Enterrada
durante
12
siglos
por un
deslizamiento
de
tierra y
cerrada
al
público
durante
25 años,
la
iglesia
cristiana
más
antigua
del Foro
Romano,
Santa
María
Antigua,
abrirá
de nuevo
sus
puertas
para
exhibir
sus
célebres
frescos,
considerados
por
muchos
como
ejemplos
excepcionales
de
estilo
bizantino.
Las
visitas
guiadas
de la
iglesia
comenzarán
este fin
de
semana y
se
extenderán
hasta
mayo,
mientras
continúan
los
trabajos
de
restauración.
Werner
Schmid,
experto
en
restauraciones
que
trabaja
en el
proyecto,
dijo el
jueves
que las
visitas
darán a
los
visitantes
la
oportunidad
de ver
una
colección
de
frescos
realmente
extraordinarios,
realizados
desde
mediados
del
siglo VI
a.C.
hasta
mediados
del VIII
d.C.
De pie
en la
nave de
la
iglesia,
rodeado
por los
andamios
empleados
en las
tareas
de
restauración,
Schmid
explicó
que los
frescos
son poco
comunes
porque
muestran
un
estilo
suelto y
clásico
que era
considerado
ajeno a
la Roma
medieval.
Numerosos
trabajos
similares
realizados
en otras
iglesias
fueron
destruidos
o
pintados
por
encima
cuando
los
edificios
eran
adaptados
a
diferentes
estilos
a lo
largo de
los
años,
explicó.
Los
iconoclastas
que se
opusieron
al
empleo
de
íconos
en los
trabajos
religiosos
por
considerar
que era
un
ritual
pagano,
hicieron
estragos
en el
Imperio
Bizantino
a partir
del
siglo
VIII y
destruyeron
numerosos
trabajos.
En Roma,
sin
embargo,
varios
papas
trataron
de
mantener
vivas
las
tradiciones
clásicas,
impulsando
a los
artistas
a que
decoraran
las
iglesias
con
estilo
bizantino.
La
iglesia
de Santa
María
Antigua,
consagrada
en el
año 650,
era una
capilla
papal y
por ello
se
benefició
más que
otras
del
apoyo de
los
Pontífices.
Pero en
el año
847, un
terremoto
provocó
un
deslizamiento
de
tierra
que la
sepultó
y
permaneció
bajo
hasta
que un
arqueólogo
italiano
comenzó
excavaciones
en el
año
1900.
María
Andaloro,
profesora
de
historia
del arte
de la
Universidad
de
Viterbo,
dijo que
las
pinturas
son
ejemplos
extraordinarios
del arte
bizantino,
pero
también
demuestran
la
continuidad
del arte
clásico
griego
en Roma
en los
primeros
siglos
de la
Edad
Media.