La noticia
del
hallazgo
de un
barco
helenístico
en el Mar
Negro,
difundida
por Robert
Ballard,
no altera
sustantivamente
el
panorama
actual de
hallazgos
en
arqueología
marítima.
En primer
lugar,
porque no
se han
localizado
restos del
barco; en
segundo,
porque la
fecha
ofrecida,
siglos
V-III a.
C., es
extremadamente
imprecisa;
en
tercero,
porque el
hecho de
ser los
restos más
antiguos
localizados
en el Mar
Negro se
debe,
exclusivamente,
a la
ausencia
de
investigación
científica
en dicho
mar, tanto
por parte
rusa como
turca.
Según todo
ello, los
barcos más
antiguos
del
Mediterráneo
siguen
siendo los
dos barcos
fenicios
de
Mazarrón
(Murcia),
excavados
por el
Centro
Nacional
de
Investigaciones
Arqueológicas
Subacuáticas
de
Cartagena,
entre
1993-95 y
1999-2001,
respectivamente.
Se trata
de dos
naves del
siglo VII
antes de
Cristo, de
las que la
segunda,
conocida
como
«Mazarrón
2»,
conserva
el barco
completo,
todo su
cargamento
en el
interior y
el ancla
con su
estacha.
Por otra
parte, en
1996-97 se
excavaron
en
Marsella
dos barcos
griegos
del siglo
VI a. C.
En 2002 se
ha
descubierto
en
Baleares
un barco
del siglo
VI-V a.C.
Y hace
escasamente
una
semanaGeorge
Bas, el
decano de
la
arqueología
subacuática
en el
Mediterráneo,
me
informaba
de que
está
excavando
en la
Costa
mediterránea
de Turquía
un nuevo
barco del
siglo VI.
No deja de
ser una
gran
noticia el
hallazgo
de este
pecio, así
como la
capacidad
tanto
económica
como
mediática
del señor
Ballard
para
difundir
sus
importantes
hallazgos.