Toledo | EUROPA PRESS 09/07/2009

La producción de aceite en la villa romana de Carranque fue la actividad productiva que permitió el esplendor que alcanzó este conjunto arquitectónico, especialmente, en la etapa datada en el siglo V y con Materno como último propietario de la misma. Además, se ha constado que la evolución cronológica de la villa sitúa los orígenes de este yacimiento en finales del siglo I, información que hasta ahora no se había concretado, y que la producción de aceite se mantuvo a lo largo de toda la vida de la villa.

Estas son dos de las principales conclusiones de la campaña de excavaciones del año 2008 promovida por el Gobierno regional en el parque arqueológico de Carranque y que hoy fueron dados a conocer por el director general de Patrimonio Cultural, Luis Martínez, el delegado provincial de Cultura, Turismo y Artesanía, Jesús Nicolás, y los directores de la excavación Manuel Bendala y Virginia García-Entero.

Luis Martínez resaltó la apuesta por «el rigor científico de la Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía en los parques arqueológicos de la región, creando equipos de expertos estables que puedan desentrañar esa riqueza arqueológica que atesora nuestra comunidad autónoma y que, en el caso de los yacimientos romanos, podemos incluso decir que somos una potencia», informó la Junta en nota de prensa.

Carranque es, tal y como aseguró Martínez, «uno de estos ejemplos, una villa romana de valor excepcional, conservada a lo largo del tiempo, y cuyo estudio constante ha permitido que fuera evolucionando el conocimiento de los aspectos básicos y fundamentales del parque arqueológico».

No quiso olvidar el director general otra de las virtudes fundamentales de los parques arqueológicos de Castilla-La Mancha como son sus posibilidades como generadores de empleo y su proyección turística al permitir que los ciudadanos puedan visitar estos yacimientos tan interesantes.

ASPECTO TURÍSTICO
En este sentido, el delegado provincial de Cultura, Turismo y Artesanía también incidió en el aspecto turístico y generador de empleo del yacimiento de Carranque donde, en estos momentos y según afirmó, la campaña de excavaciones que se está desarrollando permite que sean 31 las personas que trabajan en el yacimiento, además de todo el personal del parque arqueológico.

Por su parte, Manuel Bendala afirmó que el equipo científico que ha trabajado en la campaña de excavaciones del pasado año y que continúa haciéndolo en la presente, «estamos muy satisfechos de poder desarrollar nuestra labor en un yacimiento tan importante como Carranque, donde estamos consiguiendo afrontar y cubrir los objetivos que nos hemos marcado en los últimos años».

Al respecto, Bendala resaltó que el objetivo que se perseguía en la campaña de 2008 era conocer «cuáles eran las bases económicas y organizativas de la villa de Carranque», y aseguró que «ha sido un éxito la excavación del torcularium, situado al sur de la casa de Materno. Una la instalación productiva que nos da la posibilidad de poder saber cuáles eran algunas de la fuentes económicas que servían de base a toda esa actividad constructiva que el propio conjunto de la villa delata por sí mismo».

CASA DE MATERNO
Virginia García-Entero explicó de forma más detallada los trabajos realizados en la pasada campaña de excavaciones, incidiendo en que se centraron en estudio de esa zona situada inmediatamente al sur de la casa de Materno. Según esos trabajos, se ha podido detectar que la primera ocupación de la villa de Carranque correspondería a un momento alto imperial.

La segunda fase detectada corresponde con una segunda construcción, también en fase alto imperial, con diversos muros de cantos rodados y alzados de tapia. En la tercera fase, datada a mediados del siglo III, se detecta una importante extracción de áridos orientados a la construcción de un gran complejo que, de momento, se desconoce.

La primera gran construcción que se ha podido evidenciar en este sector constructivo está vinculada a la fase cuarta y sería el primer torcularium, es decir, las zonas que los romanos denominaron de producción de aceite y vino.

Los cambios que se acometen en la quinta fase en la zona productiva se concretan en la ampliación de la almazara y en la construcción de unas nuevas instalaciones destinadas a la producción de vino. En la fase sexta, se produce la última gran reforma de la casa en la que ya figura el propietario Materno en el mosaico de la vivienda. La última fase, la séptima, corresponde a finales del siglo V y los muros encontrados indican esa última ocupación del yacimiento.