Cristina Fanjul | León www.diariodeleon.es 07/01/2008

Los soldados ofrecían sus ofrendas en templos dedicados a dioses como Marte, Mercurio o Serapis. Una investigación del profesor Ángel Morillo revela que hubo gran diversidad de recintos religiosos.

Fueron al menos diez los santuarios o espacios religiosos o de culto, tanto en el campamento de la Legio VII como de la cannaba. La investigación, realizada por el profesor de Arqueología de la Autónoma, Ángel Morillo, revela datos de la religiosidad dentro del campamento que no se conocían hasta ahora. Las conclusiones, a punto de ser publicadas, detallan no sólo las deidades a las que iban dirigidas estos templos, sino los lugares en los que deberían haberse erigido. Además, el estudio viene a demostrar cómo en muchos casos los santuarios se levantaban en honor a divinidades locales que los romanos «interpretaban» con el fin de asimilar de manera más eficar a la población nativa.

El descubrimiento de varias lápidas en los Montes de León, Astorga, Petavonium y Rosinos habían demostrado ya que estos lugares deberían haber albergado centros religiosos. Sin embargo, en el caso del campamento las fuentes nunca se habían estudiado de manera seria. Y este ha sido el vacío que la investigación de Ángel Morillo ha cubierto. El investigador ha estudiado tanto los testimonios epigráficos como los datos arqueológicos para llegar a la conclusión de que tanto el campamento como la cannaba disponían de construcciones religiosas cuyas dimensiones, al menos de momento, están por determinar. Algunas de ellas eran militares y otras civiles. En el primer caso, hay que hablar de la que se sabe debía haber estado en los Principia, cuya subsistencia sigue a día de hoy en el aire. Fue en la excavación de la calle San Pelayo donde se encontró la lápida de Antonino Pío que demuestra que allí estaba el sancta santorum de la Legio VII. Ángel Morillo precisa que este es el único lugar donde la excvación arqueológico ha descubierto la existencia de un santuario religioso.

A las ninfas En el resto de los casos, la investigación ha tenido que conseguir sus objetivos investigando las fuentes de la epigrafía. Así, se han hallado estelas que conmemoraban al genio, al numen, la divinidad protectora de la legión. Otro de los santuarios importantes fue uno dedicado de manera específica a las ninfas. Ángel Morillo cree que este espacio religioso debió estar extramuros y especifica que pudo haberse encontrado en lo que hoy ocupa el barrio de San Martín. La localización se debe al descubrimiento de una lápida con la inscripción fons amevi (ninfas de las fuentes). El profesor explica que la presencia de un templo en honor a las ninfas resulta absolutamente plausible teniendo en cuenta la importancia que las aguas subterráneas tienen en León. «Además, no hay que olvidar que el agua subterránea es una deidad propiciatoria; es frugífera, salutífera y ctónica, destaca Morillo, que añade además que se trata de un culto favorecedor de la fertilidad.

Otro de los descubrimientos de Ángel Morillo es el que se refiere a Diana, cuyo templo debió de estar extramuros, así como a Marte y a Mercurio, dios del comercio. Otra de las estelas encontradas nos refiere a la existencia de un espacio religioso dedicado a las deidades de la protección de la salud, y más concretamente a Esculapio, Salus, Serapis e Isis. Esta estela revela además la existencia de un hospital o valetudinarium en el campamento.

Morillo subraya el hecho de que la investigación, subvencionada por el Ministerio de Educación, demuestra que Roma también interpretó los cultos indígenas y, si bien es pronto para revelar las conclusiones, el estudio sacará a la luz datos inéditos que sorprenderán.