Israel | EFE 30-03-2006

Arqueólogos israelíes han descubierto un refugio subterráneo de la resistencia hebrea contra los romanos y tinajas que datan de 2.000 años en la vecindad de Caná, en Galilea, donde Jesús obró su primer milagro, la conversión del agua en vino.

Israel | EFE 30-03-2006

Arqueólogos israelíes han descubierto un refugio subterráneo de la resistencia hebrea contra los romanos y tinajas que datan de 2.000 años en la vecindad de Caná, en Galilea, donde Jesús obró su primer milagro, la conversión del agua en vino.

Según informa hoy el diario Haaretz, la jefa de las excavaciones, Yardena Alexandre, descubrió tres cámaras subterráneas que sirvieron de escondite a los rebeldes, y para almacenar víveres, después de examinar una antigua casa de estilo romano en las afueras Kfar Kaná (la Caná evangélica).

La entrada al refugio fue hallada accidentalmente por Alexandre y su equipo al mover tres extrañas piedras planas y circulares que la obstruían. En dos de las cámaras encontraron once vasijas de barro intactas que, creen, servían para conservar granos o harina.

La principal fuente literaria sobre los preparativo de la ‘Gran Revuelta’, que comenzó en el año 66 de la era cristiana, cuando la décima legión romana al mando de Vespasiano comenzó a moverse desde Siria hacia Jerusalén, fue proporcionada por el historiador Flavio Josefo.

Vespasiano fue quien ordenó arrasar el Segundo Templo de Jerusalén, donde actualmente se hallan las mezquitas sagradas de Al Aksa y Omar, en el año 70.

El avance de la legión fue seguida por la fortificación de varias localidades judías como Seforis, capital entonces de Galilea, que limita con Siria, y otras plazas, entre ellas la de Gamla, que se encuentra en la meseta del Golán, ocupada desde 1967 por Israel.

Las tres cámaras, dentro de una cueva cavada en la roca, eran empleadas como ‘refugio de emergencia’, según Alexandre, y tienen la forma de un iglú.

Según el Evangelio de San Juan (2, 1-11), Jesús y sus primeros discípulos en Galilea asistieron a una boda en Caná, donde la Virgen María le advirtió que: ‘No tienen vino…’.

Jesús observó que había en el lugar seis tinajas para contener agua, aparentemente para cumplir con el rito de la purificación de los judíos, y dijo a los participantes que llenaran las tinajas ‘hasta arriba’. Cuando el maestresala probó el agua…era vino.

El profesor Zeev Weis, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien ha conducido desde 1990 las excavaciones en Seforis, dijo que los hallazgos en Kafr Kaná constituyen una ‘importante contribución’ al entendimiento de los preparativos que hicieron los residentes al comenzar la rebelión hebrea contra la ocupación de los romanos.

Seforis, fundada por los antiguos griegos, fue en los días de Roma un centro donde había numerosas academias rabínicas y eminentes intelectuales hebreos, entre ellos Yahuda Hanasí.

Caná se convirtió en un centro de peregrinaje en Tierra Santa en el período bizantino, hace unos 1.500 años, y en el de los cruzados que llegaron para rescatar el Santo Sepulcro de Jerusalén, en poder del Imperio Otomano Turco.

El sitio exacto de la aldea donde, según San Juan, se produjo el milagro de Jesús, es hasta la fecha motivo de discusión entre algunos arqueólogos, como el profesor Douglas Edwards, quien cree que la auténtica Caná se encuentra a unos kilómetros de Kafr Kaná.

Los cristianos del Líbano, al norte de Galilea, sostienen que la localidad evangélica estuvo en su territorio, donde es también un sitio de peregrinaje cristiano.