El profesor Carlos M. Aguirre con su grupo de alumnos de LatínAntonio Criado | Almagro (Ciudad Real) www.eldiadeciudadreal.com 14/03/2010

Aunque pueda resultar paradójico, Internet, uno de los paradigmas de la modernidad, está propiciando la resurrección de las lenguas clásicas en el ámbito docente. Al menos, tal y como afirma Carlos M. Aguirre, profesor del IES Antonio Calvín de Almagro, está favoreciendo la expansión de un método de enseñanza revolucionario, “mucho más efectivo” que el instaurado durante del siglo XIX.

Este profesor sostiene que “las lenguas clásicas no son ni más difíciles ni más fáciles que las modernas; el problema está en el método”, un hecho que evidenció durante su etapa profesional en el Instituto Cervantes de Atenas. “Viendo lo rápido que aprendían español mis alumnos griegos y lo rápido que estaba aprendiendo yo griego moderno en relación con mi etapa en la universidad, me di cuenta de que el fallo era de método”.

A su vuelta a España, Carlos M. Aguirre investigó y descubrió a través de Internet (culturaclasica.com) a un grupo de profesores andaluces que tenían sus mismas inquietudes y que enseñaban en sus centros las lenguas clásicas como lenguas modernas, mediante la metodología comunicativa o natural.

“Yo he sido el primero en asombrarme con los resultados”, explica el profesor, que añade que ha aprendido más latín con este método que en toda la carrera. Y es que, resalta Carlos M. Aguirre, con la metodología natural te das cuenta de que “el latín no es un sudoku, es una lengua realmente fácil, que se puede aprender como cualquier otra y que se puede incluso hablar”. “Quien lo ve se queda estupefacto y prueba”, subraya.

Carlos M. Aguirre ha sido el pionero en Castilla-La Mancha en aplicar el método natural en la enseñanza del latín, pero ya son más de 20 centros de la región los que imparten sus clases bajo estas directrices.

En este sentido, el profesor del Antonio Calvín es “bastante optimista” de cara al futuro. “Internet nos está haciendo evolucionar a una velocidad de vértigo, porque tenemos unas capacidades de comunicación entre el profesorado que antes era impensable”, afirma Carlos M. Aguirre, que agrega que la inquietud de estos docentes castellano-manchegos les ha llevado a unirse en una asociación.

Buenos resultados
El método natural ha probado sobradamente su eficacia en el aula y constituye, además, el sistema ideal para el auto-aprendizaje. Un elemento importante es la satisfacción que sienten los alumnos al descubrir que, en efecto, pueden leer y comprender automáticamente, sin pasar por la traducción y el análisis gramatical. “Lo primero es oir, repetir, reflexionar y luego ya se aprenden los paradigmas como Rosa/Rosae”, apunta Carlos M. Aguirre.

Al leer de esta manera progresan paso a paso hacia el objetivo último de la enseñanza del latín: leer la literatura latina en los textos originales con una comprensión y una sensibilidad auténticas. “Un alumno que haya estudiado los dos cursos de Bachillerato con este método hace el examen de Selectividad en cinco minutos”.

Sin embargo, la pasión intelectual de Carlos M. Aguirre por las clásicas, que se hace patente observando el modo en que imparte sus clases, no le hace perder la perspectiva. “Nosotros no enseñamos latín para hablar en la cafetería o en el autobús, eso sería absurdo; el objetivo es que los chicos, cuando acaben el Bachillerato, sean capaces de leer libros en latín”.

“Quienes dicen que las lenguas clásicas están muertas tienen parte de razón, porque los profesores las enseñan como lenguas muertas; enseñemoslas como lenguas vivas y estarán vivas”, sentencia el profesor.

ENLACES:
La Vía de los Humanistas
Grupo de Didáctica de las Lenguas Clásicas