Vaso de EufroniosJuan Vicente Boo / Roma www.abc.es 23/11/2005

Ante la ofensiva italiana (un juicio en Roma y otro en Los Ángeles sientan en el banquillo al Getty y a una ex conservadora del MET), los museos empiezan a «negociar».

Hace apenas un año, el Museo Metropolitano de Nueva York ni se molestaba en responder a las reclamaciones de Roma sobre una treintena de valiosas piezas arqueológicas procedentes de saqueos en Italia.Ayer, en cambio, el director del museo, Philippe de Montebello, ofreció personalmente al ministro de Cultura devolver el extraordinario Vaso de Eufronios y reconocer la propiedad italiana del Tesoro de Morgantina a cambio de un largo préstamo para poder seguir exhibiéndolo durante 25 años. Visiblemente satisfecho, el ministro Rocco Buttiglione anunció el regreso del Vaso de Eufronios y confirmó que la negociación sobre el resto «es constructiva y abre la puerta a una solución mutuamente satisfactoria».

La extraordinaria «conversión» del Metropolitan es consecuencia del éxito del Gobierno italiano en la apertura de dos juicios sin precedentes en la historia de los grandes museos: uno en Los Ángeles contra el Getty Museum, y otro en Roma contra Marion True, la conservadora que adquirió las piezas arqueológicas expoliadas en Italia a sabiendas de su origen ilegal. Como gesto amistoso, el Getty restituyó «voluntariamente» cinco piezas en 1999, y otras tres hace diez días, incluido el Vaso de Asteas, pintado y firmado en la entonces colonia griega de Poseidonia (Paestum, al sur de Nápoles) el año 340 antes de Cristo.

La presión psicológica sobre los museos «depredadores» aumentó el lunes cuando el Gobierno de Grecia anunció su propia querella contra el Getty Museum para exigir la devolución de cuatro piezas —incluida una corona funeraria de oro del siglo IV a. de C.— adquiridas en 1993 por más de cinco millones de dólares.

Entre las treinta piezas que el Gobierno italiano reclama al Metropolitan destacan el Vaso de Eufronios —del siglo V a. de C., que representa la muerte de Sarpedon, uno de los hijos de Zeus—, el Ánfora de Eukarides, que representa a Zeus y Dionisos, un vaso de Darius que representa a Hércules y Busiris, del siglo I a. de C.; y un vaso con figuras ecuestres.

Italia reclama también los 15 objetos de plata procedentes de la antigua ciudad siciliana de Morgantina, muy cerca de la famosísima villa de Piazza Armerina que conserva algunos de los mejores mosaicos de la antigüedad romana. El Metropolitan propone reconocer la propiedad italiana del Tesoro de Morgantina a cambio de un préstamo para continuar exhibiéndolo durante 25 años.

Italia se siente en una posición de fuerza no sólo moral sino también legal desde que el descubrimiento en Suiza del almacén del traficante italiano Giacomo Medici —ya condenado a diez años de cárcel— permitió incautar millares de registros, cartas y fotografías que documentan el lugar de cada expolio y el destino de cada objeto.

El Vaso de Eufronios fue vendido al Metropolitan en 1972 por el traficante americano Robert Hecht, coimputado con Marion True en el proceso de Roma, quien declaró haberlo comprado a un libanés cuya familia lo habría adquirido en 1939. Los documentos del almacén suizo revelan que lo compró al traficante Giacomo Medici en 1971, pagando sólo 380.000 dólares.

Hecht ha admitido que se inventó la historia del libanés para «legitimar» el origen de la pieza, pero hay otra confesión más importante. En su declaración jurada al fiscal romano Pier Giorgio Ferri, Marion True, conservadora del Metropolitan antes de pasar al Getty, afirma que su predecesor en el cargo neoyorquino, el profesor Von Bothmer, «me enseñó en su oficina una fotografía aérea de la necrópolis de Cerveteri y señaló el lugar donde se encontró el Vaso de Eufronios». Los dos saqueadores de tumbas que lo encontraron recuerdan ese lugar con toda precisión, y también ellos han confesado a las autoridades.