Berlín | EFE 22/12/2006

El ‘Codex Sinaiticus’, uno de los textos más antiguos de la Biblia que se conocen, es una Biblia manuscrita del siglo IV. Estará en Internet en edición facsímil en 2009, informaron hoy fuentes de la Biblioteca Universitaria de Leipzig (Alemania).

El Codex es una Biblia manuscrita del año 350 D.C. que contiene la totalidad de los textos de la Biblia, incluida la primera versión del Nuevo Testamento y el Testamento Antiguo Griego, conocido como el «Septuaginto». Mide 33,5 centímetros de ancho por 37,5 centímetros de alto.

Sus fragmentos se hallan divididos en varias bibliotecas del mundo, por lo cual se firmó en Londres un documento de reunificación, proceso que se hará con tecnología digital. El proyecto cuesta más de un millón de euros y tiene una duración de unos cuatro años.

El arzobispo ortodoxo del Sinaí, Damianos, y abad del Monasterio de Santa Catalina; los directores de la biblioteca alemana, Ekkehard Henschke; de la biblioteca rusa, Alexander Bukreyev; y de la biblioteca británica, Lynne Brindley, firmaron en Londres un documento de reunificación del Códice.

Estará en Internet en edición facsímile en 2009 como estaba previsto, informaron el 21 de diciembre fuentes de la Biblioteca Universitaria de Leipzig (Alemania).

La edición online de esa Biblia, una de las más antiguas del mundo después del «Codex Vaticanus», del mismo siglo, será de este modo «accesible para todo el mundo», indicó el director de la biblioteca, Ulrich Johannes Schneider.

Durante varios siglos el «Codex Sinaiticus» permaneció en el Monasterio de Santa Catalina, en el Monte del Sinaí. En el siglo XIX el manuscrito escrito en griego se dividió, por lo que hoy los textos del Antiguo y Nuevo testamento se encuentran repartidos entre ese Monasterio, la Biblioteca Británica (en este lugar se encuentra la mayor parte; 347 páginas de las 400 totales), la Biblioteca de la Universidad de Leipzig en Alemania, y la Biblioteca Nacional de Rusia en San Petersburgo.

Fue el teólogo alemán Constantin Von Tischendorf, quien en 1844 se llevó partes del texto a Alemania y Rusia. Los monjes autorizaron al teólogo a llevarse 43 páginas de pergamino a Leipzig.

En 1859, Von Tischendorf regresó al Sinaí, descubrió más partes del manuscrito y convenció de nuevo a los monjes de que lo mejor era llevarlos también a Leipzig y donarlos al zar de Rusia, con cuyo apoyo había hecho ese segundo viaje.

Parte del manuscrito fue a parar luego a la Unión Soviética, que en 1933 vendió parte de esos pergaminos al Museo Británico de Londres, mientras que los restantes se quedaron en San Petersburgo.

Los monjes ortodoxos griegos pensaban que habían perdido el manuscrito, pero en 1975 descubrieron una docena de sus páginas en una habitación olvidada, enterrada tras un derrumbamiento. Los monjes conservan enmarcada una copia de la nota dejada por Tischendorf prometiendo devolver el manuscrito.

El facsímile en Internet contará con el Antiguo Testamento íntegro y la mitad del Nuevo, escritos en griego antiguo.

La edición digital del manuscrito está siendo elaborada conjuntamente por la Biblioteca Británica, la Biblioteca Universitaria de Leipzig y la Biblioteca Nacional de Rusia, en San Petersburgo.

El monasterio de Santa Catalina planea construir un taller de conservación para tratar el códice y otros trabajos en su colección de 3.304 manuscritos y 1.700 rollos, que la convierten en la más grande de textos cristianos primitivos fuera del Vaticano.

También se construirá una nueva biblioteca para conservar la colección, preservada por la ubicación remota del monasterio, el clima seco del desierto y el cuidado de los monjes.

El códice estará disponible en Internet después del trabajo de fotografiar esencialmente el manuscrito, conservarlo, transcribir todo el texto y presentarlo electrónicamente. Además se editará una versión en formato DVD y otra en facsímile.

El sitio web en el que el manuscrito estará disponible presentará el texto –los hechos como están descritos, las imágenes y la transcripción– y también lo interpretarán para distintos públicos, desde expertos hasta personas que sólo quieran conocer el manuscrito o algo del cristianismo.