Marina Fernández | EFE 03/01/2009
La diosa Minerva ha regresado, tras ser restaurada por el imaginero malagueño Rafael Ruiz-Liébana, al mascarón de proa del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, donde ha permanecido durante 25 años tras recorrer más de medio millón de millas náuticas.
La diosa, segunda copia del original que llevaba el buque en 1927, ha sido restaurada por el imaginero malagueño durante dos meses y medio, en lo que ha sido, según ha relatado a EFE ‘un trabajo arduo y complejo aunque satisfactorio’.
Rafael Ruiz Liébana ha explicado que cuando fueron a recogerlo a La Carraca, en San Fernando (Cádiz) observaron que el mascarón estaba embalado por piezas. ‘Era un gran puzzle, desolador, me tiré bastante tiempo casi sin dormir’, ha señalado el tallista y dice que por este motivo satisface ‘más si cabe’ del resultado.
En cuanto a la cara y al cuerpo de la diosa, Liébana relata que tras eliminar los restos de purpurina de la figura primitiva, se procedió a completar y perfeccionar algunas de sus partes, como ponerle más nariz y tallar los castillos de su corona. ‘Me fijé en la originaria, que está en el museo de San Fernando, y la completé’.
Además del artista, en este proyecto ha participado el Astillero Nereo, que ha forrado con fibra de vidrio la madera de la diosa romana, a la que después dio una capa de imprimación con catalizadores para dorarla con oro de 24 quilates.
El maestro Ruiz Liébana ha destacado a EFE que ha sido un ‘orgullo’ restaurar esta obra, insignia de la Armada española, y que, pese a estar acostumbrado a hacer grandes proyectos, como tronos de Semana Santa o imágenes que venerar, esto ha sido diferente, ‘un reto’.
La representante del Astillero Nereo, Araceli Sánchez-Guitard, ha informado a EFE de que ha sido un trabajo en el que, tanto su empresa como el taller de Ruiz Liébana, han puesto ‘cuerpo y alma’ para que la restauración estuviese completa para el día indicado. ‘Teníamos fecha de entrega, así que tuvimos que trabajar de lunes a domingo’, ha explicado.
‘Ha sido un proyecto gratificante con el que Minerva llevará por los mares la belleza que merece este buque tan emblemático y representante de España’, ha manifestado.
La diosa Minerva, alma y guardiana del bergantín goleta de la Armada Española, fue concebida hace 81 años para amparar a la nave en sus navegaciones y proteger a su joven tripulación de las adversidades de la mar.
Además de ser la figura de su mascarón, durante un tiempo fue la denominación del buque, que pasó a ser conocido como Juan Sebastián de Elcano a causa de una visita del general Primo de Rivera a Cádiz. El director de los astilleros le propuso que se cambiase el nombre del buque en construcción por uno relacionado con la historia marítima de España.
De este modo, el buque escuela español pasó a llamarse Juan Sebastián de Elcano, en honor al intrépido navegante y descubridor español que consiguió dar la primera vuelta al mundo.
Los astilleros que concibieron la nave la coronaron con la figura de la diosa romana, que, según la mitología, regaló un trozo de madera a los argonautas para que, desde la proa, dirigiese su rumbo y les avisara de los peligros en sus travesías en búsqueda del vellocino de oro, para así evitarlos.
El mascarón, tallado en cedro americano, es el tercero que ha ocupado la proa del barco, por lo que ha sufrido los embates del mar durante el último cuarto de siglo, lo que lo ha deteriorado hasta el punto de deformar la imagen y perder su esencia.
Con el paso de los años, este tipo de figuras, tan habituales en los barcos antiguos, ha acabado por desaparecer de los barcos convencionales, aunque ha permanecido en naves de renombre como la de Juan Sebastián de Elcano.