Mar Cirera | Tarragona www.diaridetarragona.com 05/01/2010

El Museu Nacional Arqueològic de Tarragona organizó un taller para niños: jugar a ser urbanistas y crear una ciudad romana imaginaria e ideal.

«¡Ave Salve! Para empezar a diseñar una ciudad romana tenemos que saber cómo vivían los romanos», explicó Jordi Salvadó, guía del taller. Con ayuda de unos cómics el grupo de niños aprendieron cuestiones relacionadas con la economía, los espectáculos, la ingeniería, la política y las casas romanas. Una vez explicada de manera didáctica la teoría llegó la hora de la práctica.

Los niños exploraron el museo en busca de una misión: tenían en sus manos una reproducción en cartón de alguna pieza que se encuentra expuesta en el museo. Tenían que encontrarla. En grupos de dos realizaron su correspondiente expedición.

Se respiraban nervios y algún intento de carrera que otro por las escaleras del recinto que rápidamente se frenó por el responsable del taller. Al encontrar la pieza expuesta en el museo llegó el momento de la explicación, de saber qué era. El guía les enseño un medallón con una representación de Júpiter, «el Dios del cielo y el responsable de enviar rayos contra la tierra cuando se enfadaba», añadió Salvadó. Y así recorrieron el Museo.

«Ahora ya podemos empezar a construir la ciudad. Primero crearemos las murallas y las cerraremos bien», dijo Salvadó. Todos los elementos que constituían una ciudad romana estaban representados en unos imanes y el grupo tenía que ir colocándolos encima de una mesa como si de un puzzle se tratara. Incorporaron el fòrum en el centro de la ciudad; a su lado el mercado.

Llegó el turno de la domus, «las casas de los romanos más ricos», explicó Salvadó a los niños y después el teatro. No falto el anfiteatro, donde se realizaban las luchas. «A menudo eran construcciones tan grandes que por ello las ponían fuera de la ciudad, como ocurre en Tarragona», añadió Salvadó.

El grupo de urbanistas también incluyó un puerto, un acueducto, las termas, una palestra, el circo y las insulas, «el otro tipo de casas, pero para gente más humilde», explicó Salvadó.

Finalmente, incluyeron el Fòrum Provincial, «el lugar desde el que se gobernaba la ciudad», añadió Salvadó. La ciudad romana imaginaria con todos los elementos ya estaba diseñada.