Madrid | EUROPA PRESS 12/03/2010
El Teatro Real de Madrid recupera la última obra del compositor valenciano Vicente Martín y Soler, ‘L’arbore di Diana’, en una coproducción con el Liceo de Barcelona inspirada en el mito de Diana y Endimione y narrado en forma de fábula pastoral, que se estrenará el próximo 17 de marzo.
La ópera ‘L’arbore di Diana’, realizado junto al libretista Lorenzo Da Ponte -colaborador de Mozart y Salieri-, fue un rotundo éxito desde su estreno en Viena en el año 1787, donde llegó a ser la obra más representada durante los cuatro años siguientes. En ella, destacan las melodías agradables y de fácil asimilación que, a su vez, presentan grandes exigencias vocales.
En esta ocasión, Francisco Negrín, conocedor de la obra del compositor valenciano, ha sido el responsable de la dirección de escena. Según manifestó hoy en la presentación de la obra, el lenguaje de Soler «requiere mucha sutileza, porque cosas que aparentemente pueden parecer sencillas se pueden transformar en algo de gran elegancia. No sólo es leer la partitura, sino hacer música a partir de esa base», indicó.
El director escénico buscó, junto al equipo de diseño, un mundo que funcionara «como debe funcionar una obra como esta», de diversión y ligera. Los cambios de decorados son muy rápidos, con intención de crear ilusión y emoción, una forma de excitar al público. «El objetivo era buscar una estética que funcionara hoy en día, pero que fuera barroca», dijo.
Para ello, se inspiraron en el manga japonés, que, según señaló, «es sexy, estilizado y surrealista». «Vimos que, de esta forma, podíamos ser leales a la obra de Soler, pero, a la vez, contemporáneos, sin intención de ser vulgar». Negrín matizó que a pesar de ser sexy, lo es en la manera en que se observa un dibujo animado, «no como una película erótica».
Respecto a la acogida que se espera de esta obra, aprovechó la ocasión para apuntar que «el público en ópera no viene a divertirse, sino a comparar». «Se ha perdido ir a la ópera con la intención de ver historias. Por eso quiero obras nuevas, que no se conozcan». «Si se hicieran obras nuevas la gente descubriría el placer de ir al teatro, y no sólo el placer de criticar», concluyó Negrín.
MÚSICA FÁCIL DE ESCUCHAR
Por su parte, el encargado de la dirección musical de ‘L’arbore di Diana’, Octavio Dantone, destacó que Soler era capaz de escribir una música fácil de oír para la gente, una característica no tan fácil de encontrar en un músico. «Yo la aprendí de memoria rápidamente», dijo.
Según subrayó, era tan capaz de acercarse al público que los espectadores lo pueden percibir muchísimo y, además, era un estratega musical, capaz de escoger momentos concretos y transmitirlos, que hacen llegar una retórica fenomenal.
Asimismo, Dantone incidió en que Soler tenía una gran inteligencia de la instrumentalización, una gran capacidad para utilizar los instrumentos de viento, como el clarinete, y dar color a la obra, al igual que hacía Mozart. En este sentido, recordó que, aunque su música es sencilla, en comparación con Mozart, hay que subrayar la dinámica y galantería de la partitura. «Las notas tocadas con sensibilidad terminan siendo algo maravilloso», dijo.
«Para entender la música de Soler hoy hay que entender su lenguaje. Hay que tener un lenguaje común para llegar a emocionar, y los códigos para gozar de la música son los mismos, sólo hay que encontrar las claves para poderlos comunicar», indicó Dantone, quien subrayó que ha tenido suerte al encontrar una orquesta y cantantes que siguen estas características de interpretación, lo que «facilita mucho el trabajo», concluyó.
El director artístico del coliseo madrileño, Antonio Moral, señaló que ha existido una «simbiosis estupenda» y un «juego interesante» entre Negrín y Dantone, incluso en los ensayos, algo que, según manifestó, «no es tan habitual». Además, destacó al equipo de cantantes jóvenes entusiastas que están integrados en este proyecto.