Redacción 16/03/2009

‘Huellas en el barro’ podrá verse en la sede de la Escuela Universitaria de Osuna (Sevilla) del 17 al 19 de abril, dentro de la programación de las V Jornadas de Cultura Clásica.

HUELLAS EN EL BARRO pretende ser una exposición didáctica y a la vez reflexiva de cómo el hombre ha dejado su impronta en un soporte tan humilde como el barro al que le ha dado un valor espiritual con sus formas e inscripciones. Un lenguaje simbólico que ha sobrevivido al paso del tiempo y por ello se ha convertido en obra de Arte.

Tierra y agua, aire y fuego, elementos primigenios que en manos del alfarero son interpretados como una melodía infinita y creadora. Obras cargadas de sencillez y a la vez de una fuerza que sobrecoge nuestra alma cuando, al tocarlas, sentimos toda la vida de aquellos que nos precedieron y que, en sus días cuajados de silencios y calma, fueron elaborándolas cual fina filigrana. Huellas de vidas que se proyectan como un adagio de eternidad. Es el pasado en el presente, es lo presente que transciende.

ANA JIMÉNEZ
“La niña tiene las manos del abuelo. Manos grandes y fuertes, dedos largos y finos, uñas sesgadas y quebradizas… manos de alfarero”.

Igual que un torrente que decide cambiar su rumbo, la niña estudió filología en la Universidad salmantina. Pero, por una de esas ironías del destino, acabó en el pueblo de sus abuelos paternos, Cespedosa de Tormes (Salamanca) aprendiendo a tornear bajo la tutela de uno de aquellos alfareros reminiscencias del pasado.

De los barreros de arcilla, el torno de pie y el horno romano a los vidriados, los óxidos y las ferias. De los botijos y cántaros del vino a la Escuela de Arte y las exposiciones. De la enseñanza a la manera medieval de maestro y discípulo, a la química de la cerámica, el vaciado, el diseño y la arquitectura.

Tras un guiño de la vida en que tuvo a sus tres hijos y bajó a vivir a tierras accitanas, reanuda su andadura por el mundo de la cerámica como directora del taller-escuela en Hinojares (Jaén) donde hacen reproducciones arqueológicas del yacimiento Castellones de Ceal y donde ha montado el Centro de Interpretación Íbero “Camino de civilizaciones”.

Aparte de la enseñanza en el taller, colabora en proyectos de enseñanza de la cerámica a personas discapacitadas, en campamentos de verano para niños y jornadas con talleres monográficos, así como aulas didácticas con soporte de exposiciones temáticas. Siempre tiene dos o tres proyectos abiertos relacionados con el mundo de la historia del arte donde trabaja junto a equipos de arqueólogos para exposiciones. Tiene, además, varias esculturas públicas en Guadix donde actualmente reside.