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(En
la
imagen,
un
detalle
de un
fresco
de
Santa
Maria
Antiqua
en
Roma
el 8
de
abril
de
2004.
REUTERS/Giampiero
Sposito) |
Tras
12
siglos
bajo
los
escombros
y 24
años
de
restauración,
Roma
abrió
el
jueves
las
puertas
de
Santa
Maria
Antiqua
- la
iglesia
más
antigua
en las
ruinas
del
Foro
romano
- y su
inusual
colección
de
antiguo
arte
medieval.
Un
terremoto
enterró
la
iglesia
y sus
cuantiosos
frescos
bizantinos
y
cristianos
en 847
y
permaneció
intacta
hasta
que en
1900
comenzó
una
excavación
y
reconstrucción.
Gran
parte
de la
estructura
había
sobrevivido,
y los
restauradores
han
estado
trabajando
duro
en su
interior
desde
1980.
Se
abrirá
al
público
del 10
de
abril
hasta
finales
de
mayo.
"Santa
Maria
Antiqua
es un
bellísimo
testimonio
de la
riqueza
de un
período
del
que
quedan
pocos
detalles
más",
dijo
la
historiadora
de
arte
Maria
Andaloro.
"La
inauguración
dará
la
doble
oportunidad
al
público
de ver
no
sólo
la
iglesia
sino
también
el
trabajo
de
restauración",
dijo
Andaloro.
Aunque
muchas
otras
iglesias
en
Roma
han
sido
derribadas,
destruidas
o
reconstruidas
durante
siglos,
los 12
siglos
en los
que
Santa
Maria
Antiqua
ha
estado
fuera
de
acción
proporcionaron
una
foto
fija
perfecta
del
antiguo
arte
medieval.
Actualmente,
la
iglesia,
oculta
en la
sombra
de la
central
colina
del
Palatino,
tiene
un
tejado
y
soportes
estructurales
nuevos,
pero
alberga
unos
250
metros
cuadrados
de
frescos
que
datan
desde
su
fundación
a
mediados
del
siglo
VI
hasta
antes
del
terremoto.
Papas
como
Martín
I,
Juan
VII y
Zacarías
ordenaron
numerosas
redecoraciones
de su
interior.
"Es un
punto
de
referencia
esencial
para
ese
período,
ya que
cada
Papa
renovó
las
imágenes
con su
propio
estilo
iconográfico",
declaró
Andaloro.
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