Raphael G. Satter | Associated Press 01/10/2010
El lenguaje de la Epica de Gilgamesh y del rey Hamurabi cobra vida en la novísima Internet después de su muerte hace unos dos mil años.
Una docena de académicos de distintos países han grabado en línea las épicas, poemas y aun un conjuro babilonio en un esfuerzo por enterar a eruditos y legos cómo sonaba el lenguaje del antiguo Oriente Cercano.
¿Y cómo sonaba? Martin Worthington, de la Universidad de Cambridge, dijo a la Associated Press que es «un poco una mezcla de árabe e italiano».
Babilonia fue una de las primeras civilizaciones y produjo algunas de las primeras obras de literatura. Su pueblo también desempeñó un papel central en la Biblia. Se cree que el templo piramidal de Marduk inspiró la leyenda de la Torre de Babel, mientras que su conquista del reino de Judea en el siglo VI a.C. condujo a la deportación y exilio de la población judía.
El lenguaje babilonio, escrito en tabletas de arcilla en escritura cuneiforme, predominó durante siglos en el Oriente Cercano antes de ser desplazado gradualmente por el arameo. Después de una prolongada declinación desapareció en algún momento en el siglo primero, para ser recién descifrado por académicos europeos del siglo XIX.
Worthington, que se especializa en el estudio de lengua y literatura babilonia, dijo que tuvo la idea de cargar en la red grabaciones sobre la antigua lengua porque «la pregunta que más oyen de los legos los estudiantes de lenguas antiguas es ¿cómo sonaba? y ¿cómo lo sabes?»
Agregó que los expertos tienen una buena idea de cómo sonaba el babilonio comparando el lenguaje con sus primos semitas (hebreo y árabe) y escogiendo palabras babilonias escritas en griego o arameo. Las pautas vocálicas del babilonio también dan pistas sobre la pronunciación de algunas palabras, agregó.
El cibersitio incluye unas 30 grabaciones, en general de unos pocos minutos. Entre ellas hay pasajes de «La épica de Gilgamesh» y el «Código de Hamurabi», una de las más antiguas recopilaciones de leyes.
También hay varias versiones del «Poema del justo doliente», conocido como el Job babilonio, y otros textos, incluso un himno erótico a la diosa Ishtar y un conjuro para prevenir las mordeduras de perros.
La iniciativa suscitó el apoyo entusiasta de Roger Woodard, profesor de lenguas clásicas en la Universidad de Buffalo en el estado de Nueva York que no participó en el proyecto.
«Creo que es una idea maravillosa», comentó Woodward, que cuenta el babilonio entre sus lenguas. «Apenas hay un puñado de gente en cada generación que son los custodios de este conocimiento y ponerlo en Internet facilita que mucha más gente lo conozca, lo que a su vez podría ayudar a preservarlo».
Worthington dijo que las grabaciones fueron producidas por una docena de especialistas de varios países.
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