Helene Colliopoulou | Rodas (Grecia) | AFP 14/04/2008
El puerto de la isla griega de Rodas, en el sureste del mar Egeo, ha escondido durante siglos más de 4.000 joyas y monedas de oro, así como tres pecios, hallados ahora por un grupo de submarinistas y arqueólogos griegos que examinaron sus profundidades durante 20 días.
«Es una operación sin precedentes en nuestra isla. Los pecios y los objetos descubiertos son de un importante valor arqueológico», explica a AFP el prefecto del archipiélago del Dodecaneso, Yannis Mahairidis.
Aunque los arqueólogos del ministerio griego de Cultura tienen por consigna ser discretos a la espera de que los tesoros revelen todos sus secretos, Vassilis Mantikos, un submarinista de 48 años que localizó los vestigios, se muestra más locuaz.
«El asunto remonta a septiembre de 2003. Estaba buscando en plena noche a un hombre que había desaparecido, cuando vi a 15 metros de profundidad un montón de ánforas», recuerda Mantikos. Cuatro años más tarde, en noviembre de 2007, un equipo de especialistas en arqueología submarina, conducido por Mantikos, regresó al lugar y encontró una «larga cala, de 20 metros, y en muy buen estado», explica el arqueólogo Yiorgos Koutsouflakis.
El análisis de la madera del navío indica que su construcción data del siglo XIII. Tres espadas recuperadas cerca del pecio «remontan al periodo de la ocupación de la isla por los Caballeros de San Juan», una orden religiosa y militar que invadió Rodas en 1309, antes de ser expulsada en 1522 por los otomanos, según Koutsouflakis.
En enero de 2008, Mantikos alertó de nuevo a las autoridades tras descubrir una pila de objetos de cerámica cerca del primer pecio. La exploración permitió hallar los vestigios de otros dos barcos que «datan probablemente de la Edad Media y de la época bizantina», entre los siglos X y XII, explica Mahairidis. No muy lejos se ha encontrado además «un gran número de joyas y monedas de oro turcas que fechan de entre 1750 y 1820 y que han sido enviadas a Atenas para ser examinadas», apostilla.
A falta de una explicación oficial, los rumores crecen entre los habitantes de la isla que hablan de «un tesoro pirata» o estiman que las monedas son fruto de la colecta de impuestos en la época de los otomanos.
Para los arqueólogos la principal preocupación ahora es hallar nuevos medios financieros para continuar sus investigaciones, conservar los pecios e impedir «su deterioro». Las exploraciones han sido suspendidas además por el inicio de la temporada de verano, que atrae cada año a miles de turistas a Rodas