Murcia www.terra.es 04/01/2006

El Museo Arqueológico de Berlín atesora, acaso por la incuria de las autoridades locales de la época, un trozo de la historia de la Región que muy pocos murcianos recuerdan siquiera. Se trata de una espléndida escultura greco romana en bronce, hallada en Jumilla, que representa al dios del Sueño o Hipnos, el cultivador del opio. Aunque le faltan los brazos, la disposición del torso y la representación tradicional de este dios evidencian que con una mano esparcía la semilla y en la otra portaba una ramita del alucinógeno.

Murcia www.terra.es 04/01/2006

El Museo Arqueológico de Berlín atesora, acaso por la incuria de las autoridades locales de la época, un trozo de la historia de la Región que muy pocos murcianos recuerdan siquiera. Se trata de una espléndida escultura greco romana en bronce, hallada en Jumilla, que representa al dios del Sueño o Hipnos, el cultivador del opio. Aunque le faltan los brazos, la disposición del torso y la representación tradicional de este dios evidencian que con una mano esparcía la semilla y en la otra portaba una ramita del alucinógeno.

La estatua de Jumilla es uno de los ejemplos que el profesor titular de Prehistoria de la Universidad de Murcia, Javier García del Toro, presentó ayer para reforzar un interesante análisis de las sustancias que han fumado los murcianos casi desde el principio de los tiempos. Y, además, aportó pruebas científicas que afianzan sus argumentos.

García del Toro aclara que ‘en diversos yacimientos eneolíticos se han encontrado semillas de opio, extraídas de la adormidera, que ha sido utilizada hasta tiempos recientes en Murcia’. Entretanto, las pipas para alucinógenos también son típicas en los yacimientos romanos de la Región, así como los pebeteros o quemadores en los asentamientos íberos y cartagineses.

El profesor recuerda que, ‘para los escritores romanos, el opium hispánico era el mejor del mundo’ y hasta Plinio inmortalizó que los íberos murcianos ‘utilizaban esta sustancia para suicidarse’. Más tarde, en muchas villas romanas, que el profesor sitúa ‘en el campo de Cartagena, la Costa Cálida y el Altiplano’, se han descubierto pipas para fumar opio, ‘que son idénticas a las actuales’.

El profesor recuerda que, ‘para los escritores romanos, el opium hispánico era el mejor del mundo’ y hasta Plinio inmortalizó que los íberos murcianos ‘utilizaban esta sustancia para suicidarse’. Más tarde, en muchas villas romanas, que el profesor sitúa ‘en el campo de Cartagena, la Costa Cálida y el Altiplano’, se han descubierto pipas para fumar opio, ‘que son idénticas a las actuales’.

El profesor García del Toro también aporta una extensa lista de sustancias que ‘en Murcia se han fumado en pipa o cachimba de cerámica romana o se han hecho sahumerios en quemadores’. Se trata de la mandrágora, beleno, cicuta, menta e hinojo, verdolaga, hiedra, comino, brezo, eneldo, lino, belladona, cáñamo ‘y hasta esparto y grama’, acaso entre aquellos fumadores más pobres o más desesperados.