M.A. | Madrid www.abc.es 25/10/2011

La Unesco llama a proteger el patrimonio arqueólogico ante la inestabilidad del país y el fin de la misión de la OTAN para evitar saqueos como en Irak o Egipto.

Las ruinas romanas de Leptis Magna y el puesto comercial fenicio de Sabratha han sobrevivido hasta ahora a la guerra de Libia, así como los otros cinco lugares que figuran en la lista de Patrimonio Universal de la Unesco. Así lo comprobó una comisión de investigación que visitó Libia en septiembre.

Los tesoros arqueológicos del país han logrado salvarse del expolio gracias a que la Unesco facilitó a la OTAN las coordenadas geográficas de los principales espacios culturales del país para que no fueran bombardeados. Pero ahora, con la muerte del dictador Muamar Gadafi y el próximo final de la misión aliada el 31 de octubre, los riesgos que corre el patrimonio cultural del país se multiplican.

«Sabemos perfectamente bien que, en un periodo de gran inestabilidad, esos lugares son los más amenazados por los robos», señala la directora de la Unesco, Irina Bokova, que ha solicitado al nuevo Gobierno libio que proteja sus tesoros del expolio y el comercio ilegal. Sus miedos están fundados: Miles de piezas arqueológicas desaparecieron en Irak tras la caída del Gobierno de Saddam Hussein y en Egipto, la primavera árabe trajo consigo el robo de más de cincuenta piezas del Museo egipcio.

La Unesco ya ha alertado a los comerciantes de arte de los países vecinos para que estén vigilantes sobre el posible comercio ilegal.

«Los riesgos permanecen porque la situación todavía no está estabilizada. Hemos visto otros sitios -como Irak y Afganistán- en los que el periodo posterior al conflicto fue el más peligroso. Esto es porque cuando hay muchas armas, muchas fuerzas armadas y mucha inestabilidad, es cuando comienzan los saqueos», afirmó la pasada semana el asistente del director general para Cultura de la Unesco.

El Tesoro de Bengasi
Uno de los robos que sí se han registrado es el de la colección arqueológica conocida como el Tesoro de Bengasi, que desapareció tras la liberación de la ciudad por los rebeldes libios en marzo. «No hay imágenes documentadas. Hay que ir lo antes posible al Banco Nacional del Comercio de Bengasi donde se custodiaban las cajas que contenían las 8.000 monedas antiguas de oro, plata y bronce. Hay que ver qué queda de ellas», señalaba el pasado 21 de octubre en la Unesco el profesor Serenella Ensoli, director de la misión arqueológica italiana de Cirene.

El diario Le Figaro muestra hoy en exclusiva las únicas imágenes conocidas hasta hoy de esas monedas, que publicó en 1958 el semanario especializado «Italia Numismática» bajo el título «Las monedas de Cirene y el silphium».

El valor de esas monedas radica en su doble rareza. No solamente son antigüedades griegas que datan de entre el año 570 y el 375 antes de Jesucristo. Testimonian la existencia del silphium, una planta endémica de la región, hoy desaparecida. Los griegos consideraban el silphium como un «don precioso de la naturaleza». Según Plinio el viejo, «La oveja se duerme en cuanto la come y la cabra estornuda». A su jugo le atribuían virtudes adivinatorias. César utilizó cajas enteras para pagar a sus legionarios, según se lee en el artículo de «Italia Numismática». La planta, que se podía encontrar en la Cirenaica antigua que se extendía desde el jardín de Hespéruides hasta la villa de Sirte, desapareció en la época de Nerón. Italia, antigua potencia colonial en Libia, conservó el tesoro en la península desde 1940 hasta la independencia del país en 1961.

En el mercado del arte, las monedas antiguas están actualmente de moda, según recuerda Le Figaro. El pasado 12 de octubre, una pieza griega de la colección Peyrefitte se adjudicó en una subasta en París por 202.825 euros, un récord en Francia.

FUENTE: http://www.abc.es/20111025/cultura/abci-tesoros-libios-201110251112.html