E. Bermejo | Santa Marta de Tormes (Salamanca) www.tribuna.net 26/04/2009

La localidad de Santa Marta de Tormes traspasará las fronteras nacionales el próximo 15 de mayo por obra y gracia de Ana Rodríguez, una estudiante de segundo curso de Bachillerato del IES Calisto y Melibea, que se ha alzado con el segundo puesto en el Certamen Ciceronianum, y que viajará a Italia el próximo mes para representar al distrito universitario de Salamanca en tan prestigioso concurso. El centro cuenta en su haber con otro logro, pues en la fase provincial, otro de sus alumnos, Pablo Poveda, se clasificó en tercer lugar.

La artífice de estos resultados es Generosa García, una profesora de Latín que es consciente de la gesta realizada por ambos jóvenes en unos tiempos en que los estudios clásicos han sido denostados, incluso, por los propios responsables políticos y universitarios en favor de las Ciencias y la Tecnología, lo que permite devolver a Salamanca una parte del protagonismo perdido en esta materia que la encumbró hace siglos a las más altas cotas del saber.

Ana Rodríguez, que se define como “una chica normal a la que le gusta hacer lo mismo que a todos los jóvenes de su edad”, salir, ir al cine, escuchar música y la fotografía, señala que ya se ha hecho a la idea, aunque al principio le costaba creer lo que había conseguido, y afirma que lo que más le gusta de toda esta aventura es el viaje en sí. Asegura también que el sacrificio no ha sido tan grande como cabe esperar, aunque ha trabajado durante todo el verano y buena parte de los recreos para prepararse a fondo. Con respecto al auge de las Ciencias en detrimento de las Letras, es rotunda al manifestar que la gente cree “que los de Ciencias son más inteligentes y que trabajan más que el resto. No entiendo este desprestigio, porque los de Letras no nos dedicamos sólo a leer, sino que trabajamos muchísimo y tenemos tanta disciplina como ellos”.

En contra de lo que podría suponerse, su futuro no va a ir encaminado a la Filología Clásica, sino a la Traducción e Interpretación, “porque se me dan muy bien los idiomas y es algo que tengo decidido desde hace tiempo.

Quien no oculta su satisfacción, después de treinta años dedicada a la enseñanza, es Generosa García. “Me he dado cuenta de que no todo cae en saco roto y que tiene mucho mérito lo que han conseguido estos chicos de 17 años, pues no hace ni dos años que han empezado a estudiar Latín”.

Ana y Pablo son los dos únicos alumnos que tiene en segundo de Bachillerato y a los que imparte una materia “que da mucha disciplina mental y de la otra, aunque esto no se entienda, tal y como anda el panorama educativo actual, en el que el esfuerzo no está de moda y se enseña a los niños de una forma lúdica, en lugar de hacerles ver que aprender es difícil y que hay que esforzarse”.

Tal vez por este modo lúdico de enseñar, los gestores educativos de nuestro país no han caído en la cuenta de que los alemanes, que no son de origen latino, estudian siete años de Latín, mientras que los italianos lo hacen cinco y los españoles dos.

ENLACES:
www.certamenciceronianum.it