Más allá del Coliseo o la Piazza Navona, la ciudad eterna esconde otras joyas que se suelen escapar de las principales rutas.

Javier Brandoli viajes.nationalgeographic.com.es 12/10/21

Hay una Roma, de ladrillo viejo y mármol imperial, que se viaja de memoria casi sin la necesidad de haber venido. Esa es la Roma del Coliseo, la Piazza Navona o El Vaticano que está en el imaginario de la aldea global. Junto a ella hay una enorme urbe de barrios periféricos (las famosas borgate romane) en los que se desarrolla la verdadera vida de la ciudad. Es la Roma del cineasta Pasolini, el poeta Trilusa y el pintor Caravaggio, los personajes que mejor supieron retratar el auténtico alma de la Ciudad Eterna.

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CEMENTERIO ACATTÓLICO

El cementerio acattólico de Roma, en el interesantísimo barrio de Testaccio (muy recomendable visitar también el espacio cultural Mattatoio y el mercado), es el lugar perfecto para escuchar el inaudito silencio de Roma. “Aquí yace uno cuyo nombre fue escrito sobre el agua”, dice la lápida del poeta inglés John Keats. En el mismo pequeño campo santo, de enorme belleza, están las tumbas de otros personajes ilustres como Percy B Shelley, Antonio Gramsci… Además, el cementerio es famoso por albergar una comunidad de gatos que habita entre sus tumbas.

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ACUEDUCTO FELICE

Se puede ir en metro hasta la estación San Giovanni, un museo de historia bajo tierra con importantes restos arqueológicos, y de ahí a pie hasta la Piazza Lodi. Allí está el acueducto medieval Felice. A mano derecha, hay que tomar la Via Casilina Vecchia y la Via del Mandrione que van junto al acuífero. Ese recorrido narra la sorprendente historia de esa Roma periférica muy pobre de la década de los años 60 en la que cientos de familias vivían en las estrechas arcadas de ese acueducto sin agua ni luz, casi como “animales”. Algunos arcos aún hoy conservan muebles, ventanas, altares o puertas de aquellas infraviviendas habitadas durante décadas. Cerca de allí, se pasa al barrio del Pigneto, un antiguo barrio obrero popular que se está poniendo de moda con un toque alternativo.

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PARQUE DE LOS ACUEDUCTOS

Otro lugar fascinante unos kilómetros más al sur del acueducto en Via Mandrione es el llamado Parque de los Acueductos, en Via Lemonia, parada de metro Giulio Agricola. Se trata de una enorme zona verde periférica donde se cruzan el mencionado acueducto de Felice con el acueducto Claudio y todo tipo de restos arqueológicos. Hay una mítica escena de quizá una de las mejores películas que ha retratado el alma de Roma, La Gran Belleza, que sucede allí.

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PONTE MILVIO

Una propuesta diversa para conocer esa otra Roma es alquilar una bicicleta e ir a Ponte Milvio, bello puente del siglo III que da nombre a uno de los barrios con mayor marcha los fines de semana. Desde allí, sale un camino para bicicletas que se adentra por una zona rural donde se pueden ver rebaños de ovejas, zonas verdes salvajes y con alguna frecuencia hasta jabalíes.

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VIA APPIA ANTICA

Todos los caminos llevan a Roma, pero la Via Appia Antica fue la principal ruta imperial. Se puede iniciar el recorrido en la Porta San Sebastiano, aunque hay que apañarse si se va a pie ahí entre los coches, para desde allí adentrarse en la historia de la ciudad. Sepulcros, templos, catacumbas, viejas villas romanas, iglesias medievales… quedan a ambos lados de la calzada. Hay la posibilidad de hacer rutas a caballo o en bicicleta. Para los que quieran sólo caminar por la parte de la vieja calzada romana, caminando sobre piedras de 2000 años, lo ideal es dejar el coche o el autobús, lleva el 118, cerca del Sepulcro de Priscilla.

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PIZZERÍA GIACOMELLI

¿Pizza napolitana o romana? La pregunta a un napolitano, donde la pizza es cultura, le ofendería, pero muchos romanos prefieren su pizza: más fina, crujiente y sin borde. Un mito de la pizza romana es la pizzería Giacomelli, en Via Emilio Faà 25, en el barrio de Prati. Es una vieja trattoria, muy popular y nada turística, donde comer una pizza por 7 euros. Hasta Keanu Reeves ha probado la pizza allí y se ha hecho una foto con su incombustible propietaria.

A 100 metros, por acabar en la misma zona con una buena propuesta gastronómica, la osteria Vino Bono, en la Piazza dei Prati degli Strozzi 23, ofrece la posibilidad de comer una fabulosa carbonara o amatriciana, emblemas de las pastas de Roma, por 9 euros. Mejor reservar porque suele estar llenísima.

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CAMPAGNA AMICA MARKET

Si se está por el centro histórico de Roma, en la zona del circo Masimo, se tiene la opción el fin de semana de comer en el Campagna Amica Market, en Via di S. Teodoro, 74. Solo abre el sábado y domingo de 8 a 15 horas. Se venden productos kilómetro cero que se pueden consumir allí si se desea en mesas comunitarias. También hay algunos puestos que ofrecen rica comida casera.

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OSTIA ANTICA

Muy poca gente sabe que Roma es uno de los municipios más extensos de Europa, herencia del viejo Estado Vaticano. El municipio de Roma llega hasta al mar, hasta el viejo puerto fluvial de la Roma Clásica, Ostia Antica, cuyo parque arqueológico es uno de las mejores ejemplos de restos romanos que hay en la urbe. Se puede ir si no se tiene coche fácilmente con el tren. Si es verano, uno ya puede acercarse a las atestadas playas romanas de Ostia y Fregene, una experiencia de “romanidad” profunda.

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MUSEO CENTRALE MONTEMARTINI

La oferta de museos es amplia, pero uno muy particular y aconsejable es la Centrale Montemartini, en Via Ostiense 106. Se trata de una vieja central eléctrica de inicios del siglo XX abandonada y reconvertida desde 1997 en original museo. En realidad, sería mejor llamarlo huerto, porque en sus pasillos se exponen, entre los restos de la vieja central, piezas encontradas en los huertos romanos. En otras ciudades, de la tierra crecen tomates, pero en Roma lo hacen estatuas de 2000 años.

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PIAZZA VITTORIO EMANUELE II

Roma es una ciudad envuelta en sus tradiciones que apenas mira fuera, pero hay un lugar, Piazza Vittorio Emanuele II, nombre de su principal plaza, donde se concentra toda la Roma multiétnica. La plaza, rodeada de soportales y ajardinada en el centro, es un bello ejemplo arquitectónico del llamado estilo humbertino. La zona está llena de personas inmigrantes que han abierto todo tipo de negocios. Muy cerca está el Nuovo Mercato Esquilino, el mejor lugar de Roma para comprar productos alimentarios no italianos.

FUENTE: viajes.nationalgeographic.com.es