Viena | EFE 13/06/2009
Homero, el autor de La Iliada y La Odisea, protagoniza una exposición en Viena que repasa el influjo y la fascinación que ha despertado el rapsoda y sus textos en el imaginario cultural europeo.
«El fenómeno Homero», que se puede visitar en la Biblioteca Nacional Austríaca hasta el próximo 15 de enero, es «un homenaje» al poeta griego al que se atribuyen las dos epopeyas más conocidas de la historia.
«Abordamos con esta exposición un tema que es tan viejo como la cultura escrita europea. La escritura de Homero estuvo en el corazón de la cultura griega, y con ello, ha tenido una enorme influencia en Europa», ha explicado Johanna Rachinger, la directora de la Biblioteca.
Desde la antigüedad siempre existieron dudas y discusiones sobre la atribución de los dos extensos poemas a Homero, nacido en el siglo VIII a.C. Una disputa conocida como «la cuestión homérica».
La exposición no aborda tanto la autoría como la utilización de los distintos soportes que permitió sobrevivir a la narración en el papiro hace más de 2.500 años, dar el salto al pergamino, a los códices, sobrellevar sin problemas la revolución de la imprenta y llegar a la tecnología digital del siglo XXI con plena vigencia. Todos esos soportes se pueden contemplar en la exposición en decenas de documentos, además de dibujos de distintas épocas, y diverso material gráfico.
¿Pero cómo surgieron estos poemas? En el mundo hay unos 2.000 fragmentos de pergamino que recogen versos de las epopeyas, pero estos textos son copias de copias que nos han llegado hasta hoy, por lo que conocer algo de su proceso de composición en una fecha tan lejana es muy difícil.
Un texto particularmente importante se muestra en la exposición, un fragmento de un pergamino egipcio del sigo III a.C. en el que se pueden leer versos originales de La Iliada sin que fueran cribados por los filólogos de la Biblioteca de Alejandría, que eliminaron pasajes y dieron al texto el aspecto que hoy conocemos.
Homero no es sólo el bardo ciego que a veces se ha representado, sino la cristalización manuscrita de toda una literatura oral anterior que sienta las bases de Occidente, según los organizadores de la muestra. Para Rachinger ese salto desde la tradición oral a la escritura supone «el comienzo de un pensamiento cultural en Europa».
Y aunque muy poco se sabe sobre la vida de Homero y los debates sobre su autoría siguen, es innegable la enorme influencia de este relato en las letras, la historia y el arte europeos. Aquiles, Héctor, Ulises, Penélope y Telémaco, son sólo algunos de los personajes de dos sagas que han cautivado la imaginación de Europa durante siglos. En La Iliada se recrea la guerra de Troya, y en La Odisea se describe el viaje de vuelta de Ulises a su patria, Ítaca, relatado innumerables veces.
En la muestra se pueden ver numerosos pergaminos provenientes de Egipto, e incluso una narración del siglo II titulada «El egipcio y las amazonas» con paralelismos con La Iliada. También se analiza la ambigua relación que el cristianismo tuvo con los textos de Homero, ya que por un lado se lo tachó de pagano debido a los dioses griegos que aparecían en sus relatos, pero por otro se lo consideraba el príncipe de los poetas.
Durante siglos, el primer libro de La Iliada ha sido utilizado como un ejercicio imprescindible de caligrafía en griego en numerosos monasterios y era habitual recitarlo de memoria. Tras la llegada de la imprenta contar con los dos textos clásicos era prácticamente una obligación en cualquier biblioteca pudiente.
También en la ópera se ha adaptado el relato épico con la obra lírica «Il pomo d’oro», que se estrenó en Viena en 1668, y que recrea el inicio de la guerra de Troya.
La utilización de las obras de Homero en la escuela con material escolar de distintas épocas se expone también, al igual que algunas referencias sobre adaptaciones fílmicas. La última de ellas, la película «Troya» protagonizada por Brad Pitt, no sólo fue un éxito en las pantallas, sino que en algunos países como Reino Unido convirtió a Homero en el poeta más vendido, un «bestseller» muchos siglos después.