Juan Gil Montes | Cáceres www.hoy.es 11/06/2009
El Iter ab Emerita Asturicam, conocido popularmente hoy como Vía o Camino de la Plata, fue denominado genéricamente en latín tardío ‘vía delapidata’: calzada pública empedrada, de donde deriva su actual nombre. La Vía de la Plata es la calzada romana más importante de la Península Ibérica, arteria caminera en torno a la cual se bifurcaban las comunicaciones en la parte occidental de Hispania desde el siglo I a. C. hasta la Edad Moderna. Construida en principio como vía militar por el ejército romano para la conquista de Lusitania, es posteriormente, en tiempos de Octavio Augusto, con la fundación de las colonias de Norba Caesarina y Emerita Augusta, cuando adquirirá un nuevo sentido, poniéndose al servicio de los intereses económicos de la administración romana para la explotación de todos los recursos naturales, especialmente mineros, de los territorios recientemente conquistados a lusitanos, cántabros, astures y galaicos.
La vía romana ‘Camino de la Plata’ enlazaba a lo largo de 313 millas (463 Km) la colonia romana de Emerita Augusta, capital de la provincia de Lusitania, con Astorga, Asturica Augusta, capital del Conventus Asturum, en la provincia Tarraconense.
Esta vía viene consignada en el Itinerarium Provinciarum Antonini Augusti (211-217 d.C.) y en su largo recorrido se situaban numerosas estaciones camineras o mansiones, en ciudades o poblados estratégicamente localizados, generalmente algo elevados y muy próximos a los principales cursos fluviales o fuentes de caudal permanente: Emerita Augusta sobre el río Guadiana, Ad Sorores junto al río Ayuela, Castra Caecilia y Norba Caesarina junto a la caudalosa fuente que da nacimiento a la Ribera del Marco, Turmulus sobre el río Tajo, etc.
La estructura viaria de su trazado se ajustaba a determinadas características de tipo constructivo ya que la comunicación entre las distintas poblaciones debía hacerse con carros lo mas rápida y segura posible, algo que imponía la necesidad de trazar la vía rectilínea, por terrenos adecuados y sin obstáculos, con perfiles longitudinales sin pendientes notables, con unos trazados racionales por puntos de paso obligado, como son los puertos de montaña más bajos y los vados fluviales menos profundos, etc. Esto obligaba a crear verdaderas obras de ingeniería con muros, desmontes, terraplenes, trincheras, puentes, alcantarillas, canalizaciones, cunetas, etc. que asegurasen recorridos rápidos, cómodos y seguros.
Carretera
La Vía de la Plata fue una verdadera carretera de su tiempo por las excelentes características técnicas que muestra su trazado, las cuales se observan perfectamente al menos en la primera parte de su trayecto, es decir, a lo largo del amplio territorio que se extiende entre las ciudades de Mérida y Salamanca.
Se trata de una calzada empedrada (‘vía delapidata’), pero realizada no con gruesas piedras, sino con guijarros o cantos rodados muy duros y de pequeño tamaño, apisonados con una determinada fracción areno-arcillosa que actúa de aglomerante, y sobre ellos, va vertida una segunda capa a base de arenas graníticas y gravillas. El fin era conseguir una capa de rodadura adecuada para el transito de los carruajes, razón por la cual también la calzada se construyó con una anchura de unos 6 metros, equivalentes a veinte pies, suficientes para que se cruzaran dos carros sin dificultades.
Resulta evidente que con el uso continuado y la erosión a través de dos mil años, en ocasiones, se terminó perdiendo la capa superficial de materiales más finos, o bien, desapareciendo completamente todo el afirmado quedando el subsuelo rocoso desnudo sobre el que observamos las rodaduras de los carros. En ocasiones, hemos encontrado reparaciones o ‘parcheos’ de la vía con tramos enlosados o empedrados con lastras, pero hay que decir que la totalidad de ellos son medievales, o de la Edad Moderna, algunos incluso contemporáneos y en otros casos son capas inferiores a la de rodadura, que se quedaron al descubierto cuando esta capa ha terminado desapareciendo
No obstante, la Vía de la Plata en su conjunto conserva un 70% de su recorrido original, con numerosas obras de infraestructura y abundantes restos arqueológicos (puentes, miliarios, yacimientos a pie de vía…), después de un uso continuado de veinte siglos y a pesar de las modernas obras públicas, de la incuria y de las transformaciones agrarias que prácticamente la han destrozado.
(Juan Gil Montes es el Presidente de ‘Amigos de la Vía de la Plata’ de Cáceres)
MÁS INFO:
La Vía de la Plata en Cáceres http://jugimo.blogspot.com/2008/09/la-va-de-la-plata-en-cceres.html
Via Delapidata http://personales.ya.com/juangilmontes/viadelapidata/