La villa
romana
altoimperial
(siglo II)
aparecida
en el
barrio de
Santa Rosa
integra
importantes
mosaicos
comparables
a los
hallados
en
Itálica,
de
influencia
oriental y
con
diversas
líneas
temáticas
que van
desde la
mitología
hasta la
decoración
floral o
geométrica.
La
excavación
arqueológica
desarrollada
en la
zona,
dirigida
por Rocío
Penco
Valenzuela,
ha
permitido
detectar
mosaicos
en cada
una de las
estancias
constatadas,
esto es,
un
peristilo
o patio
central,
un
triclinium
o comedor,
un posible
tablinum o
despacho y
un
cubiculum
o
dormitorio.
En
declaraciones
a este
periódico,
Rocío
Penco
Valenzuela,
aseguró
que la
excavación
en la zona
ha
permitido
constatar
que las
dependencias
más
importantes
de la
villa
permanecen
en «buen
estado de
conservación»,
así como
que esta
construcción
poseía una
doble
altura.
Como
particularidad
constructiva,
esta villa
«adrianea»
presenta
una
disposición
escalonada,
«en zig-zag»
poco
habitual.
La
grandiosidad
de este
enclave,
residencia
de algún
patricio
de gran
influencia,
viene
determinada,
además,
por la
presencia
de
mármoles
de
importación
(Italia y
África)
que se han
detectado
en las
distintas
estancias.
Junto al
hallazgo
de
importantes
mosaicos
(habría
que
remontarse
una década
para
desempolvar
hallazgos
de esta
importancia),
la
arqueóloga
indicó que
el muro de
contención
norte de
la
residencia
romana
tiene
forma
curva,
«elemento
que
demuestra
que este
edificio»
está
vinculado
a la época
del
emperador
Adriano y
que
conecta a
este
edificio
con la
gran
residencia
de éste,
Villa
Adriana,
único
lugar
donde se
encuentran
elementos
arquitectónicos
circulares
por vez
primera.
El
recorrido
por la
villa
arranca en
un
peristilo
(patio)
octogonal
que
presenta
una fuente
en el
centro, un
«templete
cubierto
que
soportaban
cuatro
columnas
de las que
hoy se
conservan
dos»,
aseguró
Penco
Valenzuela.
En este
espacio
aparecen
mármoles
de
importación
y un doble
mosaico de
gran
interés.
De un
lado, la
fuente
posee una
conjunción
de teselas
que
«representan
peces y
temas
marinos,
motivos
que
simbolizan
protección
y
limpieza».
La
hipótesis
que maneja
la
arqueóloga
es que
sobre este
mosaico
caía el
agua de la
fuente
central.
Junto a
esta
estructura
decorativa,
la
excavación
ha sacado
a la luz
representaciones
de
palmeras y
motivos
geométricos.
La segunda
estancia
que
conforma
el paseo
por la
villa «adrianea»
es el
triclinium
o comedor,
lugar de
celebraciones
del
propietario.
De planta
basilical,
este
espacio
destaca
por la
presencia
de un
pavimento
de mármol
de
distintos
colores
(rosa,
verdes y
grises)
importado
de Italia.
El mosaico
que se
conserva
en esta
estancia
de la
residencia
romana
presenta
un
decoración
geométrica
y vegetal
«sólo
comparable»
con la que
existe en
Itálica,
confirmó
Penco
Valenzuela.
La
mitología
inunda el
espectacular
mosaico
que los
expertos
han
encontrado
en un
posible
tablinum o
despacho.
Figurativo
y
policromo,
este
conjunto
de teselas
revisan en
distintos
casetones
las
estaciones
meteorológicas
(representadas
por
figuras
humanas
femeninas)
y la
recreación
del dios
del
tiempo,
Cronos,
representado
en formas
masculina
y con aro
que
simboliza
el propio
paso del
tiempo.
Este
elemento
decorativo
presenta
abundantes
representaciones
de caza
animal:
leopardo
que se
enfrenta a
un grupo
de
caballos,
la pugna
entre un
oso y un
toro, la
persecución
de un
leopardo a
un ciervo
y la
recreación
de un león
se
encuentran
repartidos
en este
espectacular
mosaico.
La
villa será
visitable
La
arqueóloga
que
dirigió la
excavación,
en la que
ha
colaborado
María
Asensi
Llacer y
Fernando
Penco
Valenzuela
como
asesor
científico,
ha
determinado
en su
estudio
preliminar
que la
zona norte
de la
villa
romana
estuvo
presidida
por los
juegos
hidraúlicos.
Testimonio
de ello es
la
presencia
de un
ninfeo
(estructura
que sirve
de cascada
al agua)
que
conecta a
través de
conductos
con el
peristilo
central y
con su
fuente.
La
importancia
de los
vestigios
ha llevado
a la
empresa
constructora
que
levantará
en la zona
viviendas
de lujo a
remodelar
el sótano
del
proyecto,
según
confirmó a
este
periódico
su
responsable,
José
Tirado.
El
promotor
indicó que
la reforma
no afecta
a las
viviendas,
puesto que
incide
directamente
en la zona
inferior
que se
habilitará
para la
integración
de los
restos.
Tirado
reconoció
que la
nueva
construcción
permitirá
que las
estructuras
de la
villa
romana del
siglo II
pueda
quedar
expuesta
al
público. |