Cristina Fernández | Málaga www.malagahoy.es 14/11/2009
Un millar de representantes de la comunidad educativa andaluza debate en Málaga sobre el nuevo reglamento de centros. Algunos docentes creen que la administración los sobrecarga de funciones.
No se había contado nunca antes con la opinión de todos los miembros de la comunidad educativa para la elaboración de un reglamento interno de centros. Por ello, el encuentro que reúne desde ayer en Málaga a un millar de profesionales andaluces entre docentes, directivos, sindicatos, padres y miembros del PAS, ha levantado la expectación de los implicados. También porque después de 13 años con las mismas normas, hay mucho que cambiar en la organización de los colegios e institutos ante la nueva realidad de la enseñanza, como explicó ayer la consejera de Educación, Mar Moreno. Eso sí, lo que los profesores de Secundaria expresaron ayer fue su «oposición frontal y unánime a la nueva distribución de departamentos didácticos», comentó a la salida de la mesa de trabajo una profesora del IES Universidad Laboral.
«No se puede llevar a cabo una reforma que ya desde el principio va a tener al profesorado en contra», añade esta docente malagueña. «Muchos han propuesto dejar la estructura actual y nombrar a coordinadores para esos macrodepartamentos que proponen», subraya. Desde la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía, una de las voces más críticas con el nuevo reglamento, consideran que se pretende hacer «un Babel en el que un profesor licenciado en Química puede terminar dando Informática o Tecnología y no nos tenemos por tan sabios para acaparar tantos saberes», comentó el vicepresidente de APIA, Javier Derrac.
Manuel Mellado, director del Centro de Profesorado de Marbella, también considera que el punto del borrador de mayor confrontación es la organización de departamentos de Secundaria, algo «que se solventaría dando mayor autonomía a los centros para que ellos mismos sean los que definan su propia organización dependiendo de sus necesidades específicas», opina. «Eso sí, tendrían que dar cuentas sobre lo que han programado y los resultados conseguidos», añade.
Otro de los temas más espinosos que se pusieron ayer sobre la mesa fueron las nuevas competencias de los equipos directivos, desde la potestad sancionadora y la sustitución del profesorado a la designación de los responsables de los órganos de coordinación. Juan Manuel Sánchez es director del IES Campanillas y para él la cobertura del profesorado puede llegar a ser un problema. «Veo bien que el centro tenga autonomía aunque con matices, a los directores nos preocupa que nos den un cupo determinado de horas que sea inflexible y los recursos se agoten en los primeros meses del año», explica.
En cuanto a la potestad sancionadora, Sánchez considera que «no la veo como una cuestión tan importante, aunque sí se deberían de tener algunos recursos». María Eugenia es directora de un centro de Educación Infantil en Jaén y cree que para ejercer «la jefatura necesitamos el respaldo de la administración al cien por cien, las sanciones han de estar tipificadas para poderlas llevar a la práctica, la ley nos tiene que avalar», dice. Junto a ella, otro grupo de maestras considera que la administración está descargando responsabilidades en los profesores, que cada vez suman más funciones a su carga laboral.
En este sentido, desde APIA, estiman que se está «blindando la figura del director hasta el extremo y es tremendo y de dudosa legalidad que un profesor pueda sancionar», subrayó el vicepresidente de la Asociación de Profesores de Instituto que tienen prevista una concentración a las 11:00 de hoy con el «mantenimiento de los departamentos actuales, ligados a las especialidades del cuerpo docente» como primera reivindicación.
La consejera Mar Moreno abrió ayer la sesión en la que se desarrollaron distintas mesas de trabajo cerradas y con un aforo limitado entre los 75 y los 200 asistentes. «Los actuales reglamentos son anteriores al marco legal existente, a que la UE apostara por las competencias, a que los móviles e internet se convirtieran en tecnología de masas», dijo, por lo que «son obligatorios estos cambios». Moreno aseguró que «sabemos que hay prefabricadas, problemas con la línea fría, infraestructuras que necesitan mejoras, necesidades especiales por cubrir, el sistema educativo andaluz es una máquina que hay que engrasar, pero hay también que reconocer la fuerza de esta maquinaria pública», concluyó.
Hoy se leerán las conclusiones de este encuentro que ayudarán a redactar un borrador. Hasta el mes de abril o mayo no se aprobará el documento definitivo que será aplicable el próximo curso.
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