Barcelona | EFFE www.lavanguardia.com 04/10/2011

La obra, representada en forma de monólogo, está dirigida por Miguel del Arco.

La actriz Núria Espert vuelve, diez años después, al viejo Teatre Lliure de Barcelona con La violación de Lucrecia, un poema dramático de Shakespeare representado en forma de monólogo, en un espectáculo dirigido por Miguel del Arco.

La actriz ha confesado que aunque no es nada nostálgica, «al entrar aquí, donde no había estado desde la restauración del teatro, me han venido recuerdos de la época de Fabià Puigserver y de Lluís Pasqual» y ha revelado que «aquí me siento como si hubiera formado parte de aquel grupo maravilloso que fue la compañía del Teatre Lliure».

Espert ha comparado el viejo Lliure con el antiguo Piccolo de Milán, «dos joyas del teatro europeo que han dejado una huella tan enorme que todo lo que ha venido después en Italia y España ha estado marcado por aquellos años mágicos».

Ha calificado la obra de Shakespeare de «trepidante y cruel», y en el espectáculo Espert es la única actriz sobre el escenario, con un papel cambiante en el que comienza interpretándose a ella misma, continúa como narradora y acaba dando vida a los personajes de Tarquinio, el violador; Lucrecia, la violada, y el marido de ésta.

El tándem Espert-Del Arco dejará de hacer la obra en España a finales de año para retomarla más adelante, porque «sí la queremos mostrar en el extranjero».

El siguiente proyecto que Espert acometerá es «La loba», de Lillian Hellman, que se estrenará en abril en el Centro Dramático Nacional en el que será el último espectáculo de su director, Gerardo Vera, al frente del CDN.

El director Miguel del Arco ha elogiado el trabajo de la actriz: «Núria Espert mantiene una tensión emocional, sin sosiego, durante una hora y cuarto».

Ya desde el título, matiza Espert, «la narradora se posiciona en favor de Lucrecia y poco a poco se va enajenando y los personajes pasan a apoderarse de la narradora». Dado que la actriz no cambia de vestuario ni se modifica la escenografía, «la palabra es la que alienta todas las transformaciones», anota Del Arco.

Asegura Espert que normalmente no tiene muy claras las cosas que tiene que hacer. «En este caso lo vi muy claro, acabé de leer el poema de Shakespeare y pensé que tenía que hacer esto en este momento de mi vida y que ‘La loba’, que era el siguiente proyecto, podía esperar», señala.

Sin que haya una premeditación en su carrera, Núria Espert piensa que cada obra que ha hecho no se podría explicar sin la anterior: «Las criadas me ayudaron a hacer Maquillaje, y hacer este monólogo japonés hizo que no me asustara La violación de Lucrecia; y después de esta obra de Shakespeare, La loba me parece muy fácil».

Espert se declara «muy contenta» de haber podido representar ya cien funciones de «La violación de Lucrecia», y tanto ella como el director no descartan volver a colaborar juntos en el futuro.

Ambos han declarado que ha habido «un entendimiento absoluto», y Del Arco ha dicho: «Me sigue admirando como tira adelante con energía este texto, que no era fácil sobre el papel, pero que ella tiene la virtud de hacer fácil».

En cuanto al escenario, el director comenta que se trata de un diseño «muy simple, casi esquemático»: una cama con dosel, una mesa y una silla son los elementos de lo que podría ser la habitación de la propia narradora, que, al mismo tiempo, permite recrear ante los ojos del espectador la habitación de Lucrecia.

Espert había acariciado en reiteradas ocasiones la posibilidad de llevar a la escena este texto, basado en la leyenda del origen de Roma, las luchas por el poder y el papel de la mujer en la época, y una de las primeras obras de juventud de Shakespeare, que había recitado en varias ocasiones.

Según Espert, en los poemas de La violación de Lucrecia «ya está todo Shakespeare, porque ya entonces es el grandísimo poeta que luego reconocemos en Otelo o en Hamlet».

FUENTE: http://www.lavanguardia.com/escenarios/20111004/54225582211/espert-vuelve-al-lliure-con-la-violacion-de-lucrecia-de-shakespeare.html