Una
campaña
para
conseguir
el
retorno
a Grecia
de los
frisos
del
Partenón,
expuestos
en el
Museo
Británico
desde
1816,
fue
lanzada
ayer en
el
Instituto
de Arte
Contemporáneo
de
Londres
por un
grupo
que
apoya la
devolución.
El
colectivo,
titulado
«Frisos
reunidos»,
pide la
devolución
de las
esculturas
del
templo
de la
Acrópolis
de
Atenas,
que
Grecia
quiere
reunir
el
próximo
agosto
durante
los
Juegos
Olímpicos.
La
organización
basa su
argumento
en una
encuesta
según la
cual el
73 por
ciento
de los
británicos
consultados
apoyan
la
devolución
de las
famosas
esculturas
de
mármol.
La
campaña
cuenta
con el
respaldo
de
figuras
célebres,
entre
ellas el
ex
ministro
británico
de
Asuntos
Exteriores
Robin
Cook,
quien
participó
en el
acto de
ayer en
Londres.
«El
asunto
principal
es:
¿dónde
tienen
que
estar
los
frisos?
Pertenecen
a
Atenas.
Tenemos
la mitad
de
ellos,
los
griegos
tienen
la otra
mitad.
Pero uno
puede
verlos
en su
totalidad
cuando
estén
reunidos.
La única
manera
de
unirlos
es
ponerlos
donde
pertenecen»,
afirmó
Cook.
Según el
ex
ministro,
el
británico
de a pie
reconoce
que los
frisos
pertenecen
al
Partenón,
«para
ello
fueron
diseñados,
y allí
estuvieron
durante
dos mil
años».
El Museo
Británico
se ha
negado a
devolver
las
esculturas
pese a
las
peticiones
en ese
sentido
durante
los
últimos
cuarenta
años. El
director
de la
galería,
Neil
MacGregor,
respondió
ayer que
el Museo
Británico
es el
mejor
lugar
posible
para
mostrar
las
esculturas.
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