Francisco Correal | Sevilla www.diariodesevilla.es 01/02/2011

Este domingo se clausuró en la Casa de la Provincia la exposición ’10 años, 10 viajes’, una variante pacífica de las guerras púnicas que asolaron el Mediterráneo.

TRAJANO era un auténtico César. La fotografía que acompaña esta crónica lo simboliza: las romanas columnas de la Alameda vistas desde la calle Trajano, a la altura de la academia de baile de Realito a cuyo alumnado perteneció Lola Flores. Ayer se clausuró en la Casa de la Provincia la exposición 10 Años, 10 Viajes. Un recorrido fotográfico por lugares como Nápoles, Roma, Estambul, Túnez, El Cairo, Colonia, con un denominador común: todas las fotografías han sido hechas por miembros de la Asociación de Amigos de Itálica para conmemorar su décimo aniversario.

Una variante pacífica de las guerras púnicas: de Roma a Cartago, con una imagen espectacular de Túnez firmada por Julio Mallén, de Arroyomolinos de León (Huelva), secretario de esta Asociación y gran animador de esta iniciativa. Un recorrido por el imperio de Sofía Loren y Melina Mercouri. La exposición se inauguró el 17 de diciembre. Por esas fechas, descubrí un libro de Philip Matyszak, doctor en Historia Romana por Oxford, titulado Legionario. El Manual (no oficial) del soldado romano. «¡Tu emperador te necesita!», se lee en la contraportada. Más expresiva es la frase en latín con la que se abre el libro, que podemos entender gracias a la traducción de David Govantes y Violeta Moreno Megías. Habla a las claras de la vocación viajera que siempre ha animado las expediciones romanas: «Enrólate en las legiones, viaja a lugares lejanos, conoce gente exótica e interesante y descuartízala».

En realidad, es un precedente de las más sofisticadas y amables campañas que ahora puede realizar, cada vez con menos profusión por la crisis económica, el Ministerio de Defensa. Matyszak sitúa históricamente el auge de ese alistamiento de legionarios. «Estamos en el año 100 después de Cristo, uno de los primeros del reinado del emperador Marco Ulpio Nerva Trajano y el imperio romano no conoce límites».

Su ilimitada demarcación iba de los desiertos de Mesopotamia hasta las montañas de Caledonia. No hay imperio actual que se le pueda comparar. Y sin Internet ni wikileak. Es prácticamente el mismo mapa que se ha podido recorrer estos días gracias a las vivencias y recuerdos de los Amigos de Itálica. Instantáneas firmadas por socios como Jaime Castiñeira, Ginés Ochoa, Carmen Moreno de Toro, Pilar Ostos Salcedo, María Teresa Alvarado, viuda de Manuel Otero Luna, que fuera director del Hotel Inglaterra (una de las entidades que ha patrocinado la exposición) o Javier Queraltó Dastis, durante ocho años (1979-1987) concejal socialista del Ayuntamiento de Sevilla.

Trajano nació en la Bética en el año 53 después de Cristo y fue proclamado emperador el 98 de nuestra era. También lo sería su sobrino Adriano, más afortunado en la recepción literaria y también con honores en el callejero de Sevilla, calle Adriano en el Arenal, zona de la ciudad cuyo protagonismo en virtudes y pecados se desplazó a la Alameda con el traslado de la Casa de la Contratación de Sevilla a Cádiz en 1717. Pero ese territorio ya se sale de los romanos y se adentra en los fenicios.

De los Amigos de Gines a los Amigos de Santiponce. Como Asociación de Amigos de Itálica, su primer presidente fue José Rodríguez de la Borbolla. Con el tiempo se transformó en Fundación Itálica de Estudios Clásicos y es su presidente Javier Torres Vela. Una pareja marcada por una curiosa paradoja política. Llegaron a lo más alto en los poderes cuya división enumeró Montesquieu: Rodríguez de la Borbolla, bisnieto de ministro de Alfonso XIII, fue presidente de la Junta de Andalucía (entre sus compañeros de Facultad de Derecho Escuredo y Chaves), pero fracasó en su intento de ser alcalde de Sevilla cuando fue apeado en las primarias por Alfredo Sánchez Monteseirín, que generacionalmente era una especie de sobrino impostado, un Adriano a lo Celentano. Javier Torres Vela, natural de Pozo Alcón (Jaén), llegó a ser presidente del Parlamento de Andalucía, pero perdió la batalla de las municipales por la alcaldía de Jaén en beneficio de José Torres Hurtado. Itálica les consuela de esas derrotas. Con el espíritu de la frase de Chillida impresa en la muestra: «Lo ideal es que tengas las raíces en un lugar pero nuestros brazos lleguen a todo el mundo».