Cristina Fanjul | León www.diariodeleon.es 09/05/2011

Aparecen por primera vez las monedas con la efigie del emperador Filipo el árabe que se desenterraron en el año 2001 en Puente Castro con motivo de las obras de la Ronda Sur.

Aún están estudiándose. El director de la investigación, el profesor de Arqueología Romana de la Complutense Ángel Morillo, precisa que se encontraron unas sesenta y muestran la efigie de Filipo el árabe. Aparecieron en el 2001 durante las catas que se realizaron en Puente Castro -«las primeras-» con motivo de las obras de la Ronda Sur. Son varias monedas de oro con la efigie de este emperador que por primera vez salen a la luz y que refuerzan la importancia que el vicus tuvo como arrabal o cannaba del campamento romano. Estas monedas vienen a consolidar la teoría de que la ciudad se convirtió en la residencia a la que acudían muchos de los legionarios que habían establecido lazos familiares y que, al licenciarse, decidían permanecer junto a su prole.

Marco Julio Filipo gobernó el imperio del año 244 al 249, lo que desvela que en el siglo III el vicus seguía siendo una gran población.

No es la única prueba. En el mismo año se descubrieron los restos de una loriga o armadura de escamas, lo cual es indicio de que la población pudo haberse visto aumentada con la llegada de soldados de la Legio VII. El arrabal sería accesible desde el campamento, según los expertos, a través de lo que hoy es el polígono de La Lastra -«paradójicamente y donde, por tanto, debería esconderse un puente sobre el Torío.

La excavación en el yacimiento desenterró además construcciones que pueden identificarse claramente con casas de planta rectangular, una de las cuales cuenta con un patio porticado o peristilo, en torno al cual se disponían las diversas estancias. Además, otra presenta una planta basilical, terminando en un ábside de planta cuadrada. Este hecho viene a confirmar la importancia del vicus y su estrecha relación con el campamento, hasta el punto de que son varios los arqueólogos que defienden que se trata de la verdadera cannaba de la Legio VII.

Esta ciudad pervivió al menos desde el siglo I hasta el III d.C y fue descubierta durante las obras de la ronda sur hace ahora diez años. Entonces, salieron a la luz varias estructuras orientadas de sureste a noreste. Además, hay que destacar la aparición de restos destacables en los niveles arcillosos del yacimiento. Es el caso de un gran número de elementos de material médico y quirúrgico, así como de platos y cuencos.

En lo referente a las piezas decoradas, las que se han documentado son las típicas de la época altoimperial: frisos compuestos por círculos concéntricos, segmentados, dentados, etc, con motivos vegetales y zoomorfos, elementos humanos y bastoncillos. Los arqueólogos que realizaron la excavación (José Carlos Álvarez Ordás, Pablo Rodríguez González y Noemí Martínez Murciego) destacaron que el hecho de que la investigación no hubiera exhumado decoración con guirnaldas era una señal de que las piezas corresponden al siglo II d.C. Dentro de los materiales cerámicos que no se corresponden con la vajilla de mesa, se encontraron numerosos fragmentos de cerámica de cocina, tales como ollas, jarras, ánforas y botellas. Mención aparte merece el hallazgo de un gran número de elementos médicos y quirúrgicos, tales como mangos de escalpelo, cinceles, losetas para preparar medicamentos, sondas, ventosas, agujas, pinzas o flebótomos.

Por otro lado, y según ha manifestado el delegado de la Junta, Eduardo Fernández, la próxima semana podría celebrarse una nueva reunión entre los técnicos de la Junta y el Ayuntamiento con el fin de llegar a un consenso acerca de la mejor solución para el vial de conexión entre La Lastra y Puente Castro.

FUENTE: http://www.diariodeleon.es/noticias/noticia.asp?pkid=604435