Atenas | EFE 17/02/2007
La Apokriá, el Carnaval de Grecia, ha reavivado múltiples tradiciones paganas y cristianas en las últimas tres semanas, antes de culminar mañana con grandes fiestas y dar pie al período de ayuno de la Cuaresma, preludio de la Semana Santa.
Atenas | EFE 17/02/2007
La Apokriá, el Carnaval de Grecia, ha reavivado múltiples tradiciones paganas y cristianas en las últimas tres semanas, antes de culminar mañana con grandes fiestas y dar pie al período de ayuno de la Cuaresma, preludio de la Semana Santa.
Las raíces del carnaval en Grecia se remontan al culto de Pan, el dios de la fertilidad y la sexualidad, y a las celebraciones que se hacían en la Antigüedad en su honor y en honor de Dionisos, con desfiles de carros y gente disfrazada que cantaba coplas satíricas en la antigua Atenas.
De tres semanas de duración, la Apokriá se destacaba por la preparación del cerdo, el recuerdo a los muertos, la tradición de la gente de disfrazarse y pintarse el rostro con colores en lugar de usar máscaras, las representaciones de obras de teatro, los juegos de azar y las canciones de contenido sexual.
En algunos pueblos, los hombres y las mujeres cambiaban de papel (Búles) y, por un día, los varones se vestían con atuendos femeninos y hacían tareas del hogar, mientras las mujeres salían a divertirse en los cafés.
Actualmente, uno de los carnavales más conocidos es el del puerto de Patra, que supera los cincuenta años en Grecia occidental y atrae cada año a cientos de miles de visitantes del país y del extranjero.
Durante tres semanas, los habitantes participan disfrazados en diversos juegos y pruebas, y en el gran desfile del último domingo, el 18 de febrero, al son de la zamba y la salsa, los grupos representarán temáticas de la actualidad política o histórica.
La fiesta culminará mañana con la quema en el puerto del ‘Rey del Carnaval’, que este año es ‘Zorba, el griego’.
En el Teatro Municipal de Patra se celebra el baile ‘Burbulia’, una velada en la que las mujeres se visten de blanco y negro y llevan máscaras para no ser reconocidas por sus novios, esposos o padres, puesto que excepcionalmente les está permitido hacer la corte a los varones y bailar con desconocidos.
También en Xanthi, el mayor carnaval del norte del país, se quema a una figura que representa a un zar, en una fogata encendida sobre un montón de ramas de pino, un acto que tiene, entre otras, la finalidad de espantar a los piojos del próximo verano.
A continuación le seguirán mañana fuegos artificiales y un desfile con 13.500 participantes, que será presenciado por unos 150.000 visitantes, según las autoridades locales.
En Atenas, además del desfile obligatorio, hay programado un amplio abanico de actividades culturales en las plazas de los ayuntamientos, con pistas para patinar, casas de cuentos de hadas y marionetas.
A estas tradiciones de tan lejanas raíces se ha sumado un fenómeno reciente: la participación de mujeres brasileras que, como en Río de Janeiro, visten con atuendos más propios del verano suramericano que del invierno europeo.
En los últimos años se han fundado asociaciones greco-brasileñas que se dedican exclusivamente, durante todo el año, a la preparación de este gran desfile.
La localidad de Nausa, en el centro del país, revive tradiciones relacionadas con la época del Imperio otomano en Grecia.
El festejo recuerda cómo los rebeldes griegos, oponentes al yugo otomano, aprovechaban la costumbre del disfraz para descender de los montes donde se escondían y así, camuflados, poder ver a sus familias y divertirse.
En Salónica, el mayor puerto del norte de Grecia, los habitantes participan en fiestas callejeras vestidos con cueros.
También honran a los muertos cocinando pasteles y confeccionando golosinas que reparten entre las vecindades, mientras que las personas mayores perdonan los pecados de los jóvenes que les presentan sus respetos.
En el lago de Kastoria, al noroeste del país, en donde hay una industria tradicional de peletería, los habitantes encienden fogatas y danzan en un frenesí creciente, que con regularidad anima a los más osados a saltar sobre el fuego.
La Apokriá está dividida en tres semanas y culmina mañana para dar pie el lunes al inicio de la Cuaresma, periodo de ayuno de la carne que dura hasta el Domingo Santo y que este año en Grecia, de acuerdo con la religión ortodoxa, se celebrará el 8 de abril, en coincidencia con la Pascua católica.
El lunes de Cuaresma, los griegos se dan un festín de mariscos y hortalizas, consumen productos lácteos y huevos y en los días siguientes se abstienen de ingerir carne e incluso aceite de oliva.