Celia Herrera | Mérida www.hoy.es 11/11/2007
La reconstrucción es posible al aplicar un sistema de información geográfica pionero en España Han descubierto que la muralla de la capital lusitana tenía más puertas y que en el interior había más calles.
Sólo un centenar de privilegiados pudieron verlo en directo, pero en Mérida se produjo ayer un bombazo científico: la reconstrucción del trazado completo de la muralla, las calles y los acueductos de la capital de la Lusitania en época romana.
Lo mejor es que la presentación era como un huevo ‘kinder’: tenía sorpresa dentro, porque la reconstrucción que se ha realizado utilizando avanzadas herramientas tecnológicas muestra, entre otras cosas, que el trazado de los acueductos es distinto de lo que se pensaba hasta el momento; que la muralla tenía más puertas de acceso de lo que se sabía; que en el interior de la ciudad algunas calles eran distintas de lo que se había concluido y que existía un número mayor de vías del inicialmente establecido.
El trazado completo de la muralla romana de Mérida fue una de las novedades más importantes del trabajo que se presentó ayer, junto con la confirmación de que para acceder y salir de la ciudad había tres tipos diferentes de puertas, mientras que hasta el momento sólo se habían identificado dos.
El final del Simposio
Éstas y otras novedades se desvelaron ayer en el Palacio de Congresos de Mérida durante la última jornada del V Simposio Internacional de Arqueología, que ha reunido durante una semana a investigadores de todo el mundo para intercambiar experiencias sobre la aplicación de alta tecnología en el análisis arqueológico de los territorios.
Como suele hacerse en los banquetes, lo más sabroso se reservó para el final. Los organizadores del simposio dejaron para el último día la presentación del nuevo Sistema de Información Geográfica (SIG) de la arqueología emeritense, único hasta el momento en el país, y con el que se han reconstruido los trazados mencionados.
2.400 excavaciones
El sistema, impulsado por el Consorcio de la Ciudad Monumental y el Instituto de Arqueología, facilita la combinación de todos los datos obtenidos en las más de 2.400 excavaciones arqueológicas desarrolladas en Mérida, con información fotográfica, documental, urbanística y geográfica, y datos obtenidos con tecnología satélite, según explican Teresa Barrientos e Isidoro Arroyo, coordinadores del proyecto.
Esta combinación infinita de datos, a la que pronto se podrá acceder a través de internet, permite, entre otras muchas cosas, consultar los datos arqueológicos de todas las zonas en las que se haya excavado, o realizar innumerables planos temáticos, como los mencionados, o como los que ya están en marcha con los proyectos de investigación de los Foros y del Teatro y el Anfiteatro Romanos.
En cinco minutos
Este SIG se está utilizando desde junio a nivel interno por trabajadores del Consorcio y del Instituto de Arqueología, y algunos ciudadanos, empresas e instituciones han comenzado a disfrutar de las ventajas que ofrece, como la rapidez con la que se obtienen los informes solicitados.
Por ejemplo, a algunas empresas se les ha facilitado en apenas cinco minutos informes sobre el impacto que tendrán futuros proyectos sobre el patrimonio arqueológico. Algunos particulares han podido averiguar, sin necesidad de excavaciones, que en su solar no podrán hacer aparcamientos subterráneos al existir una calzada romana.
Pero el horizonte que se han marcado el Consorcio y el Instituto de Arqueología está aún muy lejos, mucho más allá de Mérida, según advierte Pedro Mateos, director de ambas instituciones.
Mérida es ahora como el punto sobre el que se ha puesto el zoom de un proyecto más ambicioso, que pretende desarrollar un sistema similar para toda la antigua provincia romana de Lusitania, que incluye parte de Portugal.
En otras ciudades también se han empezado a elaborar sistemas de información geográfica, pero en ningún caso tan completos como el de Mérida.
Su importancia radica en que es el único de España que incluye todos los datos arqueológicos del yacimiento emeritense, independientemente de qué institución o particular promoviera la excavación.