Virginia León | Cádiz www.diariodecadiz.es 18/10/2010

En unos días se iniciarán los trabajos de control arqueológico que acompañarán a la consolidación de estas casas y que permitirán llegar a la orchestra y parte del graderío, bajo la dirección de Bernal y Arévalo.

Parecía una utopía, pero es realidad. En unos días, quizás en una o o dos semanas, comenzará en el Teatro Romano uno de los trabajos arqueológicos más ambiciosos que se ha llevado en este terreno en prácticamente todo el panorama nacional e internacional y que permitirá desenterrar una parte vital de la historia de la ciudad. Se trata de compatibilizar la vida de un edificio y las personas que lo habitan con las excavaciones -bajo el mismo- de un equipamiento público de la talla del coliseo gaditano.

De esta forma, una vez que la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía conceda el permiso solicitado, dará inicio la excavación arqueológica preventiva de apoyo a la siguiente fase del proceso de consolidación de las fincas que colindan al Teatro Romano y bajo las que subyace el resto del edificio público romano. Un proyecto firmado por el experto Emilio Yanes y que a partir de ahora permitirá avanzar hacia las entrañas del teatro, en busca de nuevos datos del Gades romano.

Los profesores de la Universidad de Cádiz Darío Bernal y Alicia Arévalo, a través de su equipo de trabajo, HUM 440, serán los encargados de dirigir las excavaciones, a tenor del convenio firmado entre la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Universidad de Cádiz, a través de la OTRI.

Así, mientras que los expertos de la empresa Fonsan continúen encauzando la consolidación de estos edificios -que incluye los interiores de Posada del Mesón- hasta alcanzar la zona del graderío más próxima al escenario y de la orchestra, el equipo de arqueólogos hará las labores de control preventivo de la obra y de extracción de tierra.

«La mayor parte de la excavación se realizará de forma convencional a cielo abierto, que es lo que más interesa científicamente», confirma Darío Bernal. Más adelante, comenta, empezarán a construirse los arcos y bóvedas de carga en la fachada, que serán los que permitan avanzar hacia adentro, hasta unos tres metros.

«Se trata sin duda de un proyecto singular y muy importante para el Teatro», afirma Bernal, quien apunta que «el fin es llegar a la zona más baja del teatro, así que la posibilidad de descubrir elementos muy bien conservados es alta», añade. En este sentido el profesor de la UCA se mostró «muy esperanzado», en nombre del equipo que dirige junto a Alicia Arévalo.

Según señala el experto, otro de los puntos de gran interés del proyecto de excavación, cuya duración se prolongará varios meses, es el hallazgo de restos de todas las épocas.

Este trabajo se pondrá en marcha tras superarse la fase 0, finiquitada el pasado mes de septiembre una vez afianzadas las fachadas y las cimentaciones de todo el perímetro de la zona de excavación. Un proyecto basado en la inyección vertical de hormigón en las fachadas que dan al Teatro de Mesón, 15 y Bajo Escribano, 1 y cuyo balance ha sido más que positivo. Así lo confirmó David Puerto, jefe de Obra de la empresa Fonsan, quien añadió a este medio que el proyecto se ha llevado a cabo «sin imprevistos», gracias al estudio geofísico previo.

Esta actuación, cuyos trabajos se realizarán bajo la supervisión de la delegación provincial de Cultura, no sólo permitirá aproximarnos a la comprensión topográfica del teatro, sino también a la vida del edificio: momento de construcción, de abandono y el uso que desde entonces ha tenido.