imagen aerea de las termas de CaracallaRoma / EFE 10/10/2005

Esta medida permitiría ofrecer a los habitantes de la ciudad una calefacción limpia y barata.

El Ayuntamiento de Roma estudia un proyecto para el uso de las aguas termales subterráneas, que en otras épocas fueron lujo de emperadores, como fuente de energía que permitiría ofrecer a los habitantes de la ciudad una calefacción limpia y barata, publica hoy el Corriere della Sera.

"Desde hace un tiempo estudiamos esta posibilidad, a instancias del profesor Franco Barbieri, vulcanólogo de la Universidad de Roma Tre, pero ahora la idea se ha transformado en proyecto concreto con la aprobación del alcalde de Roma, Water Veltrone", según el presidente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, Enzo Boschi.

Para el alcalde de Roma, es "fundamental diversificar las fuentes de aprovisionamiento energético en un tiempo en el que el petróleo ha superado los 60 dólares por barril y se teme que además pueda alcanzar los cien dólares".

La propuesta se basa en el aprovechamiento de las aguas termales existentes a unos cien metros de profundidad y que son un vestigio de la antigua actividad volcánica de la región.

De cumplirse el proyecto, todos los habitantes romanos podrían disfrutar de las aguas termales que hace dos mil años eran para el uso y disfruto de emperadores, como Caracalla y Diocleciano, y de patricios.

La idea será puesta en marcha en un proyecto piloto, que podría desarrollarse en la zona de los distritos de Marconi, Ostiense y Colombo, sujetos reordenación urbanística.

De comprobarse su eficacia, podría extenderse a toda la ciudad, que gozaría así de un sistema calefacción y de aire acondicionado barato y limpio, que además serviría para reducir la cuota de emisiones de anhídrido carbónico, cuestión que Italia debe cumplir con motivo de los diferentes acuerdos internacionales.