Ana Montalvo | Extremadura www.hoy.es 21/05/2011

La excavación de la calzada romana a su paso por Cáparra ha supuesto uno de los descubrimientos de mayor interés con la localización de una nueva puerta y una vía pública.

El Proyecto Vía de la Plata II-Extremadura (2008-2011) que actualmente desarrolla la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura se centra en la rehabilitación, protección, restauración y señalización de un conjunto de bienes inmuebles de carácter patrimonial ubicados en diferentes localidades a lo largo de la histórica Vía de la Plata y en la recuperación del propio camino a través de determinadas actuaciones en el mismo.

El proyecto surgió, en su primera fase, en 1996 de una idea de la Dirección General de Patrimonio Cultural para «redescubrir» la histórica Vía de la Plata a lo largo de la región de Extremadura y restaurar un número de recursos de alto valor histórico para ofrecer usos alternativos a los originales.

El objetivo principal de esta iniciativa es la estimulación, a través de la recuperación de un camino patrimonial como es la Vía de la Plata, del desarrollo patrimonial, social, medioambiental, turístico y económico de la región. La calzada actúa como hilo conductor de las intervenciones ya que en su seno se ha producido a lo largo de la historia diferentes aportaciones culturales que hacen de este camino un corredor de gran riqueza patrimonial y ecológica.

La Vía de la Plata es un camino empedrado conocido a partir de la Edad Media con esta denominación y supone la unión de dos grandes rutas romanas que comunicaban el sur y el norte del occidente peninsular, unidas en Augusta Emerita (Mérida), capital de la provincia lusitana. Son mencionadas en el ‘Itinerario de Antonino’, guía principal de los caminos de época romana del siglo III d.C. , y se denominan respectivamente ‘Iter ab ostio fluminis Anae Emeritam usque’ que comunicaba la desembocadura del río Ana (Guadiana) con Augusta Emerita y el ‘Iter ab Emerita Caesaraugustam’ que enlazaba las actuales ciudades de Mérida y Zaragoza, a través de Astorga.

Este camino, conservado hasta nuestros días, se ha adaptado a lo largo de la historia a las necesidades de cada momento, conformando un corredor en la región extremeña que iría desde la localidad de Monesterio, donde entra la calzada por el sur, desde el Real de la Jara (provincia de Sevilla), hasta llegar a Baños de Montemayor, en el límite septentrional de la provincia de Cáceres.

Intervenciones
La definición de recursos es clara. Por un lado, el producto principal ‘Vía de la Plata’ y por otro, los bienes inmuebles en el entorno de la calzada que sirven de de apoyo y dinamización al camino.

La elección de estos elementos patrimoniales se ha basado en criterios de singularidad, en su estado de conservación y en la adecuación de estos inmuebles a los nuevos usos que garantizan su mantenimiento en el futuro, conjugando de esta forma la puesta en valor del patrimonio con la perspectiva de desarrollo de la región extremeña.

Los subproyectos o intervenciones que integran el Proyecto Vía de la Plata II-Extremadura se engloban dentro de los usos ya establecidos en el primer proyecto: camino transitable (la propia Vía de la Plata), patrimonio restaurado visitable, centros de interpretación y albergues turísticos de la Vía de la Plata.

Nuevas intervenciones en la calzada se han desarrollado en el Proyecto Vía de la Plata II-Extremadura. Son dos intervenciones, una en la entrada suroeste de la ciudad romana de Cáparra, en la provincia de Cáceres, y otra al Norte de la ciudad de Mérida, en la provincia de Badajoz. Estas actuaciones se plantean para obtener un mayor conocimiento de la calzada, así como para dar una mayor viabilidad al recorrido por la misma.

La excavación de la calzada romana a su paso por Cáparra ha supuesto uno de los descubrimientos de mayor interés con la localización de una nueva puerta de la ciudad, la puerta suroeste, una estructura muy similar a la ya descubierta en el lado sureste. Se trata de una puerta monumental flanqueada por dos torres con remate semicircular. La torre noreste está muy arrasada (en el siglo XVIII la zona se utiliza como cantera y se desmota casi en el cien por cien) pero mantiene perfecta su planta, a diferencia de la sureste que conserva visibles hasta tres hiladas de sillería con almohadillado.

La intervención arqueológica ha puesto a la luz además, los elementos porticados de la calzada romana, que eran visibles en el tramo de vía ya excavado en 2001, y una proporción muy elevada de estructuras de época moderna y contemporánea (siglos XVII al XIX), posiblemente relacionadas con las edificaciones que conformaron la denominada Ventas de Cáparra. Este cúmulo de estructuras y derrumbes da una nueva visión al decumano máximo en esta zona, acostumbrados a ver de forma sistemática una calle con su enlosado sin estructuras posteriores que invadan su trazado.

En la provincia de Badajoz la actuación se ha centrado en dos puntos donde se podía observar la calzada. El primero de ellos se sitúa en la casa de campo de Mérida, donde aún se mantiene en pie el miliario correspondiente a la milla VI. La calzada hoy está protegida mediante un puente que impide el tránsito de los vehículos por la misma, y constituye un área de descanso donde el visitante, mediante la panelería desarrollada, puede entender la historia de la calzada y de sus elementos. La segunda intervención se sitúa en las ruinas del antiguo puente de Aljucén, donde se puede apreciar como consecuencia de las nuevas excavaciones, parte del estribo del puente que enlazaría con la calzada romana y los restos de algunos pilares y sillares dispersos en el cauce del río.

Patrimonio de Cáparra
Se ha planteado la continuidad de excavación y recuperación en algunos yacimientos para potenciar el impulso que supuso la primera actuación del primer proyecto (Cáparra) y la selección de nuevos yacimientos arqueológicos (dolmen de Lácara, domen de Huerta Montero y la ciudad romana de Regina).

Cáparra está situada en el norte de la provincia de Cáceres, es una ciudad romana de pequeñas dimensiones, se enmarca en el medio rural conservando la totalidad de su topografía urbana definida por un recinto amurallado. Se trata de una de las ciudades romanas más importantes de la Lusitania, con un carácter marcadamente comercial como lo atestigua su condición de mansio de la vía de la Plata que forma parte de su trazado viario. Su origen se remonta a la primera mitad del siglo I d. de C. En su interior se reconocen los distintos espacios de la ciudad: el foro administrativo con sus edificios, viviendas, locales comerciales, un conjunto termal, las calles y su famoso arco cuadrifonte situado en el centro de la ciudad en el cual confluyen dos calles principales, el kardo y el decumanus coincidiendo esta última con la vía de la Plata, calzada de la cual será Cáparra, mansio o parada. Fuera de sus murallas se conocen el anfiteatro y varias necrópolis.

La nueva intervención en el marco del Proyecto Vía de la Plata II-Extremadura de la Consejería de Cultura y Turismo ha supuesto el conocimiento de nuevas áreas excavadas de la ciudad. Entre las novedades cabe destacar las aportadas en el sector sur de las termas. En esta zona se ha descubierto una nueva vía pública o calle con su correspondiente área porticada. El pórtico a su vez limita con una manzana ocupada en su totalidad por una gran por domus romana con peristilo central y a la cual se accede por el pórtico donde se encuentra la fachada principal de la casa.

En otros puntos del yacimiento se han documentado estancias de tipo residencial alineadas con el kardo maximo, una de las dos calles principales de la ciudad. Otros espacios excavados son las tabernas, locales comerciales que ocupaban las plantas bajas de los edificios y que se sitúan en los bordes del kardo maximo y al decumano maximo.
Al proceso de excavación, se han sumado las labores de consolidación que han permitido conservar todas las estructuras sacadas a la luz.

Finalmente, y con el objeto de contribuir a la interpretación y conocimiento del yacimiento por los visitantes, se ha restituido la panelería exterior autoguiada, panelería que llegará a las nuevas áreas excavadas e incorporadas al recorrido de la visita.

Regina
La conexión de la vía de la Plata con otras vías de comunicación secundaria, contribuyen a la articulación del territorio extremeño, permitiendo de esta forma establecer ejes transversales que dinamizan el propio camino. Exponente de esta conexión territorial es el conjunto arqueológico formado por el alcazaba árabe de Reina y la ciudad romana de Regina en Casas de Reina, en el sureste de la provincia de Badajoz. La alcazaba de Reina se ubica a 825 metros de altura sobre un destacado cerro que domina la población del mismo nombre. Se trata de un recinto de planta poligonal con quince torres unidas por lienzos realizados mediante tapial cuya configuración es principalmente de época almohade. La zona donde se ha actuado es la torre-puerta o casa de la encomienda santiaguista, así como en los lienzos y torres situados a ambos lados de esta.

La actuación ha supuesto la consolidación de sus lienzos perimetrales, desbroce, actuaciones arqueológicas destinadas al reconocimiento de las estructuras cubiertas y al seguimiento de las obras de consolidación y la posterior adecuación de la fortaleza para su visita.

La ciudad romana de Regina se ubica a 1.5 kilómetros de distancia de la población de Casas de Reina (Badajoz), perteneciente a la comarca Campiña Sur. El objetivo principal del proyecto ha sido contribuir a mejorar el conocimiento de las estructuras arquitectónicas que conforman el Foro del municipio romano de Regina y sus anexos, así como consolidación de las estructuras que han aparecido en la excavación así como su integración en el circuito de visita del yacimiento.

Para ello se seleccionó un área de excavación situada al noreste del Foro, con una extensión de 800 metros cuadrados. Se pretendía acometer con esta excavación el descubrimiento de un área que se presumía como termal, idea basada principalmente en el gran desarrollo de las cloacas en esta zona, y en la presencia de una entrada monumental junto al pórtico de una de las vías más importantes de la ciudad, el decumano. Sin embargo, los resultados de las excavaciones, que han proporcionado interesantes datos arqueológicos, no nos hablan de termas sino de espacios dedicados a funciones muy variadas.

Una de estas actividades sería la transformación metalúrgica, basada en la función a la que están destinados los materiales recogidos en su interior: cinceles, palancas, escoria de metal, etc. Otra estancia tendría un uso como espacio destinado al curtido de pieles ya que aparecen utensilios de curtir, pulidores, etc. No faltan habitaciones dedicadas al almacenaje, así como otros espacios dedicados a la manufactura de material óseo o a la fabricación de vidrio.

Sobre la cronología de estos espacios, se puede decir que tienen su último uso en época tardorromana. Se han documentado a la vez estancias más monumentales, de mayores dimensiones, mejor factura en su construcción, y con una cronología más antigua (siglo I-II).
Estos bienes inmuebles han sido dotados de claves interpretativas que los hacen más comprensibles al visitantes y ofrecen recorridos señalizados a través de atractivos paneles.

Albergues
En el primer Proyecto Vía de la Plata (1998-2004) se generó una red de albergues que supuso la creación de una infraestructura turística desarrollada con el objeto de dar cobijo al viajero y al caminante. Se trata de alojamientos turísticos públicos donde se puede dormir, comer, descansar y a la vez, disfrutar de edificios singulares con tipologías muy atractivas, frutos de rehabilitación de edificios singulares.

En ellos se facilitan servicios de alojamiento principalmente en habitaciones colectivas, con o sin servicios complementarios y asimismo, ofrecen la posibilidad de practicar actividades turísticas complementarias, tales como deportivas, medioambientales, culturales, recreativas o de ocio y tiempo libre.

Se crearon nueve albergues que se ubican en la provincia de Cáceres en Baños de Montemayor, Hervás, Oliva de Plasencia y Garrovillas de Alconétar y en Badajoz en Torremejía, Villafranca de los Barros, Zafra, Puebla de Sancho Pérez y Fuente de Cantos.

En esta nueva fase del proyecto se crean dos nuevos albergues mediante la rehabilitación, recuperación y equipamiento de dos edificios patrimoniales. Estos edificios, próximos a la calzada romana, se han seleccionado como alojamientos para los usuarios del camino en tramos donde existía un vacío en este sentido. Para ello, se seleccionaron dos inmuebles: una nave tabacalera en San Gil (Cáceres). Se trata de la rehabilitación de una nave usada hasta hace poco tiempo como secadero de tabaco que supone un incremento de 30 plazas, ofreciendo además servicio de comedor; y la recuperación de edificio adosado a la antigüa plaza de toros en Alcuéscar (Cáceres). Se trata de un inmueble situado en el pueblo de Alcuéscar, en la calle de paso de peregrinación desde el pueblo hacia la Basílica de Santa Lucía del Trampal, de época visigoda, situada a 5 kilómetros de esta localidad y declarada Bien de Interés Cultural. La construcción de este albergue de la Vía de la Plata supondrá el incremento de 30 nuevas plazas distribuidas en tres dormitorios de ocho plazas cada uno. A ello hay que añadirle un servicio de cafetería y restauración.

Con todo ello se ha intentado hoy, en el siglo XXI, a través del proyecto Vía de la Plata II- Extremadura, recuperar esta calzada de gran valor histórico y patrimonial como camino y como eje vertebrador cultural del territorio que ofrece diversas ofertas culturales, contribuyendo a favorecer a la dinamización cultural y turística de los lugares donde se emplazan.

Ambos proyectos, Vía de la Plata I y Vía de la Plata II, han posibilitado que la región cuente con elementos físicos de sostenimiento del camino y una gran infraestructura, en una apuesta decidida por articular al territorio extremeño y constituir este eje como foco de atracción y núcleo emisor de la comunidad.

FUENTE: http://www.hoy.es/v/20110521/sociedad/redescubrir-plata-20110521.html