Las obras
de
remodelación
que se
llevan a
cabo en la
antigua
Facultad
de
Veterinaria
de Córdoba
han
permitido
hallar el
que fuera,
entre el
siglo I y
IV, el
tercer
anfiteatro
más grande
del
Imperio
Romano,
con una
capacidad
para
30.000
espectadores
y sólo
superado
por el
Coliseo y
el de
Cartago.
El
codirector
de la
excavación
Juan
Murillo
explicó
hoy en un
encuentro
con los
medios de
comunicación
que la
excavación
comenzó en
noviembre de
2002 y que
ahora se
puede
afirmar
que se
trataba de
un
anfiteatro
monumental
que a
mediados
del siglo
I era el
más grande
de su
época
hasta que
la propia
Roma
edificó,
cuarenta
años
después,
el
Coliseo.
El
arqueólogo
indicó que
del
inmueble,
que entre
el siglo I
y mediados
del siglo
IV fue el
centro de
los
espectáculos
de
gladiadores,
sólo se
conservan
unos 4
metros de
alto ya
que hacia
mediados
del siglo
IV, cuando
comenzó el
declive de
los
espectáculos
de
gladiadores,
sufrió una
"expoliación
despiadada"
hasta el
punto que
se piensa
que cuando
los árabes
construyeron
encima un
arrabal de
casas,
entre los
siglos IX
y X, se
encontraron
las mismas
estructuras
que hoy se
conocen.
El también
codirector
de la
excavación,
Mahudilio
Moreno,
informó de
que la
superficie
del
anfiteatro
es
elíptica,
y su eje
mayor es
de 178
metros, lo
que lo
sitúa como
el tercero
más grande
del
Imperio,
superado
por el
Coliseo en
sólo 20
metros de
eje.
El
edificio,
que
constaba
de tres
plantas y
facilitó
la
urbanización
de los
terrenos
circundantes,
tenía una
altura de
entre 15 y
20 metros,
frente a
los 57
metros del
Coliseo, y
podía
albergar a
unos
30.000
espectadores.
En opinión
de Juan
Murrillo,
se trata
de un
inmueble
sobredimensionado
para la
técnica
constructiva
que se
empleó,
pero que
al mismo
tiempo
ofrecía la
solidez
necesaria
para un
espacio de
este largo
y para las
miles de
personas
que
asistían a
los
espectáculos,
"si se
tiene en
cuenta que
era el más
importante
centro de
ocio de la
casi
totalidad
de las
provincias
que
conforman
la
Andalucía
de hoy",
recalcó.
Por su
parte, el
catedrático
de
Arqueología
de la
Universidad
de
Córdoba,
Desiderio
Vaquerizo,
explicó
que los
primeros
indicios
que se
tuvieron
fueron
unas
inscripciones
de la
época, en
las que se
recogen
una
donación
de juegos
para
circos y
de
gladiadores.
Desde
entonces,
comenzó la
búsqueda
del
anfiteatro,
ya que
se conocía
la
existencia
del circo,
en la
manzana de
Orive, y
del
teatro,
bajo el
solar que
ocupa el
Museo
Arqueológico.
Pero sólo
recientemente
se ha
podido
completar
el
repertorio
de
edificios
de
espectáculos,
indicó
Vaquerizo,
para quien
este
hallazgo
permite
establecer
una
secuencia
de la
evolución
histórica
de la
ciudad y
confirmar
a la vez
que "la
Córdoba en
el siglo I
debió ser
monumental,
ya que no
escatimó
en
recursos"
al tiempo
que
representa
un paso
importante
para
entender
la
arquitectura
romana.
Asimismo,
señaló que
permite
sacar en
claro que
las
inscripciones
de
gladiadores
que se
encontraron
hace unos
años en
las zonas
de Ciudad
Jardín,
Antonio
Maura y
Gran Vía
Parque
respondían
a
enterramientos
que tenían
lugar en
el entorno
del
anfiteatro.
Añadió que
esto cobra
sentido
ahora ya
que "se
trata de
la mejor
colección
de
epigrafía
gladiatoria
de todo el
Imperio,
con
excepción
de Roma, y
en las que
figuran 20
inscripciones
donde
están
representadas
todas las
categorías".
Hasta
ahora, en
la zona de
la
facultad
de
Veterinaria
se han
excavado
unos 400
metros
cuadrados,
aunque la
idea que
se ha
estudiado,
según
Vaquerizo,
"es
instalar
un parque
arqueológico
que podrá
visitarse
dentro de
unos ocho
años para
que por
una vez
Córdoba
empiece a
contar con
elementos
arqueológicos
rentables
desde el
punto de
vista
cultural y
social
pero
también
económico".