroe por su esposa, y en el XXIV se describe la llegada de los pretendientes al Hades, la visita de Ulises a su padre Laertes, y la pacificación de Ítaca cuando Ulises asume de nuevo el mando.

* * *

Hermann FRÄNKEL nos ha presentado al hombre homérico en su sencillez y unidad, y en la forma incondicional de abrirse al mundo. En la Iliada los seres  humanos son más impenetrables y cerrados pero en la Odisea encontramos nuevos tonos de una mayor hondura psicológica, por ejemplo la delicadeza con la que es sugerida la naciente simpatía de Nausicaa por el forastero, el hecho de que Ulises ocupe el mismo asiento que un poco antes había ocupado el dios Hermes  en la caverna de la ninfa Calipso, o la tendencia a acentuar la ironía cuando, en el Canto XVII, el porquerizo conduce a su señor, con aspecto de un mísero mendigo, a la ciudad.

Un problema que se presenta es al preguntarnos por la conciencia individual y las posibilidades de decisión del héroe homérico. El lenguaje homérico no cuenta con ninguna expresión que equivalga plenamente a nuestra palabra “alma”. Lo que expresa con la palabra  yuch  es algo que aparece al morir el ser humano, cuando abandona al cuerpo para llevar una miserable existencia en el Hades, que mientras el ser humano vive es fuente de todos sus sentimientos y deseos, pero no se llega a saber nada sobre su naturaleza y dinamismo. Solo llegamos a captar aspectos parciales de ella, a los que se alude con términos como : qumoV  - emociones -, frhn  - diafragma como asiento de la actividad racional -, nouV  - pensamiento -, etc. Se ha señalado cierto paralelismo entre estas expresiones relativas a lo psíquico con la manera en que los personajes homéricos se refieren al cuerpo ; así la palabra  swma  aparece en Homero aplicada al cadáver, con lo cual tenemos otra parcialidad del significado global de este término.

SNELL nos ha señalado esta manera de expresarse los personajes homéricos, pero no debemos sacar la conclusión de que en el mundo de Homero  no se hubiera visto en absoluto la totalidad de una persona, al contrario los personajes de estos poemas poseen en alto grado la personalidad. El ser humano es sentido como una totalidad, que se halla incluida en cada una de sus partes por naturaleza, sin mediar ninguna reflexión.

A la cuestión de la conciencia personal se vincula otra que se plantea hasta qué punto estos hombres toman decisiones propias y son responsables de ellas. La intervención de los dioses se halla tan ligada a la acción humana, es tan frecuente, que se ha querido negar toda existencia de decisiones propias a los personajes homéricos. Para aclarar esto hay que señalar aquellos momentos en los que el héroe homérico toma decisiones por sí mismo, como en Odisea  6 - 145  cuando Ulises decide la manera de asegurarse la ayuda de Nausícaa. Pero  ¿ qué ocurre en los otros muchos casos en que un dios inspira, frena o alienta la acción del héroe ? No se puede plantear así la cuestión, pues la voluntad humana y los planes divinos se encuentran completamente entrelazados, y esta conexión es tan intima que toda separación basada en criterios lógicos destruiría la unidad que supone esta visión del mundo.

No obstante ambas esferas, la divina y la humana, pueden llegar a contraponerse, pero no es lícito aislar a  una de ellas, puesto que la vinculación entre ambas se hace de una manera irreflexiva.

También se puede ver una diferencia entre Ilíada y Odisea en este tema, pues en la segunda no solo el ser humano se ha vuelto más autónomo, sino también los dioses, y es el hombre mismo quién decide su proceder y es responsable de él.

Snell piensa que la poesía homérica refleja una concepción del poeta  de un individuo dotado de conceptos psicológicos elementales, los cuales serán compartidos por el público de Homero y, en general, por toda la sociedad homérica. Poco a poco , a través de la lírica, poeta, público y sociedad iría aumentando esos conceptos hasta alcanzar la plenitud de los atributos psicológicos. Por ejemplo en el vocabulario homérico faltarán términos para designar la introspección, es decir la interiorización de ciertas actuaciones que le afectan sin saber porqué : las pasiones o emociones que actúan sobre él no se comprende y el hombre homérico las atribuye a causas externas. El héroe homérico no se siente sujeto sino objeto de acciones que le afectan, y cree que una fuerza exterior opera sobre él.

Temática de la poesía homérica y la realidad histórica:

La poesía homérica ha sido redactada en el s. VIII a. C. y tanto por su contenido como por su temática no pretende ser una poesía contemporánea y sí una poesía histórica. Hay un contraste entre el mundo contemporáneo y aquello a que el autor quiere referirlo, no obstante este mundo contemporáneo irrumpe en la poesía homérica aun en contra de la intención del autor.

El poeta quiere referir un pasado que es la Grecia de mediados del II milenio a. C., donde se había forjado la mayor parte de la mitología griega, pero ¿ constituye ésta un recuerdo histórico concreto? ¿es histórica la referencia de los poemas a la guerra de Troya y las peripecias de sus héroes?

A finales del s. XIX, SCHLIEMANN sostuvo que la poesía homérica comportaba al menos un fondo de veracidad histórica, y tras diversas excavaciones encontró en la zona de Troya restos identificables con la Troya homérica. Tras él BLEGEN concluyó que un estrato arqueológico, llamado VII A, datado en 1200 a. C., fecha de la destrucción de Troya, coincide con la Troya homérica.

También se ha intentado buscar un testimonio escrito, contemporáneo de la guerra de Troya, y se creyó encontrar en unos textos hititas hacia el 1200 a.C. PAGE fue el principal impulsor de estas ideas y aportó varios nombres que, procedentes de estos textos, coincidían con los de los hechos históricos : Ahiyawa (acaia = tierra de los aqueos) y Truisa (Troya). Además Assuwa podría ser una comarca de Asia Menor a la que pertenecería Troya como cabeza de partido.

No obstante, debido a las objeciones planteadas por los adversarios de estas ideas, el problema de la historicidad de los poemas homéricos sigue sin resolverse y últimamente se ha estudiado la guerra de Troya tomando como argumento la literatura comparada, aunque este tipo de estudio presenta como dificultad la heterogeneidad de los poemas épicos que se conocen : unos históricos ( poema del Cid ) y otros ahistóricos ( Chanson de Roland ).

La sociedad reflejada en la poesía homérica y su correlato en la realidad social griega:

El punto de partida para su conocimiento seria el estudio de la arqueología y las tablillas micénicas, es decir los materiales de ambos periodos y las instituciones que aparecen, pero es difícil por la escasez de información. Se puede deducir lo siguiente:

En cuanto a la estructura política la poesía homérica la recoge bien referida al periodo micénico, donde hay una civilización Palacial cuya cabeza visible es el Rey, rodeado de una Nobleza nombrada por él con carácter reversible y un complejo aparato burocrático, pero no existe una estructura religiosa autónoma, ya que el sacerdocio está sometido al poder real. El paralelo en los poemas homéricos lo tenemos en la descripción del reino de Menelao.

La monarquía arcaica apenas la conocemos y es difícil ver  rasgos comunes con la micénica.

En cuanto a la organización social del mundo micénico la podemos ver clara en los poemas homéricos, y está centrada en la unidad de cultivo familiar ( oikoV ). El campesino es libre y posee una cantidad de tierra autosuficiente, es autárquico. En el oikos se producen los alimentos y vestidos necesarios. Se dispone de algún esclavo, que apenas se ocupa de la tierra, con carácter doméstico haciendo labores complementarias.

De otro lado están los artesanos, hombres libres que incluyen desde el médico al carpintero o al poeta, y el terrateniente, que recurre a los jornaleros para el cultivo de la tierra.

Por su parte la poesía homérica refleja situaciones complejas que no siempre son repartibles entre la parte heroica y la histórica, pues la primera tiende a reflejar la situación Palacial y la segunda la del oikos.

Se suele decir que la Odisea refleja una proximidad del señor al campesino que no se da en las tablillas micénicas, por ejemplo cuando Odiseo desafía a Eurímaco para ver quién labra mejor la tierra.

¿Hasta qué punto quedan en la Odisea situaciones de explotación agrícola comunitaria? Está por investigar y THOMSON cree  que se trata de una explotación individual donde la propiedad no es privada;  lo claro es que debieron existir otras formas de explotación distintos del oikos.

 

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1. LA POESÍA ÉPICA
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