Gijon | EFE 05/09/2008
El segundo yacimiento de restos orgánicos de la época romana de la península Ibérica ha sido hallado en unas excavaciones que se están realizando bajo el edificio de la antigua fábrica de Tabacalera de Gijón, según han informado hoy fuentes del Ayuntamiento.
Restos de utensilios de madera y cuero, hojas de vegetación, frutos y semillas han sido encontrados en muy buen estado de conservación en lo que parece ser la toma de agua que abastecía la polis romana en los siglos IV y V.
El hallazgo es calificado como ‘excepcional’ al constituir el de Gijón el segundo yacimiento romano con restos orgánicos de la Península Ibérica después del Puerto Romano de Irún, y uno de los pocos de Europa.
Las ruinas encontradas en el antiguo edificio del convento de clausura de las Madres Agustinas, reconvertido en fábrica de cigarros puros, permiten suponer que Gijón era una importante ‘villa romana’ con poder de decisión política sobre una gran parte del territorio.
Las ruinas de Tabacalera complementan la muralla romana y las termas en un complejo arqueológico que hace presumir la importancia de la ciudad en esa época y aporta nuevos datos para la historia, según ha informado hoy la responsable de las excavaciones, Carmen Fernández Ochoa.
Los restos orgánicos han permanecido alrededor de 17 siglos sin sufrir degradaciones de importancia en su estructura al haber estado en un medio húmedo en ausencia de oxígeno, según han evaluado los científicos.
El concejal de Cultura de Gijón, Justo Villabrille, ha destacado la ‘importancia’ del yacimiento arqueológico y ha anunciado que este hallazgo ‘retrasará’ el proyecto de convertir parte del edificio histórico en museo.
A la espera de que los elementos encontrados sean datados por el método del carbono 14, los arqueólogos estiman que pueden ser del siglo IV o V, o incluso anteriores, y tienen ‘un enorme valor’ por su estado de conservación.
En las primeras dos fases de excavaciones se han descubierto ruinas en lo que se cree es la tercera parte de la superficie y en los próximos meses los científicos continuarán el trabajo para descubrir un muro que está semienterrado y que podría revelar más datos.
Los restos han sido localizados en el suroeste del claustro y en el eje Norte-Sur, que desde la puerta de la antigua muralla romana conducía hacia la parte alta de la ciudad y hacia lo que parecer ser el espacio público más importante de la ciudad antigua.
La arqueóloga Fernández Ochoa se ha manifestado prudente sobre la importancia que podría tener este espacio, aunque ha admitido la posibilidad de que pueda tratarse de un ‘foro’, lo que en caso de confirmarse cambiaría la historia de la ciudad.
Al parecer, lo que hoy es Gijón podría haber sido en la época romana una ciudad de ‘primerísimo nivel’ y con alto poder de decisión política en un amplio territorio de la cornisa cantábrica, según ha afirmado la científica.