Virginia V. J. | Córdoba www.abc.es 20/01/2006

La monumentalidad y la antigüedad del teatro romano de Córdoba, ubicado en un solar anexo al Museo de Bellas Artes, dan una idea de la importante conexión que hacia el siglo I tenía la ciudad de Córdoba con Roma. De hecho, cuando aún no había terminado de construirse el teatro de actual la capital italiana, en Córdoba ya había comenzado a levantarse uno, no existiendo en Hispania un antecedente parecido. En estos términos se expresaba ayer el arqueólogo Antonio Monterroso Checa, que entre 2001 y 2002 estuvo a cargo de la dirección técnica de las excavaciones realizadas en el teatro y cuyas conclusiones se recogen en el número 10 de la revista «Arqueología Cordobesa», editada por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba (UCO) y la Diputación.

Virginia V. J. | Córdoba www.abc.es 20/01/2006

La monumentalidad y la antigüedad del teatro romano de Córdoba, ubicado en un solar anexo al Museo de Bellas Artes, dan una idea de la importante conexión que hacia el siglo I tenía la ciudad de Córdoba con Roma. De hecho, cuando aún no había terminado de construirse el teatro de actual la capital italiana, en Córdoba ya había comenzado a levantarse uno, no existiendo en Hispania un antecedente parecido. En estos términos se expresaba ayer el arqueólogo Antonio Monterroso Checa, que entre 2001 y 2002 estuvo a cargo de la dirección técnica de las excavaciones realizadas en el teatro y cuyas conclusiones se recogen en el número 10 de la revista «Arqueología Cordobesa», editada por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba (UCO) y la Diputación.

Esta construcción, junto al circo romano y el anfiteatro hallado en los terrenos de la antigua Facultad de Veterinaria «dan una idea de la importancia que tenía Córdoba en esta época, sobre todo, si atendemos a la monumentalidad de las edificaciones», afirmó el director de la publicación, Desiderio Vaquerizo, quien además destacó otros dos estudios que recogen los números 11 y 12 de esta publicación.

El primero de ellos se refiere a los usos funerarios en la Colonia Patricia de los siglos iniciales del Imperio. En el trabajo sus autores -el propio Vaquerizo, José A. Garriguet y Sonia Vargas- describen las labores realizadas en este conjunto arqueológico hallado en el solar ocupado antaño por la fábrica de gaseosas La Constancia, caracterizado por la gran variedad de las tipografías de las tumbas encontradas.

Así «nos encontramos con que en un mismo espacio existen inhumaciones e incineraciones cuando se pensaba que estas últimas comenzaron a introducirse con la llegada del Cristianismo». Además, por los objetos encontrados y que formaban parte de los ajuares funerarios los investigadores han constatado que dichos objetos no acompañaban al fallecido por azar sino que respondían a una norma establecida, muy similar en todos los casos.

Por último, el estudio que recoge el número 12 de la revista, titulado «El arrabal de época califal de la zona arqueológica de Cercadilla», analiza la arquitectura doméstica de los barrios de la Córdoba califal del siglo X. En este sentido, Desiderio Vaquerizo señaló que esta investigación da una idea de la «impresionante extensión que tuvieron los arrabales que permitían una ordenación de la ciudad por barrios y cada uno de ellos poseía su propia mezquita, baños y zoco». En este sentido, Vaquerizo subrayó que estas infraestructuras constituyen «un verdadero tesoro arqueológico».