Profesores de latín y griego denuncian que la LOMLOE sume en la irrelevancia sus asignaturas y las aboca a la desaparición.

Mercedes Rodríguez Martín www.libertaddigital.com 11/11/2021

Hace no tanto tiempo, todos los alumnos de la Educación Secundaria aprendían latín traduciendo a Julio César y a Virgilio. La entrada en vigor de la LOGSE acabó con la obligatoriedad de una asignatura antes considerada clave, sustituida en ESO por la optativa Cultura Clásica. Distintas entidades batallaron desde entonces por que el latín volviera a ser obligatorio en algún curso. Pero lejos de ser escuchados, ahora la LOMLOE, antaño conocida como Ley Celaá y cuyo desarrollo acomete ahora Pilar Alegría, difumina aún más la enseñanza del latín y el griego en España.

El currículo de ESO, que promete trabajar «la comprensión lectora, la expresión oral y escrita, la comunicación audiovisual, la competencia digital, el emprendimiento social y empresarial, el fomento del espíritu crítico y científico, la educación emocional y en valores, la igualdad de género y la creatividad», mantiene la Cultura Clásica como optativa en los tres primeros cursos. El latín también es una optativa de cuarto curso, pero tiene que competir con otras nueve optativas, entre ellas «Biología y Geología, «Física y Química», «Digitalización», «Economía y Emprendimiento», «Expresión Artística», «Música» y «Tecnología». En total, los alumnos deberán escoger tres de entre un grupo de diez.

El nuevo bachillerato, mientras, con cinco ramas en lugar de las tres actuales y un total de 42 asignaturas diluye aún más las lenguas clásicas. El Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales, en el que hay que elegir entre las troncales Matemáticas o Latín y que ofrece como optativo el griego, deberá competir con otras cuatro modalidades: Ciencia y Tecnología, dos de Artes (Música y Plásticas) y el nuevo Bachillerato General, una forma de que los alumnos aún indecisos ante la clásica división entre ciencias y letras no pierdan ninguna opción. Para la plataforma Escuela con Clásicos, la nueva división «empeora de un modo drástico» la situación ya que la modalidad general detraerá aún más alumnos de la «más amenazada», Humanidades, la única que ofrece como materias el latín y el griego y ni siquiera de forma obligatoria.

El latín desaparecerá

Las asociaciones de enseñanza de estas materias auguran la desaparición de las asignaturas clásicas «en muy pocos años» e incluso vaticinan la desaparición al completo de la modalidad de Humanidades. Denuncian que Educación, «lejos de fomentar una cultura y una formación educativa desde unos cimientos sólidos, promueven una preparación superficial, centrada en aspectos técnicos y profesionales, pero en la que los alumnos desconocerán en gran medida el marco teórico y conceptual en el que ha de apoyarse su aprendizaje».

Aunque la suya parece una batalla más que perdida si se atiende a la deriva de las últimas reformas educativas, profesores y alumnos salieron a la calle el pasado sábado para reclamar que sus materias vuelvan a tener peso en las aulas y denunciar el «limbo» en que las sume la LOMLOE. Con pancartas con lemas como «Sin latín ni griego, el futuro da miedo», «España renuncia a sus raíces» o «En España no me dejan aprender latín», los manifestantes reclamaron al Gobierno que «no asesine» el Latín y el Griego.

«Un mar de opcionalidad»

Denunciaron la maniobra que supone sumirlas en la irrelevancia, rodeándolas de demasiadas opciones. También pidieron «blindar» el Bachillerato de Humanidades. «No han eliminado las materias pero no serán viables, la gente en los institutos sabe que es muy difícil sacar materias adelante si hay tantas opcionales en competencia. No desaparecen del todo pero están perdidas en un mar de opcionalidad», denunció el presidente de la Sociedad Española de Estudios Clásicos y portavoz de la Plataforma convocante, Jesús de la Villa, en declaraciones a Efe.

Los manifestantes corearon proclamas como «No son lenguas muertas, son asesinadas» y «la cultura clásica es cultura básica». Nada apunta sin embargo a que vaya a producirse cambio alguno en un currículo que aunque reconoce que el latín tiene «un valor instrumental para el aprendizaje de lenguas, literatura, religión, historia, filosofía, derecho, política o ciencia» lo arrincona aún más en la escuela.

FUENTE: www.libertaddigital.com