Zaragoza | EFE 31/05/2007

El autor de «Aníbal» (1990), «Troya» (1999) o «Alejandro Magno» (2005) asegura que él «no se toma demasiado en serio» su trabajo y que se dedica a escribir los libros que le gustaría comprar, y los escribe para divertirse y para que «se diviertan otros».

Zaragoza | EFE 31/05/2007

El autor de «Aníbal» (1990), «Troya» (1999) o «Alejandro Magno» (2005) asegura que él «no se toma demasiado en serio» su trabajo y que se dedica a escribir los libros que le gustaría comprar, y los escribe para divertirse y para que «se diviertan otros».

El escritor alemán Gisbert Haefs es un hombre extrovertido y con un gran sentido del humor que ante quienes hacen «alta literatura» se define autor de la «baja literatura», porque frente a los «arciprestes de sí mismos» está él y otros autores como él, «juglares de la literatura» que escriben «para divertirse».

Gisbert Haefs hizo estas consideraciones al recoger hoy el Premio de Honor de Novela Histórica «Ciudad de Zaragoza» 2007 que reconoce la trayectoria profesional y creadora de autores de prestigio, en este caso de un hombre que ha cultivado principalmente la ciencia ficción, la novela negra, la policiaca y la histórica.

El autor de «Aníbal» (1990), «Troya» (1999) o «Alejandro Magno» (2005) asegura que él «no se toma demasiado en serio» su trabajo y que se dedica a escribir los libros que le gustaría comprar, y los escribe para divertirse y para que «se diviertan otros».

Con un marcado acento alemán, pero en un perfecto español gracias a su especialidad de filología hispánica que le ha llevado a traducir incluso a Borges, Haefs reconoció que nunca, o casi nunca, está serio, e incluso sus novelas más sórdidas, las negras y policiacas, tienen un punto de humor negro.

Su obra histórica, por otro lado, se basa en las épocas de la Antigüedad Clásica griega y romana, fundamentalmente, por su incapacidad, dijo, para comprender otras como la Edad Media, de la que dijo que está situada «bajo un vaso invertido de fundamentalismo».

Para Haefs, «la más grande calamidad de la historia» fue la «invención» del monoteísmo, que acabó con un mundo «abierto», y por ello no siente «la necesidad» de «ensuciar las aguas» de las novelas sobre la Edad Media con sus «pensamientos pobres».

Publicadas en España por Edhasa, las novelas de Gisbert Haefs «se ponen del lado de los vencidos y cuentan su versión más humana», dijo hoy en la presentación del Premio de Novela Histórica Daniel Pérez, de Edhasa.

El último trabajo de Haefs publicado en España es «La amante de Pilatos» (2006), una obra a medio camino entre el género negro y de espionaje y la novela política e histórica en la que juegan un papel importante los descoordinados servicios secretos romanos.

La presidenta de la Asociación Aragonesa de Escritores, Magdalena Lasala, por su parte, definió a Haefs como uno de los novelistas vivos más importantes del mundo y modelo a seguir por la «indiscutible calidad literaria» de sus obras. Y aseguró que en ellas están siempre presentes los cuatro
líquidos más importantes de la vida, como el propio autor repite a menudo: sangre, sudor, vino y esperma, lista a la que el propio Haefs añadió las lágrimas.