Sevilla | EUROPA PRESS 25/06/2008

Las investigaciones del último lustro reflejan un Bajo Guadalquivir densamente poblado y muy rico en recursos durante la época romana.

El proyecto impulsado por la Universidad de Sevilla para reconstruir el apogeo de la civilización romana en la Bética occidental, bautizado como ‘Análisis arqueológico del poblamiento en el Bajo Guadalquivir. De las campiñas de Sevilla a la sierra de Cádiz’, ha supuesto ya la documentación de casi 80 nuevos yacimientos de origen romano en los municipios sevillanos de Las Cabezas de San Juan y Utrera y en el gaditano de Espera, un resultado que prueba la «densísima» población de la región durante la dominación romana.

El arqueólogo que lidera este proyecto, José Beltrán Fortes, informó a Europa Press de que después de que el Gobierno andaluz aprobara el proyecto en 2003, obteniendo así financiación por parte de la Consejería de Cultura, el equipo que dirige en colaboración con el también arqueólogo de la Hispalense José Luis Escacena ha investigado profusamente el pasado romano de los municipios de Las Cabezas de San Juan, Utrera y Espera y en breve se sumergirá en el pasado antiguo de Bornos con fotografías aéreas y «prospecciones intensivas» en su término municipal.

A lo largo de estos años, este equipo formado por entre diez y 15 arqueólogos, profesores, licenciados y estudiantes especializados de la Universidad de Sevilla ha cartografiado y documentado casi 80 nuevos yacimientos romanos en estos tres municipios, concretamente casi 50 en Las Cabezas de San Juan, unos 14 en Utrera sin haber colmatado su término municipal y 15 en Espera, siendo toda la documentación remitida a las correspondientes delegaciones provinciales de la Consejería de Cultura.

Aunque en casi todos los casos se trata de yacimientos correspondientes a pequeños asentamientos humanos, villas, enclaves rurales o explotaciones agrícolas, Beltrán Fortes consideró que la existencia de todos estos pequeños núcleos rurales prueba que el Bajo Guadalquivir fue una región de «densísima» población durante la época romana y «riquísima» en lo que a su aportación a la economía romana se refiere, principalmente por su producción de aceite y minerales.

HALLAZGOS E HISTORIA
En la mayoría de estos yacimientos, los hallazgos se reducen a monedas, objetos metálicos y piezas de cerámica, aunque gracias a ellos los expertos están reconstruyendo el pasado romano del Bajo Guadalquivir. Como ejemplo, José Beltrán explicó que antes de arrancar este proyecto, en Las Cabezas de San Juan sólo existían tres yacimientos romanos documentados y a través de esta investigación el número de yacimientos registrados se eleva a casi 50.

Para Beltrán, la lectura histórica de estos pequeños yacimientos revela el «importante lugar» que el Bajo Guadalquivir jugaba en la Hispania romana como zona densamente poblada y rica en recursos naturales, así como la organización de la región en «centros de poder» que, en la mayoría de los casos, cayeron en decadencia a partir del siglo II después de Cristo.

Ahora, este equipo de la Universidad de Sevilla afronta la investigación del entorno histórico del municipio de Bornos, con especial interés en el yacimiento de Carissa Aurelia, toda vez que estas investigaciones encaminadas a recuperar el pasado romano del Bajo Guadalquivir ya revelaron que el antiguo asentamiento romano de Las Cabezas de San Juan corresponde a la ciudad de Conobaria y no a la de Ugia. En cuanto al municipio gaditano de Espera, los arqueólogos identificaron el yacimiento de Esperilla con la ciudad romana de Cappa, localizando el asentamiento humano al borde del antiguo camino que conduce hasta Medina Sidonia y Barbate.