Jonathan Brown | The Independent www.jornada.unam.mx 30/08/2010
Hallazgos en North Yorkshire sugieren que eran usadas por los invasores.
Dieron al mundo caminos decentes, fontanería doméstica y algunos de los espectáculos deportivos más grotescos de la historia. Ahora parece que los romanos también hicieron una contribución hasta ahora secreta a la civilización global al ser los primeros en ponerse medias bajo las sandalias.
Nueva evidencia arqueológica sugiere que este famoso rasgo de elegancia italiana, muy cuestionado por los expertos en moda, haya surgido de la necesidad de los colonizadores romanos de hacer frente al helado clima británico.
Excavaciones realizadas en North Yorkshire, como parte de la ampliación de la autopista A1, han descubierto que la herrumbre en el clavo de un zapato romano parece mostrar impresiones de fibras, las suficientes para convencer a los arqueólogos de que los invasores llevaban prendas semejantes a medias.
El descubrimiento se hizo en lo que se cree fue un antiguo feudo industrial, el cual contenía un molino hidráulico usado para moler harina y grano, cerca del sitio de un fuerte olvidado en Healam Bridge, que formó parte de la frontera romana hace unos 2 mil años. Se cree que la zona proveía de víveres a la guarnición antes de volverse un asentamiento por derecho propio.
El camino romano de Dere Stret sigue buena parte de la ruta de la moderna A1. Según Blaise Vyner, director del equipo de herencia cultural, consideró probable que el descubrimiento del fuerte revele más datos sobre la vida cotidiana de los romanos en Gran Bretaña.
Sabemos mucho sobre los fuertes romanos, que han sido objeto de extensos estudios, pero excavar una zona industrial provista de un molino es en verdad emocionante. Esperamos que nos pueda decir más sobre la forma en que esos puestos militares atendían sus necesidades, pues la autosuficiencia debió de ser importante, señaló.
Los invasores desembarcaron por primera vez en Gran Bretaña el año 55 aC y volvieron un año después, encabezados por Julio César, el general que había combatido a los galos en Francia.
Sus intentos fueron repelidos, y correspondió al emperador Claudio, el año 43 dC, colmar la vieja ambición romana de pacificar a las problemáticas tribus británicas de la edad del hierro. Ordenó que 40 mil legionarios cruzaran el Canal de la Mancha, con lo cual gran parte de la isla quedó por fin bajo control del imperio. Los romanos permanecieron allí la mayor parte de los cuatro siglos siguientes.
En ese periodo muchos de ellos, provenientes de las partes soleadas de las actuales Francia e Italia, lidiaban con las inclemencias del clima británico, en especial los asignados al norte. Se han recuperado cartas de una guarnición de la Muralla de Adriano en las que oficiales y otros hombres rogaban a sus familias que les enviaran más subuclae (chalecos) y abollae (capas). Otro soldado suplicaba a sus seres queridos enviarle “Paria udonum ab Sattua solearum duo et subligariorum duoi”, es decir, medias, dos pares de sandalias y dos pares de calzoncillos.
La evidencia más reciente corrobora la teoría de las medias y las sandalias, que surgió cuando se recuperó el mango de una navaja de cobre romana en los Tees, cerca de Darlington. Tenía la forma de un pie adornado con una sandalia abierta por los dedos y una media de lana.
Irónicamente, este atuendo, muy vilipendiado, ha vuelto a ponerse un poco de moda en las pasarelas internacionales este verano, pues diseñadores que van de Burberry a Dior han producido variaciones sobre ese tema. Así pues, quizá los romanos tenían razón después de todo.
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Traducción: Jorge Anaya
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