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Redacción www.sksteatro.com 15/11/2006
Al fin llegó el momento del estreno. Después de muchos meses de trabajo, Los Acarnienses vio la luz hoy en el teatro Calderón de Motril.

Diceópolis, el vendedor de ajos, y Anfiteo, el "elegido", pretenden de la forma más jocosa posible conseguir la paz con los lacedemonios. Lámaco y los Acarnienses no están por la labor e intentarán impedirlo. Pero no importa, lo importante es seguir mantiendo el negocio, sea como sea.

Una aguda reflexión sobre la política, sobre el género humano, sobre la corrupción, sobre los intereses creados, sobre el mundo de la economía, pasó como un rayo sobre las tablas motrileñas entre las carcajadas del público asistente.

75 minutos de diversión y de continuas sorpresas hicieron que los alumnos de los institutos de la Costa Tropical disfrutaran de un auténtico espectáculo.

Primer estreno fuera de casa

Es la primera ocasión en la que SKS TEATRO sale a estrenar una de sus producciones lejos del Martín Recuerda sexitano, pero la verdad es que no se ha notado la diferencia. El ofrecimiento del Ayuntamiento motrileño para poder estrenar el décimo espectáculo que el grupo almuñequero ha ofrecido en su once años y medio es de agradecer, lo que demuestra una sensibilidad bien distinta de la de otros lugares. Y es que este estreno hubiera sido una buena excusa para haber realizado una nueva edición del Sexi Firmum Iulium, el festival de teatro grecolatino de Almuñécar, del que se han celebrado cuatro ediciones y que, lamentablemente, sus organizadores dudan de su continuidad, puesto que el Consistorio sexitano no ha mostrado el más mínimo interés ni por el teatro en concreto ni por la cultura en general. El panorama no puede ser más desolador. No se ha representado un solo espectáculo teatral serio desde hace dos años.

Una nueva oportunidad, mañana

Una segunda función tendrá lugar mañana, jueves, también en el Calderón, al que asistirán varios grupos de alumnos procedentes de institutos motrileños. Será a las doce y seguro que los espectadores no saldrán defraudados. Les esperan un vendedor de ajos y el "elegido".