Alfred de Montesquiou | AP 09/07/2009

Los soldados y contratistas estadounidenses en Irak infligieron daños considerables a uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo, los restos de la legendaria ciudad de Babilonia, dijeron el jueves expertos de la UNESCO al dar a conocer un nuevo informe.

La agencia cultural de las Naciones Unidas prometió reconocer a Babilonia como Patrimonio Cultural de la Humanidad y tratar de prevenir un vandalismo similar en guerras futuras.

Otrora sede de los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo, lo que queda de la ciudad de 4.000 años de antigüedad se alza a 90 kilómetros (56 millas) al sur de Bagdad. Poco después de la invasión encabezada por Estados Unidos en el 2003, el lugar pasó a ser el «Campamento Alfa» de los militares.

Los soldados estadounidenses y los contratistas, particularmente de KBR -entonces subsidiaria de Halliburton- cavaron trincheras de varios centenares de metros (yardas) a través de los restos, aplanaron colinas y condujeron vehículos militares pesados por el frágil pavimento de lo que fueron caminos ceremoniales o Vía de las Procesiones, dijo el informe, presentado el jueves en la sede de la UNESCO en París.

«Ha habido una cantidad considerable de daños», dijo el arqueólogo John Curtis del Museo Británico, que inspeccionó el lugar justo después que los militares estadounidenses cedieron su control a las autoridades iraquíes a fines del 2004, después de la indignación internacional.

Agregó que nueve de las tallas con figuras de dragones de la Puerta de Ishtar, la máxima joya de las ruinas, parecen haber sido objeto de vandalismo por parte de saqueadores mientras el lugar estaba bajo control militar estadounidense.

Funcionarios de la UNESCO afirmaron que no todos los daños comenzaron con los militares estadounidenses ni terminaron después de su salida. Muchos de los artefactos más famosos de Babilonia fueron desprendidos de los muros por arqueólogos europeos durante el siglo XIX para exhibirse en los museos de Louvre y de Pérgamo, en París y Berlín respectivamente.

Saddam Hussein también restauró o distorsionó algunas de las ruinas de tal modo que la UNESCO se había resistido a nombrarlas Patrimonio de la Humanidad en el pasado, dijeron funcionarios de la organización.

Agregaron que los saqueos y negociaciones en el mercado negro han continuado en gran escala desde que el sitio volvió a manos de los iraquíes.

La magnitud de los daños dificulta evaluar la cantidad de dinero que se necesitará para restaurar y proteger el sitio arqueológico, dijeron Curtis y otros expertos internacionales que prepararon el informe de la UNESCO después de una investigación de cinco años.

Aunque un protocolo adicional a las convenciones de guerra de La Haya proscribe dañar artefactos culturales, Françoise Riviere, subsecretaria general de cultura de la agencia, dijo que cualquier posible arreglo financiero «es privativo de las partes en el conflicto».

El organismo cultural de la ONU encabeza los esfuerzos para hacer cumplir las reglas de La Haya -que han sido frecuentemente ignoradas en conflictos en el mundo- «para que lo que ocurrió en Babilonia no vuelva a suceder jamás», agregó.