Los
arqueólogos
aseguran
que sólo
son
mayores
los
monumentos
de Roma y
Cartago
Los
arqueólogos
presentaron
ayer el
anfiteatro
romano
hallado en
Córdoba,
capital de
la Bética.
Unas
excavaciones
en la
parte
trasera de
la antigua
Facultad
de
Veterinaria
han hecho
aflorar
parte del
que fue la
mayor
construcción
de estas
características
en la
Hispania
romana y
el tercero
de todo el
imperio,
después
del
Coliseo de
Roma y el
anfiteatro
de
Cartago,
según los
arqueólogos.
El
anfiteatro
data del
siglo I.
El eje
mayor de
la elipse
que
dibujan
estas
estructuras,
en las que
se batían
los
gladiadores
y los
esclavos
se
enfrentaban
a las
fieras,
mide 178
metros,
cuatro más
que el
anfiteatro
de Itálica
en
Sevilla.
El otro
eje podría
tener unos
140
metros.
Los
arqueólogos
responsables
de la
excavación,
Juan
Murillo y
Mahudilio
Moreno, lo
catalogaron
como la
obra que
marca el
fin de un
modelo de
construcción
de
anfiteatros
iniciada
en el
siglo II
antes de
Cristo y
concluida
en la
primera
centuria
de nuestra
era.
Los
anfiteatros
de Mérida
y Pompeya
son los
que mejor
se
conservan,
"pero el
de Córdoba
lleva a
los
extremos
la
monumentalidad
y
grandiosidad
del
modelo",
precisó
Murillo.
"Se trata
de la
serie
republicana
con
grandes
muros de
sillería y
con
rellenos
en los que
se
disponen
gradas
para el
público;
es un
edificio
macizo",
agregó. El
Coliseo de
Roma es el
ejemplo de
un nuevo
modelo
basado en
bóvedas.
Las catas
iniciadas
en
noviembre
pasado
albergaban
las
sospechas
de que
bajo el
terreno de
la
Facultad
de
Veterinaria
se podría
encontrar
el segundo
circo
romano de
la ciudad.
Fueron
hallados
unos muros
concéntricos
y otros
radiales
cuyos
ángulos no
apuntaban
a un
centro
común. Con
ello se
descartó
la
estructura
circular
típica del
circo y
comenzó a
tomar
forma la
elipse del
anfiteatro.
Otro muro
detectado
en una
excavación
de un
edificio
cercano
confirmó
la fórmula
espiral
del
monumento.
La
certificación
del
hallazgo
la
otorgan,
según los
investigadores,
las
numerosas
inscripciones
lapidarias
de
gladiadores
que ya
fueron
halladas
en el
entorno de
estas
nuevas
excavaciones.
"Son 20
inscripciones
que
contemplan
todas las
categorías
de
gladiadores
y suponen
la
colección
más
importante
que
existe,
exceptuando
la de
Roma",
precisó
Desiderio
Vaquerizo,
catedrático
de
Arqueología
de la
Universidad
de
Córdoba.
El último
elemento
que ha
dado la
clave a
los
arqueólogos
ha sido
una placa
que
marcaba la
reserva de
localidades
a una
familia
honrada
por la
curia
romana.
El
anfiteatro,
construido
en la
época de
Claudio
Flavio y
que podía
albergar
entre
30.000 y
50.000
personas,
fue
abandonado
en el
siglo IV,
coincidiendo
con la
crisis de
los
espectáculos
de
gladiadores,
que fueron
prohibidos
por
Constantino.
Los
arqueólogos
han
detectado
asentamientos
poco
definidos
en el
espacio
del
anfiteatro
en el
siglo IV.
Pero fue
en la
época de
ocupación
musulmana
en la que
un arrabal
de casas
levantadas
entre los
siglos IX
y X se
superpone
a la
sillería
del
anfiteatro.
Las
excavaciones
han
destapado
hasta el
momento la
parte que
ocupaba la
fachada
del
anfiteatro
hasta el
podio que
marcaba el
inicio de
la
explanada
de arena.
De las
tres
plantas
que le
otorgaban
una altura
inicial de
unos 15 o
20 metros,
sólo se
conservan
unos
cuatro
metros.
Mahudilio
Moreno
explicó
que el
desgaste
responde
al
"expolio
despiadado"
que sufrió
desde el
declive de
estos
centros
lúdicos
hasta la
implantación
del
arrabal
que le da
el aspecto
actual. El
material
que era
extraído
se
utilizaba
para otras
construcciones,
según el
arqueólogo.
El
Ayuntamiento
y la
Universidad
de Córdoba
pretenden
ahora
crear un
parque
arqueológico
en la
zona. |